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.16.

Una tarde de abril me encontraba sin nada que hacer. Remus había vuelto a desaparecer, Sirius y James estaban tumbados en sus respectivas camas pasándose una snich que papá le había regalado a James en nuestro último cumpleaños, y Peter estaba durmiendo.

-Elara: ¿No os parece raro?- pregunté-.

James y Sirius dejaron lo que estaban y me miraron como diciendo "continua hablando mujer, que has dejado la información a medias".

-Elara: Remus desaparece cada mes y vuelve siempre con nuevos rasguños.

-James: Remus es muy torpe, se habría caído.

-Elara: ¿Cada mes?

-Sirius: Dijo que su madre había enfermado.

-Elara: Vuelvo a preguntar, ¿Cada mes?

Nos quedamos en silencio, solo acompañados por los ronquidos de Peter.

-James: Su madre está con cáncer, es normal que se vaya a verla.

-Elara: Si, eso lo se pero dijo que había mejorado.

-Sirius: ¿Que insinúas?

Los miré a los ojos.

-Elara: Creo que nos oculta algo, y pienso descubrirlo.

-James: Pero si no nos dice "Eso" será por alguna razón. Mejor déjalo estar, Elara.

-Elara: No pienso dejar un tema zanjado cuando atenta contra la salud de mis amigos. Entiendo que guarde secretos, ¡Pero esto ya es preocupante!

-Sirius: ¿Alguna idea de lo que pueda ser?

Negué.

-Elara: No, pero lo descubriré. No pienso dejar que nada ni nadie os haga daño. Ni a vosotros, ni a Peter, ni a Remus, ni a las chicas ni a nadie- me miraron- Y ahora, me voy a mí habitación. Hace mucho que no pasó tiempo con las ellas.

Les di un beso en la mejilla a cada uno, y me fui a mi cuarto.

-Elara: Holaa- Saludé-.

-Marlene: Vuelve la niña prófuga.

-Elara: ¿Quieres dejar de llamarme así?

-Marlene: Nop- yo rodé los ojos-.

Lily estaba tumbada en su cama leyendo un libro muggle, Alice estaba ojeando una revista de moda, Molly estaba respondiendo su correspondencia, y Marlene la verdad es que no se qué estaba haciendo. Se encontraba en la cama pero con medio cuerpo dentro de su baúl.

-Alice: ¿Vas a quedarte?- me preguntó-.

-Elara: Claro.

-Molly: ¡Genial! ¡Día de chicas!

-Marlene: ¿Alguien ha visto mis pendientes?- se le oyó a Marlene decir de fondo-.

-Elara: Allí, debajo de la cama.

-Marlene: Gracias.

Sacó la cabeza del baúl quedándose con un nido de pájaros en la cabeza.

-Lily: Bien, ¿Por donde empezamos?

Rápidamente Alice se agachó y sacó de debajo de su cama una enorme caja con pintauñas.

Los ordenó por colores y nos miró con una sonrisa. Tranquilamente podría haber allí unos cincuenta pintauñas sin ningún color repetido.

-Elara: Tu eres una friki de los pintauñas.

-Alice: Puede, ¿Quién empieza?- continúo con la sonrisa en su rostro-.