¡Un mujeriego enamorado.! Regresa a mí.

Capítulo 13

***Nota de la autora***
He regresado, para todos mis lectores, les pido una gran disculpa por todos estos meses en que no he actualizado esta gran novela, pero estos tiempos han sido locos, pero en fin. Les traigo dos capítulos para este día, espero que los disfruten. 
Gracias por todo. 
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-Sí, soy yo, ¿En qué le puedo ayudar?- pregunte.

-Estamos hablando de la Universidad de Pensilvania, para saber si usted va a ingresar con nosotros este año, ya que no hemos recibido ninguna respuesta de usted.-

-Sí, por supuesto, le pido una gran disculpa pero si ¿Qué debo de hacer?- pregunte

-Primero que nada, tendrá que enviar los documentos que le solicitamos por vía email, ya le hemos enviado un correo con toda la información.-

-Por supuesto, lo enviare hoy, muchas gracias.- dije.

-Gracias a usted, es un placer tenerlo con nosotros, lo estaremos esperando la semana que viene, que tenga una linda tarde.-

-Muchas gracias, igualmente.-

Llamada terminada.

Mire mi celular y ya era algo tarde, tengo que apurarme a ver rápido a Tamara, seguí caminando hacia el parque hasta que por fin llegue, a lo lejos veía venir a Tamara, que emoción me dije a mi mismo.

Ella venia mirando su celular, de pronto levanto la vista y comenzó a buscarme con la mirada, hasta que me encontró, empezó a correr hacia mí y en menos de un minuto ya estaba a mi lado abrazándome fuerte.

-Tamara no puedo respirar.- dije tratando de quitármela de encima pero yo no pude. 

–Te extrañe mucho amor ¿Tú no me extrañaste?- pregunto ella mirándome de una forma rara, como cuando un perro quiere que le des comida, se te queda mirando todo triste y tierno.

Cameron recuerda lo que dijeron tus tíos, me siento como un muñeco en verdad. –Sí yo también te extrañe.- dije en voz baja, con un tono seco y frio, esperaba que Tamara no lo hubiera escuchado, pero lo hizo porque me abrazo más fuerte.

-Ven hay que caminar.- dijo Tamara agarrándome de la mano, pero de la nada se la quite. 

-¿Qué demonios te sucede? ¿Por qué no puedo agarrarte de la mano Cameron?- pregunto Tamara enojada.

-La tengo lastimada, me dolió cuando la agarraste.- dije mirando mi mano y recordando todo, las razones por las cuales pegue. 

–Me hubieras dicho eso ¿Alguien te pego o algo? ¿Quieres que le diga a mi papa?- dijo ella sacando su celular.

-Tamara basta en verdad, no vine aquí a estarte pidiendo que le digas a tu papi que me cuide, porque no, y si vas a estar de encimosa y metiche, quisquillosa mejor me voy, tengo otras cosas más importantes que hacer.- dije mirándola feo.

-No, amor yo solo decía, no te enojes por favor.- dijo ella, comenzó a acercar su mano a la mía pero se la arrebate.

 –No te lo tomes mal, no quiero que nadie me toque, hay que solo caminar así, separados, por favor.- dije comenzando a caminar.

-Claro que si mi amor.- dijo Tamara siguiéndome. 

–Y dime ¿Qué estuviste haciendo en Miami?- pregunto Tamara. 

–Solo trabajo, no fui ni de vacaciones.- dije mirando hacia el frente, de la nada vinieron los recuerdos de Michelle, de ella con su hermoso vestido, cuando llego con Sebastian, mientras bailaba con él, o esa noche en que la vi besándose.