Secretos políticos, militares y religiosos estaban escondidos en ese diario, todo bajo la perspectiva y recuerdos de Yelena.
4/noviembre/2004.
Día de inocentes travesuras.
–¡Yelena Svetlana baja de inmediato!– exclamó Oleg bogdanov, el padre de Yelena.
–¿Que sucede?– preguntó llegando al lado de su padre fingiendo demencia.
–ya me enteré de que apuñalaste a la niñera– la ira en su voz era notable a diferencia de su mirada soltó una cachetada en contra de la mejilla de la niña.
Yelena ni siquiera volteo la cara, solo esperó a que su padre terminará de hablar.
–¿No dirás nada?
–tú siempre me enseñaste que tengo que escucharte y no reclamar por mi castigo– musitó sin agachar la cabeza.
–asi es... ¿Porque lo hiciste?– tomo del cabello a la joven Yelena.
–porque recordé que tú siempre me has dicho que me defienda de alguien que me molesta o intente doblegar mi autoridad, y ella me dijo que yo era inútil y psicópata... Pues la apuñalé.
–y ahora dime ¿Cómo carajos la apuñalaste? Se supone que e mantenido todo tipo de armas y objetos filosos fuera de tu alcance– dió a entender que no era la primera vez que sucedía algo como esto.
–agarré un cuchillo de mantequilla y lo afilé con algunos utensilios de los obreros, luego esperé que la niñera se durmiera y la apuñalé en las piernas y los hombros.
–espera un momento... Los obreros están del otro lado de la muralla ¿Escalaste la muralla de tres metros?
–obvio que no, escalé un árbol y luego me acerqué en la rama las alta y luego me lanze, pero si tuve que escalar la muralla cuando regresé– dijo con obviedad.
–no te castigare, porque fue ingenioso pero a la próxima que me desobedezcas, te golpeó las manos con un martillo– sin decir más, se fue.
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Yelena leyó con nostalgia esa página, para ella esas eran travesuras inocentes, que cualquier niño o niña haría.
–¿que lees?– preguntó Ryan sentandose al lado de ella en el jet.
–pornografía.
–¿De verdad?– dijo entusiasmado.
–no, es broma.
El solo rodó los ojos y se dispuso a leer el periódico.
–¿Porque los rusos son tan serios e intimidantes?– dijo rompiendo el silencio.
–no lo sé, ¿Porque los irlandeses son tan alcohólicos?
–no somos alcohólicos– negó como niño pequeño.
–no... Claro que no– el sarcasmo en sus palabras era muy evidente.
–¿Porque los rusos beben mucho vodka?
–porque es delicioso.
–es demasiado fuerte– hizo una mueca.
–nenita– dijo en voz baja.
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–y dime Alice, ¿Porque tú no le temes a Yelena?– preguntó Azael mientras se sentaba a su lado.
–cuando la conocí, si le tenía miedo ya que era muy agresiva y siempre andaba con algún tipo de arma en la mano– al recordar sonrió. –pero cuando me gané su confianza y conocí lo profundo de su corazón... dejé de temerle y le agarré cariño.
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Ten Piedad © +21
ActionLIBRO II DE LA TRILOGÍA "SANTA DEMONIA". el rencor y el odio de Yelena causó que las puertas del infierno se abrieran, provocando que sus enemigos imploren piedad pero *la bratva y Yelena no perdonan ni olvidan. la Reina de la mafia Rusa volvió cau...