Este capítulo lo narrará Ryan:
Volví a despertarme como las anteriores veces después de drogarme: mareado y confundido. Era de noche, la única luz era un rayo de luna que entraba por la ventana.
-Bruno ese hijo de puta. -Pensé. -Dónde carajos se habrá metido?
Me acerqué al interruptor y lo prendí, al hacerse la luz me percaté de que Bruno no se encontraba en mi habitación, por lo que decidí buscarlo por todo el apartamento. Mientras revisaba mi hogar me percaté que había dejado la puerta delantera abierta. Esto me hizo sentirme inseguro, no podía darme el lujo de cometer un error, ya que esto supondría una oportunidad para el asesino que andaba suelto. Al terminar mi recorrido, pude comprobar que Bruno había desaparecido. Cerré toda la casa y regresé a mi habitación, entonces oí el sonido de un papel escacharse. Revisé mi zapato y lo que encontré me hizo perder mi seguridad por completo: en el suelo había un papel rasgado. Lo recogí y me le quedé contemplando un instante, asustado lo abrí muy lentamente, decía: Mira por la ventana. La curiosidad pudo más que yo, volteé mi cabeza como decía en las instrucciones y lo que ví me aterrorizó completamente: un hombre vestido de negro con una máscara me estaba observando desde la ventana de una casa vecina, rápidamente cerré la ventana y puse el seguro, luego agarré mi celular y marqué el 911, pero no pude darle la opción de llamar, y si el asesino escuchaba las sirenas de la policía y decidía huir.
-Cuáles serían las consecuencias de pedir ayuda? -Me dije.
Me escondí debajo de la cama y me puse a esperar, no sin antes buscar el cuchillo que guardaba debajo del colchón de mi cama por seguridad. Ya abajo de la cama, agudicé el oído: cada ruido por leve que fuera me resultaba de lo más espeluznante.
-Está afuera, pronto vendrá por mí como hizo con mis amigos. -Me repetía en mi cabeza. -Qué hice para merecer esto Dios?
Pasó el tiempo y no ocurría nada, las horas sin dormir comenzaron a pasarme factura y poco a poco el sueño me fue venciendo a tal punto que me quedé dormido. Desperté a la mañana siguiente, recordé lo que había pasado anteriormente, por lo que salí de abajo de la cama con cautela. Revisé nuevamente el apartamento de arriba a bajo, para mi placer todo estaba como debía. No me arriesgué y abrí ninguna puerta ni ventana, por miedo de que ese cabrón todavía estuviese fuera, tomé mi celular y comprobé la hora: 10:00 am. No me lo pensé más y llamé a Frank, tenía que contarle todo lo que había sucedido.
-Frank necesito hablar de algo seriamente contigo. -Dije nerviosamente.
-Dime Ryan. Qué sucede? -Preguntó.
Le conté todo de principio a fin, desde la foto del cadáver de Miguel y Stacy, hasta el tenebroso avistamiento del asesino. Al final respondió:
-Entonces Bruno desapareció.
-Sí tal como te conté. -Dije.
-Mmmm, eso deja mucho en que pensar.
-Así es. -Me dije. -Crees tal vez que Bruno sea el asesino?
-No lo sé, pero hay una posibilidad, ya que, entró al grupo hace sólo unos meses y todavía sabemos muy poco sobre él. -Dijo Frank.
-Tienes toda la razón, ni siquiera sabemos dónde vive. -Dije.
-Exacto, en estos momentos es nuestro principal sospechoso. -Concluyó Frank.
-Publico en el grupo la foto de Miguel y Stacy?
-Hazlo, nuestros amigos merecen conocer la verdad.
-Ok, nos vemos por whatsapp pues.
-Dale.
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Amigos hasta la muerte
HorrorRyan un adolescente de 19 años que logra por fin independizarse de su familia y alquilar un apartamento para él solo. Nada puede ser mejor: fiestas con amigos, drogas, mujeres, etc, es lo que le espera, o eso es lo que piensa, porque su vida de juer...