7 "MALDITOS SENTIMIENTOS"

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Yelena no podía disimular su nerviosismo mientras cruzaba los jardines de la gran mansión en dirección a la casa principal.
Odiaba sentirse como una puberta, sus leves sonrojos solía disimularlos con seriedad absoluta.

Algunos de los miembros de la bratva y de la mafia francesa e irlandésa, estaban presentes esperando la junta mensual.

Después de conversar unos minutos, Yelena les hizo pasar al comedor. A pesar de toda la ceremonia, aquello no era una cena de gala y la mesa tenía un aire más conflictivos que sofisticado, y era de esperarse ya que estaban recibiendo unas que otras malas noticias.

Los entrantes ya estaban sobre la mesa. Había pequeñas porciones de caviar y sopa de Ortigas.

Algunos miembros parecían menos a la defensiva mientras que Azael estaba absorto en un acalorado debate de mirada penetrantes con Ryan.

Ryan anuncio su postulación para la candidatura política intentando romper el hielo, antes de dejarse ver abiertamente en público y dar comienzo a la vorágine de la prensa, prefirió ocultar cada señal de que era el jefe de la mafia irlandésa.

La conversación fluyó comúnmente sin tensiones, los únicos rostros serios eran los de la bratva, pero eso es algo muy común.

Mientras tanto, Yelena estába intentado decidir en qué momento se había enamorado de Azael, pero empezaba a sospechar que no había habido un instante concreto, que simplemente se había ido introduciendo en su vida hasta hacérsele tan desagradable y tan molesto que resultaba ser algo empalagoso, ella se intentó convencerse de que solo era falta de sexo pero otra vez sus sentimientos se hicieron presente.

Yelena sintió un latigazo de cólera ante los insultos disfrazados de halagos entre Azael y Ryan, pero trató de reprimirlo. Para este entonces ya estaban comiendo el plato principal pero las ganas de golpear a los dos hombres que se comportan como niños, le quito el hambre.

Alice soltó un "joder" por lo bajo al oír esa ridícula pelea y Yelena estuvo a punto de clavarles un cuchillo en sus ojos.

-tienen tres segundos para cerrar la maldita boca si no quieren terminar como un colador- dijo en tono cabreado y en un perfecto español con su típico acento.

El silencio invadió el lugar de inmediato.

El cambio humor de Yelena era constante últimamente. Uno de los miembros que estaba al lado de Yelena soltó una carcajada, Yelena lo detestaba pero lo soportaba solo por su ingenio. Su chillido de terror al sentir la navaja de un cuchillo en su garganta fue música para los oídos de Yelena, quien estaba sintiendo unos deseos cada vez más acuciantes de torturar a cualquiera que se le Cruze en ell camino.

Haciendo un serio esfuerzo, aparcó sus deseos de hacerles daño y se preguntó qué sentirían si supieran que si no estaban retorciéndose de dolor ahora mismo solo porque no estaba de humor.
Yelena bajo lentamente el cuchillo y se puso de pie.

-como sabrán, hemos tenido problemas con los nuevos cargamentos de cocaína por vía marítima, pero no hay nada de que preocuparse ya que los nuevos cargamentos llegarán sanos y salvos a sus destinos... Mandé a que fueran transportados por un submarino para burlar la guardia costera y disimuladamente sacar a la superficie los cargamentos.

Azael le dió una de sus sonrisas encantadoras.
Yelena se prometió a sí misma que si Azael intentaba siquiera coquetearle en ése momento le iba a partirle la cara, sin siquiera avisarle.

Sus emociones estába alborotadas y la estúpida pero linda cara de Azael no ayudaba y para colmo tenía a Ryan encima de ella en cada instante que podía. Fue esa promesa de violencia la que le hizo darse cuenta, sobresaltado, del rumbo que habían tomado sus pensamientos.
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