Alfa Jerome

(Segundo libro de la saga El alfa, el beta y la cazadora, los encontraran en mi perfil)

Jerome

Volvía a mi manada luego del bautismo de los pequeños cachorros de Dakota, ella me hizo ver las fortalezas que rodean a los humanos.

Siempre pensé que una luna humana me haría débil como alfa, pero estaba tan equivocado. La fortalezas no vienen de la especie sino de la fortaleza del vínculo. Ella realmente me dio la mejor lección que alguien pudo darme, y aquí me encuentro camino a mi manada con mil pensamientos en mente.

Había abandonado la búsqueda de mi luna hace muchos años, simplemente me dedique a fortalecer mi manada, y pensé que algún día mi luna llegaría a mi sin buscarla.

A medio camino, me detuve en un café-comedor al que siempre suelo ir cuando visitaba la manada Back Moon, servían un filete realmente extraordinario y su dueña Clara, una señora como de cincuenta años era quién cocinaba, era pura comida casera, la mejor que e comido cocinado por un humano.

Al llegar, busco mi mesa habitual y gracias a la diosa estaba desocupada, me gustaba porque estaba cerca de la puerta y dejaba filtrar a mis oídos y olfato las intenciones de la gente que ingresaba.

Como siempre la misma Clara era quién me atendía. Al verme llegar dejo su delantal y se acerco a mi con una sonrisa, me recordaba mucho a mi madre por eso era amable con ella.

Clara- Buenos días Jero, hace mucho que no te veía, ocupado con tus asuntos??.

Jerome- Algo así, mi visita fue personal y no de negocios

Clara sabía sobre nosotros, varias de sus empleadas eran lycan, además que una vez me vio cambiar para salvar su vida de unos ladrones que la asaltaron tarde en la noche cuando ya se iba a su casa. Por eso es que hablaba en ¨código¨.

Cla- Ya veo, pues yo estoy super feliz, hace unos días mi hija Brenda volvió definitivamente a casa y es ella quién me busca al cerrar en la noche.

Clara me había contado que tenía una hija en el ejercito.

Jer- Me alegro por ti clara, es bueno que tu hija te cuide.

De pronto Set se puso inquieto, muy extraño a mi ver, él era un lobo muy dócil y confiable así que esto debía ser muy importante para que él se comportara de esa forma.

En un instante la puerta se abrió y sonó una campañilla, seguido al olor de vainilla, canela y bosque húmedo que empezó a volverme loco.

<< Set- Mate, Mate, mi luna>>

Set dijo eso en mi mente y al mirar la puerta vi a una joven, cabello negro, ojos color miel, piel trigueña, realmente hermosa, su olor estaba poniéndome realmente en apuros y ahí me di cuenta.... Ella era mi luna.

De pronto ella mira para nuestro lado y sonríe, miarda su sonrisa podría detener el mundo, se acerca y hablo.

???- Hola mamá, vine a ver si necesitas ayuda.

Cla- Seguro mi cielo, mira deja que te presente, él es Jerome, el joven del que te hable cuando esos maleantes quisieron asaltarme, Jerome ella es mi hija Brenda- y ella con esa sonrisa que ilumina todo me tiende la mano y cuando la estrecho una corriente eléctrica nos choca, ella sorprendida retira rápido su mano.

Jer- Un gusto conocerte, tu madre habla mucho sobre ti- le digo y mi voz sale ronca.

Brenda- El gusto es mío- suena asustada -gracias por lo que hiciste por mi madre.