ՏᎻᏆΝᎬՏͲᎪᎡՏ /ѕιяιυѕ ϐℓαϲκ/

.9.

-Sirius: ¡Historia de la magia lunes a primera, nos quieren matar!

Comentó en el desayuno del 4 de septiembre cuando se les fueron otorgados los horarios.

-Remus: Tampoco pienso que será tan malo, al fin y al cabo es muy interesante aprender sobre nuestros orígenes.

-Sirius: Mis orígenes los sé perfectamente, te lo aseguro.

-Peter: He oído que el profesor da un poco de miedo.

-Elara: Nos quieren matar- comentó desesperada-.

-James: Exagerada.

*Unos Doritos más tarde*

-James: ¡Nos quieren matar! Esta ha sido la peor clase que puede existir.

-Remus: Teníais razón, el profesor Binns solo hablaba de su vida.

-Elara: Y no olvides toda la tarea que nos ha dejado el primer día de clases.

-Peter: Chicos, ¿Que toca ahora?

-Sirius: Vuelo.

Caminaron por los pasillos hasta llegar a los terrenos de Hogwarts donde, una vez allí, la profesora Abbey Hooch ex perteneciente a la casa de Gryffindor, impartiría la clase de Vuelo.

-Hooch: Buenos días alumnos, soy la profesora Abbey Hooch y, como habréis podido comprobar, yo os impartiré la asignatura de Vuelo en este curso. Bien, primero debéis aprender a llamar la escoba. Poneros a un lado de esta y extended vuestro brazo dominante, entonces debéis decir con seguridad y claridad "Arriba", y la escoba volará a vuestra mano.

Todos comenzaron a intentarlo pero muy pocos lo conseguían, entre ellos Sirius, a quien no le costó; James, el adicto al Quidditch; y Elara, una de las mejores montando en escoba de todo su curso. Los que lo consiguieron comenzaron a practicar el vuelo, aunque a poca distancia del suelo.

-Elara: ¿Problemas con tu escoba, McKinnon?- pregunté con burla-.

-Marlene: Cállate Potter, que vas tú aquí muy de chula pero luego no puedes ni elevarte a más distancia del suelo, eres cobarde.

-Elara: ¿Acaso me estás retando?

-Marlene: No tienes agallas.

-Elara:- me coloqué en posición de despegar- Jamás le digas a un Potter que no tiene agallas- comenté en modo de advertencia-.

Rápidamente despegué hacia lo alto dando unas cuantas piruetas y zigzagueos. Todos, desde abajo, aplaudían con entusiasmo, incluso incluyendo a la profesora la cual me miraba con un brillo de orgullo en sus ojos, mientras que una Marlene McKinnon, consumida por los celos, pronunciaba en voz baja un "Confundus".

Elara quedó aturdida lo que provocó que perdiese el control de su escoba y cayese de ella. Tiempo después, la Potter, despertó en la enfermería con un brazo vendado y un dolor palpitante en su cabeza.

-X: Veo que has despertado.

-Elara: Si, eso parece, ¿quien eres?

-X: Soy Madame Pomfrey, la medimaga de la escuela. Según tengo entendido tú eres Elara Lynette Euphemia Dorea Potter, hermana melliza de James Charlus Fleamont Henry Potter- asentí-.

-Elara: Solo Elara Potter, o Elara Lynnette Potter por favor, pero sí.

-Pomfrey: De acuerdo, Elara- me sonrió- He de admitir que eres la primera alumna en venir este curso a la enfermería, ni un día de clases y ya te estás metiendo en problemas. Felicidades, has hecho récord.

-Elara: En mi defensa, McKinnon hechizó mi escoba- contestó con una sonrisa-.

-Pomfrey:- bufó- Niños. Ah, han venido cuatro chicos y una chica a verte, los he tenido que echar o se iban a perder la cena.

-Elara: ¿Cena? ¿Cuanto tiempo llevo aquí?

-Pomfrey: Casi todo el día.

Poco después, Madame Pomfrey me dio el alta y regresé a la sala común de Gryffindor, la cual se encontraba vacía a excepción de dos cabezas pelirrojas que sobresalían del sofá.

-Elara: Hola- me senté junto a ellos- Soy Elara.

-X: Gideon George Prewet.

-Y: Fabian Fred Prewet.

-Elara: Genial, comparto habitación con vuestra hermana ¿menor?- Asistieron-.

Comenzamos a charlar un rato hasta que Fabian y Gideon se pusieron ha hablar mientras que yo solo escuchaba e intervenía de vez en cuando.

-Fabian: Tenemos que ver lo de ir a Zonko's, nos hemos quedado sin bombas fétidas para las bromas.

-Gideon: Sí, vamos esta noche.

-Elara: ¿Cómo pensáis ir? Hogsmeade os toca en octubre.

-Gideon: Tenemos nuestros métodos, si adivinas quienes somos cada uno te lo decimos- corrieron para "mezclarse" y que fuese más difícil el juego-.

-Elara: Bien- pensé por unos segundos hasta que me decidí- Tú eres Gideon y tú Fabian.

-Fabian: Oye, muy bien enana.

-Elara: Venga, comenzad a cantar.

-Gideon: En el tercer piso hay una estatua de una bruja jorobada, la estatua de la bruja tuerta, solo tienes que pronunciar "Dissendium" con la varita en alto apuntando a la figura y su joroba se abrirá mostrando un tobogán que lleva a un pasadizo.

-Fabian: Ese pasadizo conduce al sótano de Honeydukes. Una vez allí solo sales y te vas a Zonko's.

-Elara: Brillante, ya se que voy ha hacer estos días con mis amigos, necesito suministros para bromas, ¿conocéis algún otro pasadizo?

-Fabian: No, de momento.

-Gideon: Oye Potter, ¿te quieres unir a una broma?

-Elara: Lo siento, pero una regla de bromistas es nunca unirte al enemigo, y ahora ese enemigo sois vosotros.

-Fabian: Solo piénsalo, podrías aprender de los mejores bromistas que Hogwarts ha tenido jamás.

-Elara: ¿Los mejores? Será una pena que os robe el puesto.

-Gideon: Eso ya lo veremos, Potter.

No se cuanto tiempo estuvimos hablando pero de un momento a otro se abrió la puerta de la sala común revelando las figuras de cuatro niños de once años que venían riendo.

-James: ¡Elara! ¿Cómo estás? ¿Te encuentras mejor?

-Elara: Estoy bien, no te preocupes.

-Remus: Te he hecho los apuntes y te he recogido las tareas que tenemos que hacer para las siguientes clases.

-Peter: Yo te he traído comida.

-Elara: Gracias Rem, y a ti Pet.

-Sirius: Y yo he hechizado a McKinnon.

-Elara: ¿Que le has hecho?- pregunté riendo-.

-Sirius: Puede ser que haya hecho que le crezcan las orejas mientras que James distraía a los profesores, Satélite- reí-.

-James: ¿Satélite?

-Sirius: Mi satélite- dijo posesivamente y yo sonreí-.

-Elara: Tengo información que os debo transmitir, sentaros- obedecieron- tengo la manera de ir a Hogsmeade cuando queramos.

Y entre risas y estupideces les conté lo del pasadizo e hicimos un plan para realizar una pequeña broma, aunque Remus y Peter no estaban totalmente de acuerdo.