ᴇɴᴄʜᴀɴᴛʀᴇꜱꜱ [ ʙɴʜᴀ +21 ]

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Narra Kotaro.

Llevé mis manos por detrás de mi cabeza, cerrando los ojos y buscando la tranquilidad suficiente para poder dormir, por lo menos, hasta que mi hermana volviera de su día de compras con sus amigas.

Nunca tuve amigos, tampoco me interesa tenerlos, así que no entiendo porque se molesta tanto en gastar su tiempo con ellas en vez de conmigo.

Después de todo somos familia, consanguíneos.

Aún no sé porque ese hecho me molesta tanto, tal vez sea por compartir el mismo ADN que madre, no tengo idea, lo único que sé es que compartir genes con esa psicópata es espeluznante.

Siempre me obligaba a entrenar y ser el mejor, pero no lo hacía para que pudiera defenderme o enorgullecerla, lo hacía para que, cuando fuera el momento, yo protegiera a mi hermana mayor si ella llegaba a necesitarlo, cosa que no creo que suceda.

Mi hermana es demasiado buena y perfeccionista con su trabajo. Esa es una de las tantas cosas que amo de ella.

O más bien, admiro.

Aunque si la amo, y se que ella me ama a mi. No entiendo porque necesita estar con tantas personas inútiles cuando me tiene a mi, seguramente, soy mucho más útil que todos esos imbeciles juntos.

No soy tonto, soy consciente de lo necesarios que son para el plan, tanto como sé que ella no ama a ninguno de ellos, aunque, aún dudo un poco de su primer novio. Son muy unidos y sabe más de mi hermana de lo que yo sé.

Ayer le envié un texto a mi madre diciendo lo preocupado que estaba por mi hermana, después de todo, ella no quería que ningún guardaespaldas de la familia la siguiera, por esa razón logré ir con ellos y seguirla sin parecer un psicópata.

Pero ahora mi capricho me está cobrado factura, después de todo, al compartir habitación con ella, puedo escuchar como juega y coquetea con el maldito rubio de la clase de heroes de segundo año.

Bakugo, el más bruto y ruidoso estudiante de la clase A, quien antes la molestaba y seguramente era constantemente humillado por mi hermana, ahora se encontraba riendo e intentando coquetear y verse bien frente a ella.

En fin, por ahora, con tal de no arruinar los detallados planes de mi hermosa hermana, toleraré al mastodonte.

Hubiera preferido que fuera el chico nervioso, el de cabello verde, me agrada ese chico, no seria capaz de ponerle un dedo encima a mi hermana ni de mirarla a los ojos. Ese es el tipo de hombre con el que es pero que ella esté algún día.

Recuerdo la primera vez que los ví juntos, había vuelto a Musutafu por un negocio de mi madre, era solo una visita corta, sin embargo, ese día no pude evitar querer divertirme un poco y pasarme con las drogas que había conseguido.