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Pov narrador (2/2)

La sonrisa en el rostro de SeungMin era inigualable; definitivamente, JiSung guardaría esa hermosa carita en su mente por siempre. El muchacho se agarró más fuerte del brazo de HyunJin, quien solo le sonrió y susurró levemente.

—Todo va a estar bien, Sunggie. Parecés un príncipe. Un príncipe hermoso.

—Gracias, Jinnie. Te amo. 

Caminaron lentamente siguiendo el camino de flores que Yunho les había ayudado a armar. Gracias a eso, habían conseguido una bonita foto familiar de los Seo y Han con Hyunjin, los cinco usando flores que el pequeñín les había dado.

HyunJin reía porque Changbin estaba sacándoles muchas fotos y su hijo saltaba en las piernas de Minho porque quería ir con su papá. A su vez, JiSung reía porque iba a casarse. Porque en el altar estaba el amor de su vida y a su alrededor, estaban todas las personas que amaba profundamente. Como Félix, que sonreía exageradamente; o Woojin, que tenía una bellísima expresión de papá orgulloso; o Jeongin, que con el tiempo se había vuelto muy cercano a él y era su compañero de cartas favoritas. El menor siempre elegía jugar al truco, y JiSung disfrutaba mucho esos momentos porque le traía recuerdos de cuando era chico y jugaba con sus amigos.

Todos eran tan felices en ese preciso momento.

La música se detuvo y HyunJin le dio un abrazo a su amigo y otro a SeungMin, susurrando un "Cuidale bien, Kim". El pelinegro sonrió nerviosamente y asintió, tomando las manos de JiSung. 

El muchacho iba a explotar de emoción. 

Ambos se sentaron en las sillas, y frente a ellos, el juez.

La ceremonia consistió en nombras varios datos, algunas palabras, y firmas de papeles. La joven pareja no había podido decidir quienes serían sus padrinos, así que todos sus amigos tuvieron que levantarse a firmar los papeles. Les costó, pero convencieron al juez de dejarlos luego de que le hayan escrito una carta explicando cuanto amaban a todos sus amigos.

—Entonces, — habló el hombre—  Han JiSung. ¿Acepta como esposo a Kim SeungMin? — el muchacho asintió y el pelinegro tomó su mano. — Y usted, Kim SeungMin. ¿Acepta como esposo al señorito Han JiSung?

—Sí, acepto.

Ambos dejaron sus firmas sobre el papel, una al lado de la otra.

—Y ahora sí, son legalmente, marido y marido.

SeungMin se acercó al muchacho y comenzó a besar suavemente sus labios. Después de tanto tiempo, tantas cosas, tantas lágrimas y risas; después de todo, estaban ahí. Con el rato, los invitados comenzaron a acercarse a ellos uno a uno para felicitarlos.

Chan abrazó a los dos como si fuese un padre muy orgulloso, y cuando fue el turno de Jeongin, Kim lo abrazó como si fuese su hermanito pequeño, porque con el paso del tiempo desde que se conocieron, se habían hecho mucho más cercanos.

Cuando llego el turno de Minho y Félix, los cuatro se abrazaron en un abrazo de oso gigante. Repartiéndose besos y risas entre sí. Dentro de poco, ambos chicos también se casarían y eso hacía todo mucho más emotivo y emocionante.

—¿Están listos? — JiSung preguntó y ambos asintieron con energía, a la vez que les daban un último saludo y volvían a sus lugares.

Woojin apareció frente a ellos y lo primero que hizo fue abrazar a JiSung para llorar sobre su hombro.

—Woojinnie, no llores.

—Estoy muy feliz, pequeño. Estuve contigo desde que llegaste y creciste tanto, tanto, tanto. Estoy orgulloso de todo lo que construiste — soltó finalmente al muchacho y ahora abrazó a Kim. — Y tú, SeungMin, espero que le cuides mucho. Aunque sé que los dos se aman muchísimo. Y yo también los amo, a ambos. 

El turno de la bonita familia Seo había llegado. Changbin sostenía en sus brazos al pequeño Yunho mientras HyunJin moqueaba sobre los recién casados. Luego cambiaron los roles y ahora el pelinegro era quien lloraba abrazado a SeungMin y JiSung. Cuando el  niño de lunares vio a su papá llorando, apoyó sus manitos sobre sus mejillas para secar las lágrimas.

—Papi, no llores. 

HyunJin sonrió a la vez que se unía al abrazo que Bin y JiSung estaban dándose.

—¡Felicitaciones tío Sung! —Yunho rió al sentir los besitos del chico en sus mejillitas coloradas y las cosquillas de SeungMin en su pancita. 

—Vamos a festejar mucho hoy, ¿no? —JiSung preguntó y recibió un movimiento positivo de HyunJi. — Van a pasar muy buena música, así bailamos juntos.

—¿Y con quién voy a bailar yo? —el Seo menor habló preocupado, robándose varias risas.

—Podés bailar conmigo —dijo SeungMin sonriendo—. O con tu papá Binnie, o con Félix y Minho, que se divirten mucho estando contigo . ¡Hasta con JungWoo! Y de paso le preguntas como está Teo.

—Sí, sí. Te quiero tío Jinnie, adiós.

Con varios movimientos revoltosos, Yunho se bajó de los brazos de HyunJin y salió corriendo, seguido de un cansado —pero muy feliz— Changbin. 

—Nos vemos luego, chicos.

Una vez terminaron de saludar a los padres de SeungMin, JungWoo apareció comiendo una torta de frutas.

—Felicitaciones, JiSung, estás muy bonito. Y felicitaciones, SeungMin, encontraste a una de las mejores personas que podías para compartir tu vida— Kim mayor sonrió— Yo pensaba que ibas a morir solo, pero me alegro mucho por los dos.

Abrazó a ambos dándoles unas palmaditas en la espalda, y luego volvió a irse con su pastel.

—Al fin nos casamos, príncipe  — SeungMin abrazó por la cintura a JiSung, escondiendo su cara en el cabello del muchacho, aspirando su bello y dulce aroma—. Estás muy hermoso. Demasiado hermoso. 

— Tú también te ves muy bien, SeungMinnie.

—Te amo, pequeño. — los bonitos ojos marrones de Kim comenzaron a llenarse de lágrimas que poco tiempo pudo aguantar. — Te amo tanto. Amo tus hermosos labios, y tus deditos, y tus ojos, tus manías raras, tu melodiosa voz. Todo. Amo todo lo que tenga que ver contigo. Desde el principio hasta el final, príncipe. En este preciso momento me declaro eternamente tuyo, para que nos cuidemos, nos hagamos reír, viajemos juntos, formemos una familia hermosa, y seamos felices. Y si después de la eternidad hay algo más, también voy a ser tuyo y solamente tuyo. Porque mi corazón, alma y cuerpo te pertenecen.

Selló sus palabras con un beso en los labios de JiSung, dejando en claro que todo lo que decía era tan puro como el agua de los ríos y la luz del sol en primavera. Tan puro como las flores que habían plantado hacía unas semanas, como Yunho y su familia, como Félix y los gatitos de Minho, o como JungWoo y los perritos cuando salía a caminar con Woojin, o también como las galletitas que preparaba Chan para Jeongin los fines de semana; tan puro como todo lo que los rodeaba ese día.      

—Yo también te amo, Kim SeungMin.










🍀🍀🍀

¡Y hemos llegado al final! Muchísimas gracias por leer y apoyar la historia. Sí, aún quedan unos finales, así que estar atentos 💕


Partner || 承成 - SeungSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora