La ¿bella? y la bestia +²¹

༒︎Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 6༒︎

Óscar.

En la madrugada de hoy se encontró el cadáver de un hombre de aproximadamente 35 años, su cuerpo presentaba un corte en su yugular provocando un desangramiento llevándolo a una muerte instantánea.

El cuerpo fue encontrado en el callejón cercano al restaurante 5 estrellas D'Alce, por lo que los peritos derivan que pudo ser un atraco sin buen final para la víctima.

Aún no se sabe exactamente lo sucedido, hay muchas suposiciones pero lo que si se sabe es que esto; no estaba planeado. Seguiremos informando conforme se nos brinde más información, Lucía Wilde, BBC.

Apago el plasma, algo en mi pecho me alerta y no sé si sea por estas “vacaciones” obligadas o por que estoy algo alejado de Ariella y, el que ella este sin vigilancia me alerta. No por temor a que le pase algo. Al contrario, temo que algo haga.

He recibido información de la persona a quien se la encargue mientras venía a fingir mis vacaciones, mandándole mensajes de una isla en la cuál no estoy. Todo sacado de google y enviado directo a su número privado.

Me levanto, camino y camino por toda la habitación sin dejar de sentir esa opresión, igual a la que sentí cuando me despedí de Nadia, la madre de Ariella. Y jamás la volví a ver. Incapaz de quedarme tranquilo armo de nuevo mi valija y salgo de la habitación de hotel para regresar la ciudad y ver que todo esta bien con Ariella.

Espero que todo este bien.

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Introduzco la llave de la casa de Ariella y la puerta cede, me adentro a ella sin hacer ruido y escucho la voz de Ariella. Me acerco de puntillas hasta la estancia donde veo a Ariella dándole indicaciones a un hombre musculoso, con buena estatura, temible a ojos de cualquiera.

—Tienes que ser discreto, no quiero fallas. Y sin un rasguño —habla Ariella.

El hombre esta por responder pero nota mi presencia y alerta a Ariella que se levanta al verme, carraspea y el hombre pasa a su lado y sale de la casa. Ariella no habla, solo me observa.

Suspira —¿No se supone que estabas de vacaciones?

—Se supone, pero me aburrí.

—¿Aburrirte?, te di una buena cantidad para que fácil desaparecieras 7 meses. —comenta, como sí eso fuera súper importante.

Dejo la valija y tomo asiento con calma en el sofá grande, Ariella solo da media vuelta y se mantiene en pie, queriendome intimidar.

—Volví por que no confío en que estes bien sola —confieso.

—¿temes que sea un peligro? —sus ojos me escrutan sin piedad.

—Eso no es lo...

—¿que querías decir? —interrumpe —¿entonces?

Me levanto y me acerco a ella sin miedo alguno. Poso mis manos en sus brazos.

—Te conozco desde niña Ariella, conocí a tu madre, conozco a tu padre. Te quiero mucho y no quiero que te hagas daño. —la abrazó.