Pov narrador«Vayan sin mí, tengo que quedarme. Te quiero Jinnie 💘 »
Félix tecleo lo más rápido que pudo un mensaje para HyunJin avisándole que podía irse.
Dejó su celular sobre el escritorio y se sentó al lado del mayor, quien estaba acostado dándole la espalda. Su pecho subía y bajaba muy rápidamente, y aunque intentaba no hacer ruído, sus pequeños sollozos llenaban la habitación. Lee odiaba escucharlo así y no saber qué hacer, nunca fue bueno en alentar a las personas diciéndoles que todo iba a estar bien; y menos ahora, cuando sentía que su relación se tiraba por la ventana.
Ninguno de los dos podía hablar. Mientras que el mayor estaba muy ocupado intentando callar sus quejidos, Félix quería bloquear sus oídos para no escuchar nada. Estaba a punto de llorar junto a su contrario y perdonarle todas las cosas que le dijo, y hasta hizo.
El rubio largó un pesado y extenso suspiro, y al escucharlo, MinHo se movió despacito para poder verlo. Su espalda estaba encorvada y miraba fijamente al piso. Él tenía culpa de eso, ¿no? De su expresión triste y cansada, de sus ojos opacados. Se odiaba a si mismo por todo lo que le había dicho y por haber tomado tan fuerte de la muñeca aquella vez que discutieron. Odiaba haber apagado su bonita luz. Se odiaba por no haber cuidado a su precioso Lee Félix.
— Lixie. — Lee habló bajito, sentándose detras del chico de pecas alrededor de su rostro. — Lixie, bebé... — aunque no recibía respuestas, sabía que le estaba poniendo suma atención a todo lo que salía de su boca. — Por favor, amor. Tenemos que hablar sobre lo que pasó, quiero pedirte perdón por todo lo que hice y volver a abrazarte. — sus manos temblaban a la vez que acariciaban dulcemente la espalda ajena, quien jugueteaba con sus dedos entre sus piernas sin darse vuelta. — Quiero darte todo el amor que mereces y no pude expresar. Dormir contigo todas las noches, cantar juntos, que me leas tus hermosos poemas súper tiernos, escuchar tu risa, sentir tu respiración en mi cuello. — los mimos se detuvieron, y colocó sus manos suavemente sobre los brazos de Félix. — No supe qué hacer cuando no te encontré en casa, así que busqué tu remera para sentirme más cerca tuyo, como si esto no hubiera pasado y yo no hubiese arruinado tanto las cosas. Como si no te hubieses ido llorando, como si todo estuviese bien.
Lee sintió como los brazos del pelinegro lo rodeaban y apoyaba su mejilla en su hombro. No se inmutó. Dejó que las lágrimas cayeran mientras veía su estabilidad cruzar por la puerta. ¿Cómo podría negarse a estar con Lee MinHo?
— No hay mucho de qué hablar, MinHo. — susurró en un tono audible solo para ellos, tan bajito y grave, que puso de punta los pelos de la piel del mayor.
— Sí, debemos hablar, bebé...
— ¡Te grité desde el otro lado de la puerta para que me abrieses! Mis nudillos enrojecieron y dolían mucho. Lloraba cada vez que te ibas y me dejabas enfermo. ¡Estaba enfermo, maldición! Solo necesitaba que me cuidases y me dieses todo el amor que podías. ¡Solo eso pedí y recibí gritos de tu parte! — gritaba y sentía su garganta arder a niveles extremos. Bajó la voz, calmándose. — Yo solo quería amor, MinHo.
Las lágrimas resbalaban por sus mejillas y caían sobre las manos de Lee, que aún lo abrazaba cada vez acercándolo más a su pecho. Sentía como el menor respiraba desesperadamente, en un mero intento de el aire llegase y llenase completamente sus pulmones.
— Bebé, por favor...
— No me digas bebé, MinHo. No soy un bebé. — débilmente, se soltó de los brazos del mayor.
El pelinegro bajó la vista y dejó la cama con un saltito. Se arrodilló frente a Félix y tomó sus manos. El contrario no lo miraba e intentaba esconderse dejando caer los mechones de su flequillo sobre su frente.
A pesar de la poca luz que había, MinHo logró ver el pequeño hematoma en la muñeca de su pequeño bebé.
— ¿Fui yo?
El menor asintió y Lee acarició la zona afectada. Acercó sus labios y acarició la lastimadura con ellos. Aunque el rubio lanzó un pequeño quejido, no corrió su brazo. MinHo siguió dando besos mientras acariciaba la pálida y tibia piel de Félix. Su corazón se estrujaba un poquito más a medida que iba ascendiendo por el brazo del menor. Dándole besos, mimos con su nariz, todo lo que se le ocurriese.
— MinHo... MinHo hyung, no lo haga. — pidió mirándolo. — Solo vine a por mi mochila.
— ¿Podrías quedarte conmigo, Lixie?
— No lo sé.
— Voy a explicarte todo lo que pasó y a darte mucho amor desde hoy. Todo lo que te mereces vas a tenerlo siempre. — Lee dejó varios besos en el hombro de Félix y siguió avanzando hacia el cuello del contrario, donde depósito un pequeño beso para luego seguir su recorrido hacia las húmedas mejillas del rubio, las cuales limpió con sus besos. — ¿Te gustaría tomar una chocolatada tibia, bebé? — este asintió. — ¿Y a comer golosinas? Tengo muchas, solo tú las comes cuando estás en casa. — asintió. — ¿Escucharás mis disculpas, Lixie? — asintió una vez más, y MinHo sintió que podía pasarse una enternidad mirando el hermoso sonrojo que se había instalado en el menor.
🍀🍀🍀
¡Muchas felicidades a todas las Stays y a mí! Sí, es mi cumple jeje, ¿cuántos creéis que he cumplido?💖
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Partner || 承成 - SeungSung
FanfictionDonde SeungMin vive con JiSung por una apuesta. ❌Actualizaciones lentas.❌ ❌Esta historia NO ES MÍA❌ ❌Adaptación de Partner || Hwang HyunJin por @3fachas❌ SeungMin; 22 años. «Top» JiSung; 20 años. «Bottom» Fecha de inicio: 19/03/20 Fecha de finaliza...