8 "CORRUPCIÓN"

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Ryan despertó con la sensación de que podría haber dormido un par de días más, las campañas electorales han estado reñidas y se han llevado la gran parte de su energía, al abrir los ojos busco con la mirada, la foto que tenía de Yelena en su mesita de noche. Todas las mañanas veía esa imagen y se levantaba con ánimo y energía, ella era su deseo y su capricho.

Ryan se levantó de la cama y fue al aseo, satisfecho por tener la imagen de su amada. Cuando regresó a la cama, aseado y peinado, ya le esperaba la bandeja con comida y Ryan la observó con apetito e interés.

Todavía tiene el recuerdo de cuando conoció a Yelena, Ryan aún no había encontrado las palabras para describir con precisión lo que había sentido ese día, esa mezcla de amor, terror, asombro, humildad, y un feroz deseo. Al recordar la imagen de ella empezaba a estar hambriento de otras cosas que no eran comida, solo se dignó a tocarse mientras la imagen de su amada transcurría su mente, se dejó llevar por la grata experiencia aunque preferiría estar entre las piernas de ella, los recuerdos de el maravilloso sexo que tubo con Yelena lo ayudaba a sentirse en las nubes. Se corrió entre gemidos ahogados, lentamente cerró los ojos, disfrutando de la paz y del eco de placer que aún sentía por el cuerpo.

*

La bratva se puso de acuerdo con la mafia irlandésa para que cuando Ryan llegué a la presidencia, logren soltar a los presos políticos que fueron torturados y encarcelados. La bratva utilizaría a los presos políticos como escudó, si los militares y el FBI intentarán detener el tráfico de inmigrantes. Desde que Ryan se fue de vuelta a Irlanda, algunos problemas an desaparecido.

Por supuesto que Azael aprovecharía esa oportunidad para tener cerca a Yelena y poder conquistarla, los dos se merecían un final más limpio del que habían tenido. Con un poco de suerte, las cosas irían mejor entre ellos, con más naturalidad, a diferencia de lo que pasó hace algunos años en Inglaterra.

-y dígame bella dama, ¿me permitiría invitarla a una cita?

-ni siquiera me lo has preguntado- Yelena comenzaba a ablandarse con Azael, ya no era tan ruda y tan cruel con el. -y si, te lo permito.

-señorita de casualidad le gustaría tener una cita con este humilde hombre.

Yelena rodó los ojos con simpatía.

-acepto.

Azael estaba que estallaba de la emoción.

-te prometo que no te arrepentirás.

Sin decir más salió de allí con una gran sonrisa.

Yelena lo miró, descolocada por esa emoción.

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Yelena ha estado muy alerta con los traidores y con los peligros que podrían arruinar sus planes.
Siempre es útil conocer al enemigo y Yelena se alegraba de haber encontrado ese pequeño filón de información, el cual ayudaría a mantener todo en orden durante las elecciones.

Alguien llamó a la puerta de su despacho y entró sin esperar una respuesta. Sólo Alice haría algo así y Yelena no se sorprendió al verla.

-si vienes a describirme tu vomito durante las fiestas, te aviso que acabo de comer- dijo Yelena esperando que su amiga no hablara de sus cochinadas como de costumbre.

-que exagerada, pero no vengo a decirte que sólo uno de los detenidos es ex militar. No creo que se imaginen que estamos reclutando soldados y ex soldados; aún conservamos un as en la manga- miró detenidamente la cara de Yelena esperando alguna expresión de sorpresa. -¿No dirás nada?

-eso ya lo sabía, me acabo de enterar, pero no te preocupes, tengo todo bajo control.

-okey, solo espero que los planes de los presos políticos salga bien, ientras esperamos no tenemos por qué quedarnos sentados mano sobre mano.

Ten Piedad © +21 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora