༒︎Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 4༒︎

118 14 4
                                    


Alejar.

—Óscar —voltea a mi llamado —¿podemos hablar?

Asiente —no tardes por favor, quiero irme a casa.

—no te preocupes, seré breve.

Toma asiento lo más lejos de mi.

Maldita sea.

—necesito que te tomes unas vacaciones, te hará bien estar lejos de todo esto. De mi.

no, no voy a irme solo por que me lo pides.

—bien entonces, te exijo que tomes unas vacaciones, seguirás recibiendo tu sueldo y una bonificación por...hoy.

—tan fácil que es ¿no?


No entiendo que quiere decir.

—tan fácil es deshacerte de los que te quieren ver bien con un poco de dinero ¿no?


—Óscar —suspiro —por qué te quiero ver bien te estoy pidiendo esto. No te quiero cerca de mí, no hasta que tenga más control.

Óscar se pone de pie exaltado.

—¡¿y por qué no te atiendes?!, no estás bien Ariella y sé que lo sabes, ¿por que no pides ayuda?

—¿más?, estuve medicada desde que tengo 8 años, siempre viviendo de las etiquetas de la gente, ¡cuando yo no pedí esto!, ¿crees que es grato saber que puedes dañar todo lo que quieres en un chasquido?, no Óscar y, mientras pasa esto no te quiero aquí.

Óscar niega dolido y me recuerda a mamá cuando le decía que ya no quería tomar pastillas.

por favor —ruego.


Comparto una mirada de cansancio con Óscar, él que fue un padre para mí cuando más lo necesite.

—esta bien pero, si no funciona buscaremos ayuda ¿vale?

Asiento prometiendo algo que no voy a cumplir, jamás.


✧༺༻✧

—ten —Stefan pone sobre mi escritorio un folder, lo tomó y lo abro viendo el currículum de su nuevo asistente.

Su foto me llama la atención, su rostro parece hecho a mano, cincelado con los más finos pinceles. Parece que los dioses griegos se tomaron un gran tiempo para hacer a este hombre.

Esteban Davren

26 años

Phoenix, Arizona



—Martín me dijo que era el más adecuado para su puesto, no dudo de ello.

—sí Martín lo dijo es por que así tiene que ser.

Mis ojos no abandonan en ningún momento su rostro, sus ojos color verde me atraen y hacen que muchas vibraciones recorran mi cuerpo.

—¿Ariella?

Fijo molesta mi vista en Stefan.

—¿qué?

—presta atención, traigo también las gráficas de la empresa de este mes.

Le indico que me las muestre, la tablet se ilumina mostrando un gran aumento en las ganancias. Confío en mi ingenio con la empresa y en Stefan que es el que hace movimientos en mi nombre.


La ¿bella? y la bestia +²¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora