Los días pasaban y la esperanza de encontrar a Yelena se hacía escasa, la noticia de su desaparición no se hizo pública, solo por cuestión de privacidad y no arriesgarse a que identifiquen a Yelena como una criminal.
Lo más extraño era que algunos de los políticos más importantes, han estado faltando al las reuniones, incluyendo a Yelena y no sólo eso, sinó que las desapariciones se han detenido e incluso han aparecido algunas víctimas, aunque lamentablemente han aparecido sin vida.
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Luego de una semana hubo noticias de Yelena, ya que se contactó con Alice para informarle que tiene un plan en mente y por lo tanto se quedará con su secuestrador por un tiempo.
Alice creyó que era una locura pero al final acepto y siguió las detalladas instrucciones de Yelena, al parecer Yelena sabía que Nick la secuestraria y nuevamente todo estaba planeado.
Yelena comenzó a fingir que le tomaba apreció a Nick, con el motivo de tomar poder.
-cariño, hoy iremos a una fiesta muy importante, en tu clóset tienes ropa, zapatos, cartera y todo lo que necesites pasaré por tí dentro de tres horas.
-¿Y que te hace pensar que iré contigo?
-mi amor por favor, no hagamos es más difícil, te necesito a mi lado, serás mi esposa por lo tanto tu estarás al mando de todo.
-¿Y que hay de las mujeres que tenías secuestradas?
-las liberé, supuse que querrías ser la única mujer de la casa, y de mi vida.
Yelena alzó una ceja y se fue a duchar, prefirió no andar con rodeos y vestirse de la manera más provocativa pero sin exceder, con un vestido color verde, ajustado, con un maquillaje sencillo y su largo cabello suelto.
Cuando terminó de arreglarse tocador la puerta, al abrir vió a un elegante y sexy Nick, su barba de daba un look sexy y sus cautivadores ojos miraban con deseo a Yelena.
Yelena solo le dió una pequeña inspección y procedió a caminar con naturalidad.
-te falta algo.
-¿Que?
-esto- dijo entregándole un antifaz y sacando uno para el.
-ya que.
-sabes... A vestirse sueles ser sádica, indiferente, narcisista y grosera.
-¡oh vamos! Eres eres igual a mí, no se de qué te quejas, la única diferencia es que yo utilizo el cerebro.
Nick guardó silencio mientras sonreía, su amor por ella crecía en cada momento.
Al llegar a la fiesta, las miradas se posaron en Yelena y era de esperarse, Yelena se veía resplandeciente.
-¿Que hay allá?- cuestionó mirando hacia un pasillo en donde algunos hombres iban sigilosamente.
-allí es para espectáculos privados, los hombres entran en cabinas y las mujeres les bailan distintos tipos de danza ¿Porque?
-mera curiosidad.
Una oportunidad como esa no la desaprovecharia, Yelena buscó con la mirada a Frank Miller, el hombre que intenta víncular a la bratva con las desapariciones. Para su buena suerte, Frank se dirigía hacia el pasillo.
-iré a arreglarme el vestido, no quiero que los estúpidos me sigan mirando el culo.
-okey, no te tardes mi amor.
Yelena se escabulló entre el público y se fue a un cubículo vacío, se colocó una prenda de lo que parecía ser danza árabe junto con un sable, según ella era parte del espectáculo, en ningún momento se quitó el antifaz y se dirigió rápidamente al cubículo de Frank.
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Ten Piedad © +21
AcţiuneLIBRO II DE LA TRILOGÍA "SANTA DEMONIA". el rencor y el odio de Yelena causó que las puertas del infierno se abrieran, provocando que sus enemigos imploren piedad pero *la bratva y Yelena no perdonan ni olvidan. la Reina de la mafia Rusa volvió cau...