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|•Mal•|

Ariella.

«Eres un mal Ariella y para mi fuiste una maldición que nunca aprendí a querer»

Cierro la libreta después de escribir un poco, mi cabeza duele y mi cuerpo esta tenso, observo la ventana del avión, ya esta hecho, la desaparición de Stefan va atraer demasiada atención por lo que me veo en la necesidad de dar una conferencia de prensa.

Masajeo mis sienes, odio ese medio, Nadia me hizo odiarlo, todo eso fue más importante que quien salió de su vagina. ¿Como pudo no amarme? Siempre era la mejor, siempre trate de ser lo que ella quería y aun así nunca se dio el tiempo de quererme.

Hija de puta.

Espero te estes pudriendo en el infierno malparida —susurro.

Subo despacio las escaleras, ya es tarde aquí en Londres y Esteban ya debe encontrarse dormido

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Subo despacio las escaleras, ya es tarde aquí en Londres y Esteban ya debe encontrarse dormido. La puerta de la habitación que compartimos esta entre abierta, al entrar veo a Esteban plácidamente dormido. Eso le durará poco.

En mis manos tengo la primera factura de sus estupideces, debo decir que esto costo trabajo pero el sicario que tengo es eficiente.

Esteban empieza a removerse, parece tener una pesadilla y cuando menciona mi nombre lo confirmo y me encanta el saber que yo le provoco las pesadillas.

—¡por favor no! —se levanta asustado y no presta atención estando frente suyo.

Su pecho sube y baja, sudor corre por su frente y eso no puede ser más satisfactorio.

—Amo provocarte pesadillas —menciono asustandolo y por fin logrando que me mire —Te tengo un regalo —me acerco a él y extiendo mi mano para que reciba la pequeña caja adornada con un moño.

Sus manos tiemblan recibiendo el regalo, estoy ansiosa por que lo abra y cuando lo hace sale de las sabanas cayendo de rodillas comenzando a vomitar. El dedo de su madre cae al vomito, justo mande a cortar el que tenía la barata argolla de matrimonio.

Ver el dolor de Esteban me eleva el ego, me agacho sin tocar el vómito y empuño su cabello obligándolo a que me observe.

—Error que cometes, error que pagas, mi orgullo siempre estará por encima de todo y más de ti—sus ojos transmiten mucho sufrimiento.

Suelto su cabello y me levanto, ya es de madrugada casi y al amanecer tengo que brindar una conferencia. Camino en dirección al armario pero me detengo.

La ¿bella? y la bestia +²¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora