Tiempo (Marcanne)

9._ Nuevos Aliados Parte 2

—¡hola willy!—habló de manera entusiasta la señora.

—hola nuevamente señor Wu— saludo una joven con tono de voz bajo.

El oficial se hizo aún lado para que pasarán. Al estar en la sala se quedaron mirando a la asiática.

—papá... Me están mirando feo.. Papá tus visitas me dan mala espina... Papá quiero salir de aquí—pensó la azabache comenzando a ponerse nerviosa.

—marcy cariño, ellas son las visitas que te mencioné.

—¿ella es marcy?—preguntó la joven de cabello rojizo—te imaginaba más alta.

—querida no la molestes—intervino la mujer.

La joven de rasgos asiáticos camino hacia donde se encontraba su padre, al estar con él extendido su brazo de forma amistosa por lo que la señora en vez de corresponderle como se debía se tiro a abrazarla.

—mi nombre es Clara Burke un placer conocerte joven marcy. ¡Wu me habla siempre de ti!—comentó la señora de cabello anaranjado y de igual manera retiro el abrazo.

—el gusto es mío, de igual forma el me habla de ti y agradezco que pueda contar con una amiga como tu—añadió la azabache.

—¿con que solo una amiga eh, William?—replicó la señora.

—disculpa mi ignorancia pero ¿quien eres tú?—pregunto la gamer a la pelirojiza.

—me llamo Marla Burke soy hija de Clara y claro conocida de tu padre—insinuó la chica.

—yo soy marcy Wu, y soy experta en los videojuegos aunque en estos días no he tenido tanto tiempo de jugar—rio torpemente la Wu menor provocando un interés en su padre.

—¿de que hablan?—preguntó el oficial curioso.

—de nada importante, marcy sólo me habla de lo buena que es en los videojuegos.

—¿te gustan los juegos?—pregunto la asiática.

—prefiero la literatura y la álgebra también resolver algo que sea demasiado interesante—respondió ella.

—me gustaría que se llevarán bien—comentó clara.

—también me agradaría que pasará eso—resoplo el señor wu.

—¿y que almorzamos?—preguntó la oficial mirando a su compañero.

—no tuve tiempo de preparar algo, así que iremos a comer a un restaurante—agregó el señor Wu mirando a su hija.

—¿y en donde comeremos?—Marla miró al oficial de manera atónita.

—¿han probado la comida tailandesa?.

—No...—agregaron al unísono tanto Marla como Clara.

—¡excelente!, conozco el lugar perfecto—William tomó las llaves de su auto y jalo consigo a su hija.

—¿papá? por qué te pusiste nervioso—cuestiono la azabache para seguir— no puedes dejar a la oficial ahí como si nada ¿no planeas invitarlas a subir?.

—si, claro que lo haré. Pero quiero decirte algo que puede cambiar nuestra relación—el señor Wu estuvo fijándose que no hubiera nadie que los escuchara.

—papá me estas asustando...

—te juro que te lo pensaba decir en su debido momento pero las cosas no salieron como esperaba—agregó el señor Wu nervioso.

—¿que tan malo tiene que ser para que me lo digas así?—la asiática volvió a entrar a su casa para ir por una sudadera amarilla y de paso traerse a la señora Burke junto a su hija.