-Ya veremos la forma Mich, tengo negocios allá en Filadelfia, así que podremos vernos y así, mira cuando uno quiere se puede, y yo deseo y quiero verte, así que ten por seguro que te alcanzare por allá.- dijo Sebastian tocando mi mejilla lindamente.
-Entonces, cuando te vea allá, te diré, si deseó o no.- dije mirándolo a los ojos.
–Ah, y ¿No puede haber un pequeño adelanto?- pregunto Sebastian haciendo un puchero.
-No.- dije riendo al ver como hacia su lindo puchero.
–Vamos, no seas tan cruel.- dijo él, me acerque a su oído y le susurre. –Pues, si deseo volver a verte ¿Qué te dice eso?-
Al momento en el que le dije eso, Sebastian me tomo del cuello y me jalo hacia él, y junto nuestros labios en un beso inesperado, pero le seguí el beso, hasta que por falta de aire nos separamos.
Nos miramos a los ojos y sonreímos al mismo tiempo, sentí como se revolvía mi estómago, Dios ¿Son mariposas lo que siento?
De pronto vibro mi teléfono, era un mensaje de Elijah.
Mensaje de Elijah.
En una hora saldremos del hotel, así que te veremos en la recepción a las 5.
E.
Por alguna extraña razón sentí tristeza y nervios a leer este mensaje, ustedes me estarán diciendo ¿Tristeza y nerviosismo? ¿Por qué?Bueno, tristeza por Sebastian, aunque fue poco el tiempo que pasamos juntos, me gusta estar con él, sentirme de esta manera, tranquila, sin preocupaciones, pero por otra parte nerviosismo, por qué parte de mí quiere ver a una persona, a un vecino en particular, y su nombre es Cameron.
-Es hora.- dije tristemente, Sebastian suspiro y me miro de la misma manera.
–Sí, ya es hora.- dijo él, levantándose de la arena, me extendió la mano y se la agarre para que pudiera ayudarme a levantarme.
Me levante y comenzamos a caminar de regreso al restaurante "Three" llegamos y Sebastian pidió su moto, mientras que lo esperaba agarre mi celular y comencé a checar algunos mensajes que tenia de varios amigos, pero entre ellos no estaba Cameron.
¿Saben qué? Ni yo misma me entiendo, al principio no deseaba ver a Cameron, o escucharlo, bueno sí, pero cuando él ya ha decidido no hablarme, no prestarme atención, no paro de pensar en él.
Para ser sincera, sí que desearía regresar al tiempo atrás, en donde él y yo éramos felices y nada se había ido a la mierda, la vez en que estuvimos en Francia, en donde me tuvo esa maravillosa sorpresa.
-¿Vas a subir? Dijo Sebastian sacándome de mis pensamientos.
–Obvio.- dije aceptándole el casco, me lo puse y me subí a la moto, abrace fuertemente a Sebastian mientras el comenzaba a manejar.
Mientras que manejaba Sebastian, vi a lo lejos una pareja ya mayores como de unos 60 años más o menos bailando salsa, se veían tan lindos, riendo, bailando, ha de ser muy hermoso eso, el poder estar con tu pareja muchísimos años, llegar a la vejez juntos.
Llegamos a mi hotel, me baje de la moto y me quite el casco, se lo regrese a Sebastian mientras que él se quitaba el suyo, me quede mirando a lo lejos, viendo como las personas pasaban.
-¿Qué ves?- dijo Sebastian parándose en frente de mí, ocasionando que ya no pudiera ver, como ya lo he dicho, es alto este hombre y con un buen cuerpo, por lo que se ve, bueno, no lo he visto desnudo, aunque tal vez me gustaría verlo sin playera.
Michelle por lo que más quiera, concéntrate.
-Yo... pues veía a las personas, aunque pensaba en la pareja de viejitos que vimos, bueno no sé si los viste pero pensaba en eso.- dije poniendo mis manos en su pecho.
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¡Un mujeriego enamorado.! Regresa a mí.
RomanceMichelle Ramirez, una chica de la cual se enamoro de Cameron Dallas del típico mujeriego de su escuela, todo iba bien hasta que algo muy malo le paso a Cameron e hizo que la relación de ambos se estropeara. Michelle, tendrá que aprender que a vece...