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|•Plegarias pt.3•|

⚠️Contenido sensible⚠️

Narrador omnisciente.

Todos llegaron a la finca que hace unas horas había comprado Michael para uso exclusivo de Ariella. Quien los viera diría que eran un gran equipo y lo eran.

Mientras Ariella cortaba, Michael limpiaba y en el fondo Ariella deseo que todo eso lo pudiera haber hecho con Esteban, pero no. Sus expectativas se rompieron cuando vio que Esteban nunca sería lo que ella quería.

¿Por qué la historia no había empezado bien?

¿Habría cambiado el trágico final que se plasmaba en la historia si Ariella hubiera comenzado bien?

Para nada, el estilo de Ariella no era ese, Ariella imponía, no pedía, y era obvio que no iba a pedir que Esteban la amará. Entonces desde ahí el final estaba decretado.

No podía tener en su vida a alguien que no la quería, igual que su madre, su padre y ahora Esteban.

Mientras conducía se imagino muchos escenarios, una vida feliz, Esteban amándola cada noche, y entre besos y caricias el que ella le dijera que la familia aumentaba.

Pequeños Davren Krimhilde corriendo por los jardines de su seguramente mansión, y ahí fue donde el golpe que le esperaba en la realidad impacto en ella.

Nunca tendría eso, nunca sería feliz y aunque tratara de hacer feliz a Acasia sabía que sería efímera esa felicidad superficial.
Un alma rota ofrecía los mejores sentimientos, pero su alma no estaba rota, su alma estaba enferma. Y un alma enferma solo podría ofrecer lo más oscuro del mal.

Esteban rogaba que a donde se dirigieran no estuviera la persona que hace unos momentos la boca de Ariella mencionara. Él había cometido el error, pero solo quería estar bien, quería saber lo que podría ser de su vida sin que Ariella Krimhilde estuviera a su acecho. Y por sus deseos, ahora alguien más pagaría.

La finca fue visualizada por todos, el extenso bosque no les impedía verla y a los presentes menos a Michael, Ariella y Keiran les recorrió un miedo.

Laura fue atada a una camilla quirúrgica, el efecto del sedante ya se le había pasado y por un pequeño momento se puso en los zapatos de Esteban, su inquietud al no poder hacer nada

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Laura fue atada a una camilla quirúrgica, el efecto del sedante ya se le había pasado y por un pequeño momento se puso en los zapatos de Esteban, su inquietud al no poder hacer nada. Michael se encargo de sostener con fuerza sus manos y pies a cada extremo de la camilla mientras Ariella se ponía una bata de médico sobre su ropa limpia y elegante.

La ¿bella? y la bestia +²¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora