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Sirius

⚠️Alerta⚠️: Contiene violencia así que si eres sensible te recomiendo saltarte este capítulo.

Nada más bajar del tren, se despidió de sus amigos con una simple oración "no me escribáis", y se dirigió a una esquina de la estación. Allí se encontraba una mujer mayor de pelo azabache, piel pálida, ojos grises y rasgos definidos. Además de la mujer también había un hombre mayor de pelo grisáceo, físicamente estaba algo relleno aunque era alto, pero aún guardaba esa mirada serena y de desprecio.

Una vez que llegó allí, Sirius agachó la mirada y Walburga agarró fuertemente el hombro de su hijo mayor mientras que le susurraba a su oído.

-Walburga: Camina, AHORA- Sirius dio un pequeño brinco del susto-.

Los tres caminaron hacia una zona con varias chimeneas de polvos flú. Poco después fueron envueltos en las llamas esmeraldas de dicha chimenea y llegaron a un amplio salón.

Una vez allí, fue arrastrado hacia un gran despacho de paredes esmeraldas y muy detalladas. La habitación estaba decorada con retratos familiares que iban yendo y viniendo a su placer, además de un gran escritorio negro acompañado de un gran sillón de cuero también negro.

Ya allí, Orión se dejó caer en el sillón escondiendo su cabeza entre sus manos mientras que bufaba de frustración y enfado mientras que Walburga se giró y miró directamente a los ojos de su hijo, soltandole una bofetada antes de comenzar a gritar.

-Walburga: ¡ERES UNA DESGRACIA, UNA DECEPCIÓN, UN TRAIDOR, MI MAYOR ERROR, JAMAS TUVE QUE HABERTE TENIDO, DEBÍ DE ABERTE MATADO NADA MAS NACER Y HABER TENIDO ÚNICAMENTE A RÉGULUS, NO A TI!- Sirius bajó la mirada mientras que sus ojos se cristalizaban y tapaba sus oídos. Dolía, dolía oír todas esas palabras de tu propia madre- ¡NO TE TAPES LOS OIDOS CUANDO TE HABLO!- Forcejeo con su hijo para destaparselos llevándose el chico otra bofetada de su madre- ¡¿CUANDO PIENSAS ENORGULLECERNOS?!

-Sirius: Lo estoy intentando, de verdad que lo intento, pero no puedo mientras que no piense igual que ustedes- comentó con lágrimas en sus ojos y la voz rota-.

-Walburga: ¡EN ESE CASO HABRÁ QUE CAMBIAR TU FORMA DE PENSAR! ¡CRUCIO!

Sirius comenzó a retorcerse de dolor mientras que su madre seguía hablando de la decepción que era. Poco después la mujer paró mirando nuevamente a su hijo quién se encontraba recostado en el suelo con la respiración agitada y su cuerpo aún adolorido por la maldición. Quería que su hijo sufriera, pero tampoco quería matarlo ni llevarlo a la locura, no aún. Walburga suspiró hondo.

-Walburga: Sirius, hijo, no tenemos que hacer esto por las malas, sabes que a nosotros no nos cuesta nada castigarte- se agachó a la altura de su hijo- Solo compórtate como el primogénito que eres y deja de desobedecernos.

-Sirius: ¡No!- Walburga bufó-.

-Walburga: Bien, tendremos que probar de nuevo- se levantó varita en mano- ¡CRUCIO!

El Black comenzó a retorcerse nuevamente de dolor mientras que Walburga, al ver el miedo en la mirada de su hijo mayor, endureció el hechizo provocando un dolor aún más fuerte. Pero una vez más se detuvo.

-Walburga: ¡DEJA DE JUNTARTE CON SANGRE SUCIAS Y TRAIDORES! ¡OBEDÉCENOS!

-Sirius: ¡QUE NO!- Elevó la voz-.

-Walburga: ¡¿COMO OSAS ELEVARME EL TONO DE VOZ, MALDITO RENACUAJO?!

-Sirius: ¡ESTÁS LOCA!

Orión, enfurecido, se levantó se su sillón y se acercó con paso acelerado hacia su hijo quien se mantuvo en su sitio.

-Orión: ¡YA ES SUFICIENTE!- Entonces el mayor terror de Sirius hizo su presencia- Si los hechizos no funcionan contigo habrá que probar otra manera, inclínate sobre el escritorio- Orión avanzó hacia el lugar indicado pero al ver que Sirius no se movía se giró y lo miró a los ojos avanzando nuevamente hacia el- ¡INCLÍNATE!

-Sirius: No... No porfavor...- pidió desesperadamente-.

-Orión: Dije que te inclines... ¡AHORA!

-Sirius: Papá, no... porfavor... Te lo suplico- su labio inferior comenzó a temblar-.

-Orión: ¡HAZLO! ¡INCLINATE! ¡ES UNA ORDEN!

Con paso tembloroso Sirius hizo caso. Una vez allí, su madre pronunció un hechizo "Incarcerous*" que ató fuertemente a su hijo dejándolo inmóvil contra el escritorio.

-Walburga: Parece ser que vas a tener nuevas cicatrices para tu colección- susurró con malicia al oído de su hijo antes de que este recibiera el primer latigazo.

Orión continuó golpeándolo mientras que Walburga observaba la escena con gracia.

Cada golpe iba acompañado de gritos de dolor del niño de tan solo 12 años. La camisa ya estaba rasgada y se pegaba a la piel del jóven mediante la sangre que brotaba de su espalda. El forcejeaba pero eso solo le provocaba grandes quemaduras en sus muñecas por las gruesas cuerdas. Quería huir, pero no podía, quería gritar, pero su garganta ya no emitía ningún sonido, quería llorar, pero sus ojos estaban completamente secos.

Merlín sabe el tiempo que pasó, pero después de bastantes azotes y súplicas, los dos adultos se detuvieron, liberando a su hijo mayor, su primogénito, y dejándolo tirado en el suelo con un charco de sangre a su alrededor y unas heridas que tardarían semanas en cicatrizar.

Nada más abrir la puerta vieron a un joven de cabello azabache, piel pálida, de ojos grisáceos y los mismos rasgos aristotélicos de los Black. Tenía un gran parecido con Sirius pero este era ligeramente más bajo y tenía el pelo más corto.

El chico tenía los ojos llorosos y se tensó al ver a sus padres salir de aquella habitación, Walburga con su sonrisa maliciosa y Orión con su mirada de autoridad.

Cuando los adultos se marcharon, Regulus corrió a ayudar a su hermano quien aún seguía tirado en el suelo a punto del desmayo. Al ver el estado en el que estaba se asustó, "esta vez han ido demasiado lejos" pensó.

-Regulus: ¡Sirius! ¿Cómo estás?

-Sirius: Me duele todo- habló con un hilo de voz-.

-Regulus: Tengo que curarte esto, ¿crees que puedes levantarte?- con varios quejidos de dolor por parte del mayor, este logró ponerse en pie- Vamos, no vayas muy deprisa, estás débil.

Una vez que subieron a la habitación del mayor, Regulus, con ayuda del elfo doméstico de los Black, desinfectó y cerró las heridas de su hermano, y lo ayudó a cambiarse de ropa. Ya era tarde así que una vez que Sirius se acostó, Regulus se dispuso a irse de la habitación de su hermano.

-Sirius: Gracias Reg, no sé qué haría sin ti- besó su cabeza-.

-Regulus: No hay de que, eres mi hermano y ni papá ni mamá podrán cambiar eso- sonrió y salió de la habitación-.

Y entonces el Black mayor se desmayó.

¡Hola! Bueno, solo explicaros el hechizo de "Incarcerous" si es que no sabíais ya sus efectos

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¡Hola! Bueno, solo explicaros el hechizo de "Incarcerous" si es que no sabíais ya sus efectos. Bueno, este hechizo "invoca unas cuerdas gruesas que salen disparadas desde la punta de la varita, atando fuertemente a su objetivo".

Un 😘
La autora 💚🖤🐍

ՏᎻᏆΝᎬՏͲᎪᎡՏ /ѕιяιυѕ ϐℓαϲκ/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora