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Este capítulo contiene escenas subidas de tono, si no te gustan este tipo de escenas sáltate la primera parte de este capítulo

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Este capítulo contiene escenas subidas de tono, si no te gustan este tipo de escenas sáltate la primera parte de este capítulo.

—023.—

La azabache suspiró, observando con desinterés al héroe recostado a su lado, con delicadeza y cuidado tomó su teléfono, no quería despertar a Aizawa, al tomar su teléfono ella simplemente se limitó a contestar los mensajes de Kotaro y Denki, tranquilizando al primero.

Eran las seis de la mañana y, por pereza, no quería estar despierta tan temprano, sin embargo, gracias a los eventos de la noche pasada tuvo que hacerlo, después de todo, se suponía que estaba triste porque había peleado con su madre y esta la había alcanzado a dar una cachetada.

Tan solo un mensaje de Denki bastó para que ella reconsiderara si Aizawa era realmente importante: "Bakugo, Kirishima, Deku, Mina, Uraraka y Yaoyoruzu vendrán a la tarde de estudio, Todoroki aún no me ha confirmado, gracias por ayudarnos."

Un héroe no se comparaba a siete estudiantes.

Al desviar su mirada hacia Shota ella sonrió, haciendo su teléfono a un lado y revolviéndose en la cama, como si estuviera incómoda, bostezando, aquello fue suficiente para que el pelinegro despertara y la observara con el ceño fruncido.

— Perdón, Shota, tuve una pesadilla.— dijo ella, decaída, el hombre colocó una mano sobre su cabeza y sonrió con compresión.

El azabache la abrazó, razón por la cual ella hizo un gesto de disgusto, aprovechando que el héroe no podía verla, al separarse ella sonrió tiernamente, besando la mejilla del mayor mientras lo observaba con dulzura.

— Buenos días.— dijo el azabache, atando la mitad de su cabello.

— Buenos días.— respondió ella con cortesía.

La menor se levantó, estirando sus brazos y metiendo su mano por debajo de la camisa negra que Shota le había prestado, el dueño de aquella prenda la observó por un segundo para luego desviar la mirada y levantarse de la cama, caminando en dirección a la cocina, dejando atrás a la menor, quien se había encerrado en el baño.

La de orbes ónix observó su reflejo en el espejo, sonriendo al ver como su rostro se enrojeció gracias a la tela de la funda de las almohadas de Shota, así seria mucho más fácil simular un sonrojo por vergüenza.

Al lavarse los dientes y el rostro ella salió del baño y se dirigió a la cocina, donde ya había una taza de café preparada para ella, razón por la cual no se limitó y bebió de esta mientras observaba a Aizawa ver las noticias.

— Me iré luego de bañarme.— confesó ella, haciendo que el mayor la observara con el ceño medianamente fruncido.— no quiero abusar mucho de tu hospitalidad, a demás, tengo que resolver las cosas con mi madre.

ᴇɴᴄʜᴀɴᴛʀᴇꜱꜱ [ ʙɴʜᴀ +21 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora