Te Quiero

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Pov: Karla

Los días pasan y parece que estamos seguros aquí. De un campamento provisional ha pasado a ser mi hogar. Apenas llevamos dos semanas aquí pero siento como si llevaramos toda la vida.

Mich y yo cada vez somos más cercanas, sobre todo ahora que Enzo ha perdido la razón y no me dirige la palabra, haciendo como si no existiese. Apenas nos miramos y cuando eso ocurre siempre son malas caras. Yo no le odio, solo me da rabia que piense cosas que no son,que no me entienda, que sea tan desconfiado cuando lo que necesitamos es confiar los unos en los otros y ayudarnos mutuamente.

La relación entre Enzo y Mich cada vez esta más tensa. Se miran con cara de odio a muerte.
Mich me ha prometido que no va a buscar pelea, pero que, si Enzo la busca, se defenderá y yo he aceptado. Cada uno entrena por separado, no pueden verse las caras y Larry no se fía de ninguno cuando estan juntos desde aquella vez que Enzo intento matar a Mich. ¿Qué le asegura que no volverá a hacerlo?

Amy y yo nos hemos hecho, sorprendentemente, muy amigas. Al principio no me inspiraba nada de confianza, pero desde que me salvó la vida me ha empezado a caer muy bien.
No como Yael, del que aun desconfío, aunque su prima Amy diga que es muy buen niño. No confío mucho en el más que nada porque pasa mucho tiempo con Enzo. Yael dice que es como un hermano mayor para el. Y empiezo a sospechar que Enzo ha puesto a Yael en mi contra, ya que apenas me habla y no me pone muy buena cara.

Mich y yo procuramos no mostrar nuestro "acercamiento" cuando hay gente delante. Y como casi siempre hay alguien por algún que otro callejón, encerrarnos en el baño es nuestra única opción, a menos que esperemos a que todos duerman.

Es de noche y todos duermen. Menos Mich y yo, que aprovechamos y nos escabullimos en silencio de los sacos de dormir tras haber pasado una hora haciendonos las dormidas para asegurarnos que nos podiamos escapar sin que nos oyeran.

Y así es. Una vez fuera de la cueva-dormitorio,le cojo la mano a Mich y vamos a visitar la sala de armas. Ella me va a enseñar a coger una pistola y apuntar, aunque no vamos a disparar, no queremos despertar a nadie ni atraer a los zombies que, por cierto, hace ya un tiempo que no veo a ninguno.

Mich me pasa una pistola, con mala cara.

-¿Qué te pasa?-Le pregunto cogiendo la pistola.

-Que no tiene sentido perder el tiempo por esto cuando podemos estar basándonos. Piénsalo...-Dice y me río.

-No,Mich, ya te he dicho que quiero aprender. Y Larry no me deja, cree que no soy lo suficientemente mayor y que no voy a saber manejar una pistola.-

-Lo sé, lo sé ¿pero no prefieres una clase de como besar?-Me dice ella sonriendome de lado.

-No, tenemos todo el tiempo del mundo. Ahora dime como utilizar esto.-Digo dandole vueltas a la pistola con la mano.

Mich suspira y me enseña como sujetar la pistola, cómo manejar, cómo recargarla y apuntar.

-Ya sólo te falta tener un objetivo para perfeccionar tu puntería.-Me dice y le apunto directamente al pecho, sonriendo malvada.
Ella se sorprende un poco al principio,pero después comprende que es una broma. Sonríe divertida y alza las manos.

-Oh,¿Qué vas a hacerme? ¡no me mates, soy muy joven para morir!-Dice en tono dramática y yo me acerco más a ella con la pistola apuntando a su pecho.

-Diga Adiós, señorita Michelle.-Le digo seria, intentando que se crea que la voy a matar.

-Karla, me estas empezando a asustar de verdad.-Dice ella poniéndose seria-No juegues con eso, no es ningún juguete.-

-Y más te vas a asustar-Susurro en un tono malicioso y le apunto en la cabeza.

-Baja eso-Dice seria.

-¿Cómo se pide?-

-Por favor...-Dice con cara de súplica y me echo a reír a la vez que dejo caer la pistola en el suelo.

Me acerco a ella y le rodeo la cintura con los brazos.

-Deberías de haberte visto.-Digo riéndome aún.

-No me hace gracia. Llegué a pensar que no te importaba una mierda, que me estabas traicionando, que todo lo nuestro había sido una farsa.-Dice y por el tono de su voz, me doy cuenta de lo que he hecho.

-¿En serio? Lo siento mucho, Mich. Solo quería hacerte una broma, nada más. ¿Me disculpas?-

-Claro que sí-Dice y me besa en la frente- Te perdonaría aunque me hubieses matado.-

La beso, no puedo evitarlo al decirme cosas como esas. Estoy empezando a sentir algo muy profundo por la chica,algo que cada vez va a más y más.

-Ojalá nada nos separe nunca.-le susurro mientras la beso.

-Nada nos separará jamás.-Me dice y se separa de mí.

Saca algo de su bolsillo, una venda celeste. Me la enrolla alrededor de los ojos. Yo no digo nada, solo me muerdo el labio.

-Tengo una sorpresa para ti.- me susurra en el cuello y me entra un pequeño escalofrío.

Me coge de la mano y me conduce hasta una habitación.
Me besa el cuello mientras me quita la venda de los ojos y me quedo sorprendida cuando lo veo.
Es una sala del campamento que aún estaba vacía, solo había trastos viejos y sucios.  Pero este no se parece en nada al lugar que era.

Hay un mantel rojo en el suelo y velas alrededor. En el centro hay un canasto con fresas,manzanas, cerezas, ¡Una tableta de chocolate! Y ¡Champán!, cosas que no pruebo desde hace lo que parece una eternidad. Bueno, el champán no lo he probado nunca.

Me volteo hacía Mich, sorprendida.

-¿Cómo...cómo has hecho todo esto?-

-Buscando por todo el campamento mientras todo dormían,incluso tú. Me ha costado lo suyo esconder las cosas.-Me dice y la abrazo.

Nos sentamos en el mantel. Coge las dos copas que hay al lado del champán y las llena. Me pasa una y pruebo un sorbito.

-Me encanta. Es como si estuviera en el cielo.-Digo saboreando.

-¿Nunca lo habías probado?-Pregunta ella y yo niego.

Ahora mismo me siento en la gloria, no podría describirlo con otra palabra. Todo esto que me ha preparado en una situación como esta, obligadas a vivir de una manera totalmente diferente, se ha convertido en algo mágico.

Mich aparta su copa y también la mía para tumbarse sobre mí,encima del mantel rojo.
Pone sus manos en mi cintura y empieza a besarme el cuello.

-Te quiero-Me susurra, la primera vez que me dice esas palabras y siento un nudo en el pecho porque no sé si yo siento lo mismo, no lo había establecido aún.

-Te quiero...-Le susurro en un arrebato de pasión y nos dejamos llevar la una con la otra.

Dead WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora