Sucio gusano I

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Este capítulo lo narrará Marcos:

Eran las 10:00 pm, mi mamá y papá probablemente estarían viendo una de sus aburridas películas de amor en el televisor. Yo mientras tanto, estaba en mi cuarto, hace un rato estaba haciendo los deberes de la escuela, pero como no entendía los ejercicios de matemática, me terminé aburriendo y saqué mi celular para conectarme en Whatsapp. Me acosté en la cama solamente usando mis bóxer negros. Rápidamente fui a revisar el contacto de mi crush.

-Mierda. -Dije. -No hay forma de que la agarre conectada. -Pensé, viendo su hora de última vez.

Vi el contenido de sus estados: selfies, memes y frases motivadoras. Nada de que preocuparse, me alivié al no encontrar ningún estado en el cual saliera con otro chico. Comencé a ver su foto de perfil como unas 5 veces. Ella era hermosa, morena de ojos verdes, carismática y muy sexy, me había dicho que se llamaba Angie. Esperando que se volviera a conectar, sentí una gran necesidad de ahogar mis deseos sexuales, por lo que abrí el Chrome y escribí en el buscador la página porno: porhub. Este me envió a Google y pulsé en el enlace que ponía en la descripción, enviándome directamente a la página. Pasé un rato revisando todo los videos que tenían para ofrecer, hasta que me decidí por uno de dos mujeres teniendo sexo. Eran dos latinas cachondas, operadas obviamente jugando con sus cuerpos en una enfermería y dándose placer, bajé el volumen para que mis padres no escucharan nada raro, en el caso que se atrevieran a buscarme. Poco a poco fui deslizando mi mano derecha hacia mi pene ya erecto. Acaricié mis testículos previamente y ya completamente excitado, comencé a darme placer frotando mi miembro. En unos momentos me terminé corriendo y mi semen salió disparado en todas direcciones. Un leve placer me inundó por un momento.

-Ojalá perdiera la virginidad. -Me dije. -Al menos ya Miguel está muerto y  no podrá enterarse que todavía no me he acostado con ninguna mujer.

Complacido después de haberme masturbado y un poco más optimista, abrí de nuevo el Whatsapp. Para mi alegría: me salió una notificación de Angie.

-Hoy es mi día de suerte. -Pensé pulsando su chat.

Escribiendo en el Whatsapp:

Angie: Hola. Cómo estás?

Marcos: Fenomenal y tú?

Angie: Aburridilla como siempre.

Marcos: Eso está apunto de cambiar.

Angie: Por?

Marcos: Juguemos a un juego.

Angie: A qué te refieres?

Marcos: Verdad o reto.

Esperé un momento hasta que por fin escribió:

Angie: Vas a tener que esforzarte más si quieres mi pack 😜.

-Dios, se dio cuenta. Qué hago ahora? Cómo salgo de esta situación?

Marcos: Que graciosa eres, pero yo me refería a sólo hacer preguntas, no retos.

Envié el mensaje nervioso por el miedo a un segundo posible rechazo. 

Angie: Ahora sí, juguemos.

-Sí lo conseguí. -Pensé para mis adentros.

Angie: Yo empiezo.

Marcos: Ok. Cuándo fue tu primer beso?

Angie: A los 13 en la secundaria.

Angie: Mi turno. Eres virgen?

La pregunta que más temía responder, obviamente no iba a decir la verdad, por eso fue que mentí diciendo:

Amigos hasta la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora