Provisiones

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Pov: Karla

Escucho a Enzo gritar y me imagino lo peor. Voy corriendo a su búsqueda. Si algo malo llegará a pasarle me sentiría muy culpable. No le hice caso y me escapé para coger agua mientras el se encargaba de la comida. Tendría que haberme quedado con él.

Voy hacía donde he escuchado su grito pero no lo encuentro.

-Karlaaa- escucho en un susurro y voy hacía la siguiente fila de estantes.
Enzo no esta solo. Le acompañan dos personas. Me pongo en actitud defensiva por si hay que pelear, pero enseguida me doy cuenta de que no son más que dos pendejos, más pequeños que yo. A una la conozco. Esta en un curso más bajo que el mío, aun que no se como se llama. Es bajita y bonita.
El otro tiene la misma estatura, de pelo rizado, no creo que sean hermanos, no se parecen en nada.

-Este es Yaeles - Presenta Enzo.

-Yael.- específica el chico de pelo rizado.

-Y está es Amy- dice señalando a la chica.

-Ajá- digo.-Un placer. Ahora, Vámonos.- le digo a mi mejor amigo y tiro de el.

-No podemos. Estan solos.- me dice Enzo.

-¿Y? Nosotros también lo estamos.-

-Por eso, si nos unimos somos más fuertes- insiste Enzo.

-Tranquilos, no nos hace falta nadie.- dice el chico.

-Yael!- le dice Amy a Yael, mirándolo duramente. En su mirada se nota el miedo que tiene, aun que el chico, Yael, no parece sentir nada. Sé que quieren quedarse con nosotros, pero cuanto más seamos, más duro va a ser todo esto. Más provisiones vamos a necesitar. Más peligro. O tal vez...más carnada para ellos.

-¿Karla.. no los ves? No son más que dos crías.- Me insiste Enzo.

-De crías nada eh!-Dice Yael. Parece que tenemos un bocazas en el grupo.

-A tomar por culo, que se queden con nosotros, pero que cada uno coja sus provisiones y nada de robar algo de los demás.- digo muy seria, no me gusta esta idea, pero se que Enzo no parará hasta salirse con la suya. Es igual de cabezota que yo. O incluso peor.

-Cogiste algo?- me pregunta Enzo

-Encontre una mochila-le muestro la mochila de color negro y la abro- Y agua.-

-Bien hecho pero que sea la última vez que te separas de mi.- me dice Enzo mirandome amenazante.

-¿Acaso eres mi padre?- le digo-No, asi que te callas.- le digo a Enzo.

-¿Hay más mochilas?- me pregunta haciendo caso omiso de lo que le he dicho. Asiento y le indico que me siga.
Llegamos al estante en el que venden maletas y cada uno coge una.

-Ahora que cada uno se ocupe de lo suyo.- Dice Enzo.

-Oh,¿ahora si podemos separarnos, papá?-le digo a Enzo sarcásticamente.

- Dejate de bromitas. Me he recorrido toda la tienda buscándote  y no he visto a ningún monstruo.- me dice Enzo.

-¿Asi los llamas? Sabes perfectamente lo que son.- le digo

-Muertos vivientes.- dice Amy.

-No hablaba contigo y no, son zombies.-

-Cada uno lo llama como quiera.-dice Enzo.

-Como digan, busquen provisiones nos espera un largo viaje. Nos vemos en la entrada.- digo y voy a buscar comida para mí,  cuando ya tengo la mochila llena a más no poder, me reúno con los demás en la entrada del supermercado.
Solo esta Enzo.

-¿Aún no han venido los niñitos de papá?....podemos irnos ahora mismo, librarnos de esta carga, estarán bien solos, te lo prometo.-

-no prometas algo imposible, yo me quedo.- dice y suspiro. A los pocos minutos llegan Yael y Amy.

-¿Listos?- les pregunta Enzo y ellos asienten. Llevan la mochila llena a tope, como yo y Enzo.

Salimos del supermercado.

Y por segunda vez en menos de un día, nos vemos acorralados por una manada de zombies.





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