Por Ahora

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Pov: Enzo

Ha pasado un mes, un mes lleno de lágrimas,un mes en el que nos hemos ido acostumbrando a nuestras nuevas vidas, en el que hemos estado estableciendo el refugio como un nuevo hogar y asimilando que los zombies son una amenaza que no solo esta azotando Estados Unidos, sino el resto del mundo, aunque claro, son teorías.

Yo, por mi parte, apenas he derramado más lágrimas que las que derrame los primeros días. Ahora lo veo todo más oscuro,más peligroso.
Desconfío absolutamente de todo el mundo, incluso de Yael,apesar de ser buenos amigos. Todo me parece mal. No hay ni un segundo que pueda estar tranquilo, siempre estoy al acecho de algo que me pueda perjudicar.
Porque no quiero que nada me haga daño. No más daño de lo que me hizo el ver a mis padres convertidos en zombies. Muchas veces noto mareos o pequeñas confusiones y no estoy al tanto de lo que hago, como si estuviese en un estado de embriaguez. Pero siempre lo acabo superando y volviendo a la mísera realidad. Una realidad distinta a la de antes. Una realidad que no me gusta, a pesar de haber deseado alguna que otra vez que todo cambiará porque mi vida anterior era muy aburrida.
Hoy no entreno. Ya estoy preparado,según Larry. Y hoy pondré en práctica todo lo que nos ha enseñado. Tengo que salir a la superficie con él, el joven médico Paul y la estúpida de Mich. Sigo sin dirigirle la palabra y no quiero tener que hacer equipo con ella, pero esta vez no me queda de otra. O los acompaño a buscar provisiones en la superficie o me echan del campamento y de momento no quiero eso, de momento.

Una vez que los cuatro nos encontramos en la entrada (Yo soy el último en llegar), Larry abre la reja y salimos.

De momento, esta vacío de zombies,reina el silencio y eso parece ser una buena señal. Larry nos dirige a la alcantarilla más próxima que da a la superficie de San Rafael. Él va primero, seguido por Paul y yo y la fastidiosa de Mich al final.

Larry empuja despacio la tapa de la alcantarilla hacia arriba y se asoma por ella. La aparta y nos mira sonriendo.

-Parece que hoy es nuestro día de suerte. No hay ni un sólo caminante a la vista.-Nos informa y sale a la superficie. Los demás salimos después de él y comprobamos que,efectivamente, no hay ni un alma en pie por la calle.

-¿Adónde vamos ahora?-Pregunto y toco la pistola de mi cinturón. Larry nos regaló una a mí y otra a Mich cuando completamos la instrucción.

-No podemos arriesgarnos a ir hasta un supermercado o cualquier tienducha. Los caminantes pueden estar por cualquier parte, en grupo. Así que nos limitaremos a entrar en un edificio y coger todo lo que haya.-Dice Larry

-¡¿Qué?! ¿en un edificio? ¿sabes lo peligroso que es eso?-Dice Mich.

-¿Estás asustada?-Le pregunto con una sonrisa divertida en el rostro.

-A mí ni me hables,Bicho.-Me dice.

-Vamos a entrar a un edificio y no se habla más.-Dice Larry

-Exacto.-Asiento

Se me pasan por la cabeza miles de ideas para matar a Mich. En un edificio será más fácil. Puedo encerrarla en una casa con zombies, empujarla por las escaleras, o simplemente pegarle un tiro como la otra vez, pero más cerca,esta vez no puedo fallar.

Hay unos cuantos edificios con la puerta abierta pero entramos por uno que a Larry le daba buena espina.

-Callense y estén atentos a cualquier mínimo ruido. Tenemos que encontrar una puerta de un piso que esté abierta.-Nos dice Larry y asentimos.

En el piso bajo,las puertas estan cerradas así que subimos lentamente las escaleras hacía el primer piso. Caminamos sin hacer ruido, con una tensión máxima en el ambiente. Noto una bola en el estómago,comprendo que estoy asustado. Apenas respiro. De cualquier parte puede salir esos gruñidos que tanta pesadilla me están dando últimamente.

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