A La Oscuridad

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Pov: Karla

Otra vez. Hay zombies por todas partes. Volvemos a estar acorralados, aprisionados.
Y esta vez la única escapatoria que existe es ir por la calle de nuestra izquierda, es por donde hay menos zombies.

-¡Por allí!- indico, y Enzo mira a su izquierda, su cara denota alivio, creo no se habia fijado en esa calle.

-Hay unos cuantos zombies, pero no son muchos. Nos la podremos apañar.-dice Yael y todos echamos a correr hacia nuestra izquierda mientras los otros zombies vienen hacia nosotros.

Todos sabemos que es nuestra única oportunidad de salir de aquí con vida.

Enzo saca un cuchillo,los demás también. Yo saco el mio de mi cinturón y me dirijo a un zombie que viene directo a mi.

Es más alto que yo y si lo ataco de frente, me mordera. Necesito pensar rápido, necesito hacer esto rápido para que los demás zombies no nos alcancen.

Cuando estoy a un paso de él, paso por su lado con rapidez y me coloco detrás de él. Antes de que se dé cuenta de dónde estoy, clavo mi cuchillo con todas mis fuerzas por la parte baja de su cabeza. El cuchillo atraviesa oblicuamente el cuello y va a parar al cerebro. El zombie se derrumba, le saco el cuchillo rápidamente y sigo adelante sin mirar atrás.

Veo camino libre si sigo recto, pero me desvío para atacar a otro zombie que esta cerca de Enzo. Me acerco por detrás del zombie y lo mato. Estoy aterrada pero tengo que intentar ser fuerte. Por mi,por Enzo y por los demás.

Se nos aproximan otros cuantos por delante, pero hay bastante espacio para pasar entre ellos y no podemos perder más tiempo matando zombies sino queremos que nos atrapen los miles que se nos acercan desde nuestras espaldas. Miro a los demás y parece que piensan lo mismo. Mi mejor amigo asiente con la cabeza.

Corran!- grita el y lo hacemos. Pasamos entre los zombies sin que nos atrapen. Tenemos que seguir corriendo sin parar, la gran multitud de ellos,que vienen desde detrás, están cada vez más cerca.

Queda poco para que acabe la calle y entonces tendremos más opciones que sólo seguir recto.

Nos paramos todos a la vez. No nos esperábamos esto. Otra multitud casi igual que la que nos persigue por detrás aparecen por las esquinas del final de esta calle.

Ahora sí que sí, estamos perdidos.

No nos daría tiempo ni de entrar a un edificio, las puertas están cerradas y tardaríamos demasiado en abrirlas a la fuerza.

Un callejón sin salida.

"Tranquila, Karla. Cálmate. Mira a Mich, a sus ojos. Si, eso es, mucho mejor. Los gruñidos de los zombies disminuyen."

Por aquí!- dice la esperanzadora voz de Yael.

Vuelvo a la realidad.

Yael se dirige a una alcantarilla que hay en el suelo. ¡No me había fijado! De nuevo, puede que encontremos nuestra salvación tras una posible muerte inminente.

Enzo y Yael abren la alcantarilla, echan un vistazo rápido abajo.

-No hay nada, ¡Vamos!- grita Yael urgente.

Amy y Mich pasan primero,bajando por una escalerilla.
Yo estoy más lejos que Enzo y Yael, asi que estos bajan primero para no perder tiempo, no disponemos ni de un segundo.

Llego y me meto por la alcantarilla. La cierro un segundo antes de que lleguen los zombies y me atrapen con sus asquerosas manos.

El cierre brusco de la alcantarilla retumba en mis oídos y me producen un fuerte mareo.

De repente, se hace el silencio, interrumpido por un fuerte pitido.

Mi cerebro pierde el control de la situación.

Se me olvida respirar.

Mis manos resbalan de los barrotes y caigo...

Caigo a la oscuridad...

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