Cansancio

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Pov: Mich

Ella me despierta de mi prufundo sueño. Me mueve por los hombros, yo abro los ojos lentamente, aún cansada,agotada.
La miro y veo que tiene lágrimas en los ojos.

-Eh...-le limpio las lágrimas-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?-voy a abrazarla pero ella se aparta.

-¿Cuándo pensabas decírmelo?-me pregunta y por un instante me temo que haya descubierto la marca del mordisco. En realidad, no es un mordisco, el zombie no llegó a morderme, solo logró rozar sus dientes en mi piel dejándome una pequeña marca,pero no apretó. La descubrí mientras nos marchabamos de San Anselmo, pero decidí no decir nada por no preocupar a nadie y porque,en definitiva, no es nada. Esto no puede matarme, la infección no ha penetrado en mi piel, estoy bien.

-¿Decirte qué?-pregunto intentando hacerme la sorprendida.

-No te hagas la tonta.-me dice duramente y me sube la manga del brazo en el que tengo la marca rojiza del mordisco.

-No es nada, Karla, en serio.-le sonrío levemente-No llegó a morderme. Y no quería preocuparte. Porque no es nada.-vuelvo a repetir.

-¿Entonces cómo explicas que estés sudando?-dice tocándome la frente-Además, pareces cansada.-

-Seguramente solo es fiebre-me encojo de hombros y la miro fijamente-Karla, no es nada,sino ya estaría convertida,y estaría fría,no caliente. ¿No viste lo rápido que se convirtió Kate y cómo estaba?-

-No sé yo...-suspira ella no muy convencida-A ella le desgarraron la piel, a ti no. Quizás...-

-Déjalo, Karla, no lo pienses. Estoy bien. Solo un poco cansada y mareada. Aunque haya aparecido la enfermedad esta que convierte a uno en zombie, no han desaparecido las demás enfermedades, habré cogido una gripe.-le digo, y es lo que creo.

-Bueno,te traeré algo.-dice Karla y se aleja.

Al rato me trae una pastilla y un vaso de agua.

-Tómala,es para el mareo. Por suerte, habia algunos medicamentos en el botiquín.-me dice sonriendome dulcemente y hago lo que me pide.

-Gracias.-le susurro y se acerca a mí a darme un beso en la comisura de los labios.

-De nada.-

-Mmm...eso me ha sabido a poco...-le digo con una sonrisita juguetona y se acerca a darme un beso largo.

-Te quiero.-me susurra.

-Te amo.-le susurro y nos quedamos en el asiento del acompañante mientras Larry conduce, haciendo caso omiso de nosotras.

Cuando estoy a punto de cerrar los ojos, el movimiento de la caravana me despierta. Frena y vuelve a acelerar y así unas cuentas veces hasta que frena por completo.

Larry intenta arrancar pero ya no puede. Le da un golpe fuerte al volante,desesperado,y suena el claxon.

Mierda!-farfulla.

-¿Qué paso?-oigo una voz desde atrás,la voz de Enzo.

-Algo falla. Y no es la gasolina porque todavia le queda mucha.-

-¿Y qué es?-le pregunto.

-No lo sé, voy a mirar.-dice Larry y sale de la caravana.

Por los cristales delanteros observo a Larry revisando el capó. Su cara se asombra cuando parece ver algo. Saca algo que parecen vísceras. No, no lo parecen, lo son. Órganos de los zombies a los que atropelló con la caravana,seguramente.
Sigue sacando las asquerosas vísceras hasta que parece que ya no hay más.

-¡Que asco!-murmuro cuando vuelve al asiento del conductor.

-Y todavía quedan.-

-¿Si?-

Larry asiente.

-Pero es imposible de sacar, vamos a ver si tenemos suerte y arranca.-

Larry gira las llaves e intenta arrancar. Pero él no pierde la esperanza y sigue intentándolo hasta que se da por vencido y golpea de nuevo el volante.

-¡Joder!-grita.

-¿Y no puedes hacer nada?-le pregunta Yael,que se acerca a los asientos delanteros.

-No soy mecánico.-suspira-Vamos a tener que continuar andando.-

Y de pronto me fijo en donde nos encontramos, estamos en una calle desolada de San Anselmo,libre de zombies por lo que se ve, pero vamos a tener que ir con cuidado, ellos todavía caminan por el pueblo.

Cogemos provisiones para el viaje y salimos de la caravana.

-¿Adónde vamos exactamente?-le pregunta Enzo a Larry.

-Primero,a encontrar otro coche. Segundo, a viajar hasta un desierto que hay a unos kilómetros. Allí no habrá granjas alrededor ni casas sueltas donde hay caminantes, no puede haber nada más seguro.-

-¿Y vamos a tener que pasar por el pueblo?-suspira Yael.

-Otra opción no nos queda.-responde Larry y caminamos por una carretera desierta.

Encontramos unos cuantos coches pero todos están cerrados y no podemos romper ninguna ventanilla para no atraer a los zombies que puede que estén ocultos a nuestra vista.

En el interior de algunos coches hay personas,algunas muertas y otras convertidas, que al vernos dirigen sus brazos hacia nosotros, en vano, porque están atrapados dentro de los coches.

Me encuentro mal, pero intento aparentar que estoy bien. Hago un esfuerzo por caminar al ritmo de mis compañeros. Estoy cansada,sumamente cansada, y empiezo a sentir un profundo mareo, pero no digo nada,no tengo que preocupar a nadie. Seguimos caminando, cada vez a un ritmo mayor.

Yo me quedo atrás y Karla se da cuenta.

-Ey,¿estás bien?-

-Es el cansancio...-suspiro,lo que creo que es cierto.

-Oye,Larry,Mich no se encuentra muy bien. ¿No deberíamos parar un rato y descansar?-le pregunta Karla.

-No podemos.-contesta él y se dirige a mí-¿Qué es lo que te pasa?-

-Nada, estoy bien, solo un poco cansada.-le respondo.

-Aguanta un poco más hasta que encontremos un vehículo en condiciones y entonces podrás descansar.-me dice y asiento.

Seguimos caminando, falta poco para salir del pueblo. Hemos cogido por el camino más alejado posible del centro hasta casi llegar a la autopista que queremos tomar y no nos hemos encontrado ningún coche en condiciones. O estaban cerrados o estaban lo suficientemente estropeados por algún golpe. Hasta que vemos uno que parece estar en perfecto estado.
A Larry se le iluminan los ojos y se mete en el coche, que tenia las puertas delanteras entreabiertas.

La llave esta colgada en su sitio y Larry la gira.
El motor ruge y los demás nos montamos del tirón. ¡Por fin podré descansar!

Arranca el coche y empezamos a marcharnos de allí pero no dura ni dos metros. El coche se para de repente. El capote emite un poco de humo. Larry golpea el volante, lleno de frustración.

-¡Mierda, el motor!-

Y entonces los escuchamos. Nos han tenido que oír o si no, no sé como nos han encontrado,pero vienen hacia nosotros. Salen desde todas las calles, dejándonos con solo una escapatoria.

Salimos corriendo del coche y nos alejamos hacia el primer lugar que encontramos que nos parece seguro y al único en el que podemos ir, el ayuntamiento.

Corremos, queda poco para alcanzar las escaleras que dan a las puertas entreabiertas del ayuntamiento cuando oigo que alguien que va detrás mía se cae.

Me volteo pero apenas veo. Se me está nublando la vista, no sé si es por el cansancio.

-¡Yael!-grita una voz que creo que sé quién es pero no logro recordar.

Dead WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora