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-Elara: ¡JAMES CHARLUS FLEAMONT HENRY POTTER! ¡O TE DAS PRISA O ME VOY SIN TI!

Había llegado el momento de volver a Hogwarts después de las vacaciones de navidad y, como de costumbre, a James le faltaba algo.

-James: ¡DEJA DE GRITARME Y AYÚDAME A ENCONTRAR MIS GAFAS!- Chilló de vuelta-.

-Elara: ¡YO NO ENTIENDO PORQUE UTILIZAS ESAS HORRIBLES GAFAS SI HAY HECHIZOS PARA LA VISTA!

-Euphemia: ¡Niños! ¡Dejad ya de chillar!- gritó desde el salón- Bajad ya.

Los mellizos habían estado chillando cada uno desde una punta de la casa mientras buscaban las gafas de James. Cuando su madre los llamó, corrieron hacia las escaleras pero, al haber un miope con menos capacidad visual que una oruga, terminó empujando a su hermana, y cayendo ambos escaleras abajo.

-Fleamont: ¡NIÑOS! ¿Estáis bien?- preguntó preocupado-.

-Elara: Perfectamente. James ¿sigues igual de tonto o estás aún peor?- miró a su hermano mientras se sobaba la cabeza-.

-James: Creo que sigo igual... ¡Mis gafas!- dijo mientras las sacaba de su bolsillo-.

-¡JAMES!- chillaron todos con indignación. Llevaban buscando esas dichosas gafas tres cuartos de hora-.

-James: Perdón, perdón- dijo con una sonrisa-.

Padres e hijos llegaron a la estación con apenas 10 minutos de antelación. Cada uno besó la cabeza de los chicos antes de que estos corriesen hacia el tren.

Una vez dentro, buscaron a sus compañeros en el mismo compartimento de principio de curso, en el cual habían tallado sus iniciales y la palabra "Merodeadores" junto a la fecha "01/09/1971", fecha en la que por primera vez pisaron aquel tren.

Encontraron el compartimento y entraron. Aunque esta vez, en vez de encontrarse a un chico de cabellos azabaches, se encontraron a su amigo Remus Lupin.

-Elara: ¡Remu! ¿Cómo estás Remsie?- dijo dándole un abrazo-.

-Remus: Bien, ¿que tal vosotros?- preguntó con una sonrisa que se parecía más a una mueca. Sus huesos aún adoloridos por la última luna llena-.

James y yo comenzamos a relatar nuestras Navidades hasta que fuimos interrumpidos por la apertura de la puerta del compartimento.

-James: ¡Peter!

-Peter: Bueno, aquí estoy- comentó sonriendo- ¿Que tal todo?

Tanto James como yo continuamos con nuestro relato hasta que nuevamente fuimos interrumpidos por la puerta. Esta vez entró el merodeador restante.

Todos nos quedamos en silencio mirándolo mientras él guardaba su baúl y fulminaba a Peter con la mirada.

-Remus: ¿Hola?

-Sirius: Hola- comentó secamente y desvió la mirada hacia el exterior del tren donde aún se podía ver la estación. Fijó su atención a su madre la cual ahora mismo discutía con una pobre mujer de ropa desgastada que solamente le había rozado un poco el brazo-.

-Elara: ¿Todo bien?

-Sirius: Sí- contestó aún mirando por la ventana- Ahora sí.

Casi 10 horas después fuimos recibidos por la calidez del Gran Comendor y un gran manjar como cena. Cómo era costumbre, había todo tipo de platos.

-Lily: ¡Elara! ¿Como estás?- preguntó dándole un abrazo-.

-James: ¡Lily-Flor!

-Lily: Ay no- suspiró- ¡Nos vemos luego Ela!- se marchó-.

ՏᎻᏆΝᎬՏͲᎪᎡՏ /ѕιяιυѕ ϐℓαϲκ/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora