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Peter llegó a la estación junto a sus amigos. Una vez allí, se despidieron y el avanzó hacia su madre y su padre quienes le esperaban con una gran sonrisa.

Su madre era una mujer joven, con un cabello dorado que le caía como una cascada por la espalda. Vestía con un vestido ajustado hasta la cintura pero suelto hasta un poco por encima de los tobillos, de un color gris apagado, y complementado con una lujosa, pero no muy formal, túnica negra.

Por otra parte, su padre era algo más mayor pero más bajo. Tenia el rostro cubierto de pecas, y un cabello pajoso castaño claro. Era un hombre delgado, que lucía con orgullo una camisa blanca, con los primeros botones desabrochados, y remetida en un pantalón de traje negro. El lo complementaba, igual que su mujer, con una túnica negra que casi arrastraba por el suelo.

-Belia: ¿Qué tal, hijo?- dijo mientras que lo rodeaba con sus brazos-.

-Peter: Muy bien, mamá.

Madre e hijo agarraron los brazos del hombre, el cual solo había saludado con un asentimiento de cabeza, y se aparecieron en una hermosa casita a las afueras de Francia.

Era una casa rural muy cómoda para pasar unas espléndidas vacaciones navideñas. Fuera, la nieve recubría el césped como un hermoso manto blanco.

La calidez de la casa los rodeó nada más entrar por la pequeña puerta. La chimenea estaba encendida, y de la cocina salía un rico olor a chocolate caliente.

Peter subió a la que sería su habitación durante su estadía allí. Poco después, bajó a cenar junto a sus padres y su tía, de la cual era la casa.

-Peter: ¡Hola tía Mary!- saludó animadamente Peter-.

-Mary: ¿Como está mi sobrinito favorito?- preguntó estrujando los mofletes del chico, los cuales se tornaron a un rosa suave-.

-Peter: Muy bien, tía Mary.

Con un movimiento de varita, cuatro elfos trajeron la rica cena. El olor a pavo asado inundó las fosas nasales de Peter, haciendo que soltase un suspiro placentero.

Ya concluida la cena, Peter subió a su habitación nuevamente, pero esta vez, comenzó a escribir unas cartas a sus amigos.

Queridos hermanos Potter,

¿Qué tal estáis? ¡Yo estoy genial! Hace poco he llegado a Francia, más concretamente a Foix, ¡estoy en medio de unas montañas! Aunque no me quejo, la casa es calentita y mi tía cocina muy rico, ¡el pavo estaba exquisito!
¿Qué tal estáis vosotros?
¡Espero que se acaben ya las vacaciones para poder vernos!

Peter

...........

Querido Remus,

¡Ya estoy en Francia! ¿Sabes que es lo mejor? ¡La casa huele a chocolate caliente!
Todo está nevado por aquí, ¡y hace mucho frío! Pero en la casa hace calorcito.
¿Cómo estás tú?
¡Espero tu respuesta!

Peter.

Soltó la lechuza de su madre y ató las cartas a las piernas de esta. Después, abrió la ventana indicándole que debía partir en vuelo.

A Sirius también le envío carta. Se lo había pensado, pero luego recordó las últimas palabras del Black, aunque se preguntó "¿Qué pasaría si le escribiese? No podría ser nada muy malo, seguramente estaba exagerando" Al fin y al cabo, el Black no había sido muy amable con el, así que un poco de venganza no vendría mal, ¿verdad?

Hola Sirius,

¿Qué tal todo? Yo estoy genial, ya he llegado a Francia.
Espero que pases buenas vacaciones.

Peter

Con una sonrisa malévola, también envió esa carta.

Al mirar la hora casi se cae de la silla, ¡llevaba dos horas escribiendo cartas!
Bajó a la sala principal para desearle buenas noches a su familia pero se detuvo en las escaleras al oír su conversación.

-Irek: Todos están ofreciendo a sus herederos a las filas del señor tenebroso- comentaba el padre- Si lo hacemos ganaremos un gran aprecio en la comunidad mágica.

-Belia: Tiene 11 años- sonaba indignada-.

-Mary: ¡Escucha a tu marido! El chico es amigo del Black traidor y de los hermanos Potter, ¡además de un mestizo! Eso podría servirnos de mucha ayuda.

-Irek: El chico se unirá en unos años, ya está decidido- miró a su mujer- Y ahora si me disculpáis, el señor me reclama.

Se levantó apresuradamente hacia las escaleras para recoger su túnica. Peter rápidamente corrió escaleras arriba para así no ser atrapado. "Sería el orgullo de su familia" pensó con una sonrisa en su rostro y se fue a dormir.

ՏᎻᏆΝᎬՏͲᎪᎡՏ /ѕιяιυѕ ϐℓαϲκ/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora