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Este capítulo contiene escenas eroticas subidas de tono, si no te gustan este tipo de escenas te recomiendo solo leer la primera y última parte

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Este capítulo contiene escenas eroticas subidas de tono, si no te gustan este tipo de escenas te recomiendo solo leer la primera y última parte.

—022.—

— Señor, lo hemos hecho.— Anunció el joven cadete entrando por la gran puerta corrediza.

Él lo observó por encima de los papeles que sostenía, su presencia sombría lo hacía el hombre más intimidante que cualquier persona pudiese encontrar, tan eficiente, Yam oscuro, tan torturado.

Ese era Akim.

Cualquiera que lo hubiese conocido antes del nacimiento de su hija diría que su carácter se había suavizado, cosa que era verdadera, después de las fiestas de té y los paseos en bicicleta de cuando ella era una pequeña niña Akim procuraba no demostrar ningún tipo de actitud hostil frente a ella, porque su hija era su adoración.

— Bien.— masculló.

Al fin era el momento. Tras años intentando lograrlo, luchando contra los continuos ataques y controles mentales de su esposa, finalmente había logrado conseguir los papeles de divorcio que los separarían eternamente. Por fin podría llevarse a su hija t ser feliz con ella a su lado, viviendo una vida normal como padre soltero.

Con tranquilidad, el rubio tomó los documentos, revisándolos con detalle, buscando agujeros legales que su esposa pudiera usar en su contra. Akim maldecía en voz baja, recordando su juventud, recordando cómo se había enamorado de Akira y como pronto ella usó su control mental para que aceptase su tendencia poliandricas.

Akira buscaba poder, pero por sobre todo, buscaba hombres hermosos que pudieran darle el hijo perfecto, así, cuando los genes se mezclara, no solo habría engendrado a un niño de basta belleza, si no que también esté seria con lo que ataría las vidas de sus esposos a la suya para siempre.

Akim observó el brazalete en su muñeca, era completamente hecho de hierro, solo tenía un par de detalles y un inscrito de números en la parte trasera, específicamente los números dieciséis, cuarenta y dos y cincuenta y ocho, mismas coordenadas de la estrella "Sirius" misma que había sido comprada por él como regalo para su hija.

Aquel brazalete era hecho del hierro que producía el cuerpo de su hija para crear armas, sus otros dos padres y su hermano menor también poseían algo con por lo menos una pizca de su hierro, habiendo una razón crucial para esto. Ella no quería que su madre los controlara. Al darles a sus familiares alto proveniente de su cuerpo, el cual por sí mismo repele y anula los efectos de los Quirks de emisión, garantizaba que estos pudieran pensar y actuar por su cuenta.

Akim salió de su oficina, peinando su cabello hacia atrás con una de sus manos mientras se encaminaba a la casa que su hija compartía con su madre, decidido a contarle la buena noticia. Mientras caminaba, el rubio no pudo evitar notar lo llena que estaba la casa últimamente, junto con las "mascotas" de su hija, más guardaespaldas habían estado entrenando últimamente en aquella residencia, siendo estos mismos quienes protegían a las dos femeninas que se encontraban en guerra.

ᴇɴᴄʜᴀɴᴛʀᴇꜱꜱ [ ʙɴʜᴀ +21 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora