Ten Piedad © +21

14 "MALA VIDA"

"Después de ciertos infiernos, no cualquier demonio te quema"

Sus ojos se posaron en la espalda de Yelena, la cual yacía sentada mirando el gran ventanal que daba hacía la playa. Constantemente se preguntaba que ocurría en su cabeza

–amor... ¿Quien era el niño de la foto que está en el sótano?

Yelena lo miró y de inmediato su mente viajó al pasado.

~pero si nos atrapan, o si le pasa algo?

–Ágata relájate, no nos atraparán... Además ya tengo todo calculado, ahora hazme caso y vete con mamá y papá.

Ágata asintió con temor, detestaba que Yelena le diera órdenes tan difíciles.

–¡Nikolay! ¡Ven quiero jugar contigo!

–Yelena no quiero jugar los tontos juegos de niñas.

–pero hermano este juego será divertido.

–¡agh! Okey, sólo porque en siete años más yo seré el rey de la bratva y tú tendrás que jugar sola y obedecerme.

–okey... Vamos a los subterráneos traje a un amigo para jugar.

Nikolay rodó los ojos y siguió a su hermana.

Ya en los subterráneos Yelena lo hizo acostarse en una camilla y lo amarró con cuerdas.

–¿Yelena que haces? Ya quiero irme.

–pero aún no comienza el juego, además aún no llega mi amigo.

La puerta se abrió mostrando la imagen de un pequeño Pavel.

–el no es un amigo es un simple empleado, ¡Yelena sácame de aquí o ya verás! ¡Papá, Mamá, Ágata ayuda!

–Papá salió junto con mamá y Ágata– Yelena nisiquiera se preocupó en taparle la boca. –verás hermanito, a mí no me gustan las órdenes, además mi sueño siempre fué ser la gran jefa, la reina, etc. Pero tú despreciable existencia me lo impide... Así que sacaré los obstáculos de mi caminos.

Pavel le dió una navaja y tomo una para el.

–vé el lado positivo, tus órganos serán vendidos a un buen precio.

–por favor hermana, ten piedad, no me hagas daño.

Nikolay no pudo seguir hablando porque Yelena le encajó la navaja en el abdomen, lentamente y de forma tortuosa. La sangre salpicaba por doquier y los gritos de slava inundaban el lugar.

Mientras que Yelena le abría el abdomen a su hermano, Pavel se encargaba de sacar los órganos que estaban a la vista. Los gritos cesaron pero el cuerpo aún tenía espasmos, Yelena acabo con la vida de su hermano solo por envidia y egoísmo.

Ocultó lo que quedaba del cuerpo y procuró vender los órganos de su hermano a un buen precio en el mercado negro sin remordimiento alguno.~

–Nadie importante.

Azael asintió y la siguió observando.

Azael.

–amor, tú me prometiste algo ayer y no  lo cumpliste.

Ella me miró con picardía.

–supongo que ay que aprovechar que lana está durmiendo.

Yelena me dijo que si le ayudaba a sacarse la blusa, a lo que accedí de inmediato; usaba un bra de media copa que apenas si le cubría sus pezones de color café claro. Luego, bajándole el zipper, le saque por los pies la faldita y vi que usaba unas bragas rojas a juego con su bra.