21 "PROPUESTA"

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La misión de hace días había sido un éxito, Yelena aún no había ido al congreso ya que su padre la mantuvo entretenida todo el tiempo con sus insultos disfrazados de humor y con historias de su vida cuando desapareció y fingió su muerte.

–¡Por una maldita vez, cuando se cansarán de desinformar a las personas!– gruñó Oleg mientras veía la televisión.

–¿Que sucede señor?– Sara se sentó a su lado.

La televisión mostraba a un grupo que "pertenecía a la bratva", según ellos eran llamados como Vor; el antiguo nombre de la bratva.

–por culpa de éstos imbéciles, la gente cree que a los jefes de la bratva les dicen Vor– escupió con desprecio.

–¿No es así?

–no, ese es el nombre antiguo de los jefes de la bratva, ese nombre no es utilizado ya que antes la bratva de una organización de ladrones, ahora es muy diferente. Pero en fin... A esos estúpidos les encanta desinformar– dijo Yelena entrando a la sala.

–¿A donde vas?– Oleg la examinó de pies a cabeza.

–¿Que te importa?– sin decir más, se fue de allí.

Yelena se dirigió hacia el congreso mientras que veía sus manos, las venas le sobresalían levemente y sus dedos eran un poco largos y delgados. Cuando llegó, tomó en sus manos  el maletín en donde traía la punto 40 Y la glock.

El lujoso pasillo de mármol se veía alumbrado por la luz que traspasaba la cortina blanca. Cuando entró a la habitación repleta de ministros todos la miraron con expresión de asombro.

–¿Que te hiciste en el cabello?– dijo Nick atónito.

–solo me lo he oscurecido un poco.

–¿Un poco? Tienes el cabello negro– Yelena rió y se sacó la peluca negra.

–sin más interrupciónes, comencemos con la junta.

                                  *

Los discursos, las quejas y los lamentos sobre las desapariciones causaban un efecto desagradable en Yelena. En su mano derecha sintió el traslado de un papel el cual al abrirlo decía; *te espero en la sala de eventos en quince minutos, si no vas sufrirás las consecuencias* Yelena vió a Raquel retirarse de la junta.

–Ya vuelvo– anunció mientras seguía con la mirada a Raquel.

Los sonidos de sus tacones resonaban por los grandes pasillos. Cuando llegó a la sala de eventos, un gran golpe en el mentón la logró tirar al suelo.

–creíste que yo no me daría cuenta maldita Perséfone– escupió Raquel con odió mientras le apuntaba con un arma.

–¿Perséfone?– Yelena detectó la única cámara de seguridad del salón.

–eres la gran jefa y no sabés de mitología, Perséfone es la diosa griega de los infiernos... Una maldita demonia como tú– Yelena le dió un golpe a la pistola, siendo disparada en dirección a la cámara.

–me siento halagada pero dime ¿A que se debe este espectáculo?– dijo mientras le sostenía los brazos.

–¿A que se debe? ¿Te parece poco engañar al congreso y a los ministros? Descubrí tu maldito secreto, Reina de la bratva– se liberó de un agarre comenzando una pelea cuerpo a cuerpo.

–lástima que mí secreto te lo llevarás a la tumba– le dió una patada en el vientre mientras intenta tomar la pistola que yacía en el suelo, fallando al ser tomada por Raquel.

–tu serás la que muera pero primero le revelaré al mundo tu maldito secreto– Yelena miró sobre su hombro y le dedicó una sonrisa dejándola anonadada.

Ten Piedad © +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora