Charmed: The Bloodline |Temporada 2

7. Dimensión Oscura

Septiembre, 2011

Era de noche, las calles estaban vacías y el silencio que muestra viendo como todas las casas tenían las luces apagadas, era hora de dormir y mientras tanto en una mansión, las luces seguían encendidas, era la mansión Halliwell.

En una de las habitaciones se muestra a una mujer contando una historia a una pequeña niña y esa mujer es ni más ni menos que Phoebe Halliwell y estaba contando una historia a su pequeña hija Phoenix que no podía dormir mientras estaba acostada en su cama.

– Es hora de dormir y si tienes miedo, ya sabes que hacer.         — Comenta Phoebe con una sonrisa a lo que la pequeña Phoenix asiente con la cabeza y dice.

– Si tengo miedo, cierro los ojos. — Dice la pequeña Phoenix.

– Muy bien, venga, a dormir, voy a ir a revisar a tus primos con tus tías. — Dice Phoebe mientras le da un beso a su hija antes de levantarse y apagar las luces para salir de la habitación y dejar la puerta medio abierta.

Hace unos meses

Phoenix se había ofrecido de carnada para llevar a esos seres del mal a otra dimensión con la ayuda de una bruja que podía abrir portales, pero algo salió mal y terminó atrapada.

Actualmente

Phoenix se despierta y se encuentra en un lugar desolado y podría deducir que hay criaturas mágicas peligrosas y algunas eran como una especie de sombras malévolas, era un triste lugar en ruinas y bosques alrededor.

Una de ellas se iba a acercar a Phoenix y justo alguien la salva y es el mismísimo Barbas y una vez que la salvase cuenta que ella es una bruja.

– ¿Eres una bruja? Increíble, de tantos seres mágicos, va y me topo con una bruja.— Comenta Barbas al toparse con Phoenix.

– ¿Algún problema, señor? Y no te pedí que me salves. — Decía Phoenix siendo algo grosera a pesar de estar atrapada allí, en una dimensión desconocida.

– Tan terca y tan dura, ¿como acabaste aquí? ¿Y no serás una Halliwell, verdad? — Pregunta Barbas muy curioso y lucía algo distinto.

– Estoy de paso, nada que te importe y sí, soy una Halliwell, ¿algún problema? — Responde Phoenix de manera seca.

– ¿Halliwell? Lo que faltaba. ¿Vagando sola por una dimensión desconocida sin tener ni idea? ¿Ahora? Es muy peligroso andando sola.
Es muy probable que sea un blanco fácil. — Responde Barbas al verla sola en una dimensión desconocida.

En el mismo momento, una ola de pánico se apodera de ella, lavando los restos de calma y sin saber si debe confiar en él o no, Phoenix no sabía que la persona que está con ella, es el mismo demonio del miedo al que causó muchos problemas en su familia.

– ¿Donde estamos? — Pregunta Phoenix sintiendo algo de miedo y no conoce el lugar, parecía un lugar devastado, un lugar en ruinas.

– En una dimensión donde la oscuridad está por todas partes. — Responde Barbas a pesar de no querer ayudar a una bruja, pero siente que se trata de alguien.

La última vez que las Embrujadas le derrotaron, volvió a las andadas cuando los chicos Halliwell eran unos niños y posiblemente se topó con Phoenix también. Aunque no sé sabe cuántas veces le derrotaron ni se sabe cómo terminó aquí.

– ¿Alguna forma de salir? — Pregunta Phoenix a Barbas.

Phoenix comienza a caminar y de pronto, algo oscuro la atrapa y la lleva en un agujero negro mientras la chica gritaba.

En cuanto a Barbas, se quedó allí sin moverse.

– Debí avisarla, pero en fin, es una cabezota. — Comenta Barbas.