13 "VIAJES FAMILIARES"

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–estoy aburrida– exclamó Svetlana.

Yelena pensó en una posible solución a ese pequeño problemita.

–¿Y si vamos a la playa?– propuso Azael.

La pequeña miró con ilusión a Yelena.

–ustedes vallan sin mí, necesito un descanso– anuncio Alice.

–okey... Entonces Alice se quedará a cargo de todo.

–yei!!

–será como un viaje familiar.

Yelena rodó los ojos y sonrió.

–Pavel, dile a la mucama que prepare nuestras maletas con cosas para la playa.

–a sus órdenes.

                                   *

Matheo había salido con Alessandro de una de las salas de interrogatorios dispuesto a buscar una manera de estar cerca de Yelena. A lo largo de aquellos días, se mantuvo trabajando junto a su tío para obtener más información y planes, Alessandro no había insistido más en obligarlo a descansar porque se daba cuenta de que estaba de un humor de perros y era imposible razonar con él, pero aquello ya había durado demasiado incluso su comportamiento era insoportable.

–esa mujer es veneno puro, nos matará si la volvemos a ver.

–No, no lo creo. Sólo… ella por algún motivo paró los ataques.

–¿Por qué la defiendes?

–porque la amo.

Matheo volvió a vacilar y Sara, la hija de una de las mafias menores en Italia, reprimió un bufido de cansancio. ¿A qué venía esa obsesión? A Sara le costaba no sentir ramalazos ocasionales de antipatía por Yelena y más en situaciones así, pero ya se había hecho a la idea de que la obsesión de Matheo era casi inquebrantable.

–deja de meterte en mis malditos asuntos Sara– dijo severo.

–Oye, lo siento, Matheo… Es que no tiene sentido que quieras quedarte en el pasado siempre, ella no supo valorarte pero quizás exista otra persona que si pueda darte amor.

–entiende yo no quiero a alguien más, yo la quiero a ella, sin ella mi vida no tiene sentido y sin ella mi corazón deja de palpitar. Ella es mía y la tendré cueste lo que cueste!!

Sara debía encontrarse ya abominablemente mal porque se dejó hacer, dócil como un corderito. Ya sólo al final se marchó de allí sin decir ni una sola palabra.

El odio que sentía Sara por Yelena era grande, no lograba entender que es lo que tenía Yelena que ella no tenía, ¿Porque los hombres tenían una obsesión por esa simple mujer. Sara nisiquiera la ha visto en persona pero dudaba que Yelena era tan "increíble" como algunos la llamaban.

Por parte de Matheo, su amor y obsesión por Yelena era enfermiza, el tenía un estúpido capricho con ella el cual revivió en el momento en el que la vió bailar en el tubo tan sensualmente. Estába haciendo todo lo posible para tener de alianda a Yelena y con el tiempo la haría suya.

                                   *

–las maletas están en el auto.

Yelena se quedó observando a Azael, se veía tan jodidamente sexy, traía unos jeans ajustados y una playera en la cual se le marcaban los músculos y abdominales bien trabajados, en su mano derecha sostenía el boldo de Yelena por lo cual se le veían las venas del antebrazo y las manos.

–¿vamos a ir o me seguirás mirando?

–pudrete.

–yo también te amo– dijo con ironía.

Ten Piedad © +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora