Partner || 承成 - SeungSung

Final; 01

Seo ChangBin & Hwang HyunJin

Yunho guardaba varios de sus juguetes en una pequeña mochila de animalitos con ayuda de HyunJin, mientras que Changbin se encargaba de colocar una sillita más en el asiento trasero de su auto.

Cuando su hijo estaba cerca de cumplir los cuatro años, decidieron que querían un nuevo bebé en su familia; y parecía a propósito, que hacía solo dos meses un bebé recién nacido había ingresado en el centro de adopción en el que ambos solían ser voluntarios; llevando juguetes, o ropa que su hijito ya no usaba y estaba en buen estado. 

Una vez los tres estuvieron listos, partieron siendo tres; pero volverían siendo cuatro. 

Yunho tomaba a ambos padres de las manos mientras caminaban por aquél extenso pasillo. Todos, en especial los mayores, tenían los nervios a flor de piel. Los ojitos de HyunJin buscaron urgentemente los de Changbin, y cuando se encontraron, ambos sonrieron.

La puerta de la sala de bebés se abrió, y varias miradas se clavaron en las tres personas que ingresaron al lugar. La cuidadora se acercó a una cuna y tomó un bonito bebé en brazos.

—Él es el pequeño Wooju— sonrió mientras les mostraba al niño. 

Los ojos de Changbin brillaron y estiró sus brazos.

—¿Puedo tomarlo? — la mujer asintió y se lo entregó.

HyunJin y Yunho se quedaron callados, expectantes por la reacción del pequeño con Seo. El bebé llevó sus manitos pequeñitas a las mejillas de Changbin y las apoyó ahí, robándose varias risas llenas de ternura de los mayores. 

—¿Cómo estás, Wooju?  Yo soy Changbin, pero puedes decirme Binnie—sonrió orgulloso—, y voy a ser tu papá. 

El pelinegro se agachó hasta apoyar sus rodillas y quedar a la altura de Yunho.

—Él es tu hermano mayor, Wooju. Se llama Yunho y trajo muchos juguetes para que jueguen juntos en el auto—el pequeño de lunares se acercó hacia su padre y le tendió la mano a su nuevo hermano, y el bebé contestó tomando su dedo meñique con emoción.

HyunJin se agachó a su lado y le habló a Wooju.

—Hola, bebé, yo soy papá HyunJin. Y te aseguro que con nosotros vas a ser muy feliz.

Los ojitos del bebé eran redonditos y saltones, y su cabello castaño, como el de HyunJin cuando era pequeño. Era un bebé bonito a pesar de ser bonito y casi caber entero en la mano de Changbin.

—¿Vamos a casa? Quiero mostrarle a Wooju la habitación en la que va a dormir.

La mujer sonrió y les pidió que, antes de dejar el establecimiento, firmasen unos papeles más. Los dos asintieron contentos, y tomando a Yunho de la mano, y al pequeño Wooju en brazos, dejaron la habitación.

—¿Sabías qué?—preguntó Yunho divertido— Una vez tuvimos un perrito que se llamaba Teo, pero papá HyunJin casi lo pierde una vez y papá Binnie dijo que sería mejor que el tío JungWoo lo cuide. A veces los visitamos y yo juego con él. Seguro le caigas bien, Wooju.

El bebé movió sus manitos y pies, comenzándose a aburrir de estar allí sentado. El mayor comenzó a buscar en su mochila.

—Este, es el Rayo McQueen—explicó Yunho a su hermanito mientras sacaba varios juguetes de su mochila—, y este su amigo Mate.

Los ojitos del bebé miraban a todos lados, sin detenerse en uno en particular. Los juguetes que le entregaba el Seo que tenía a su lado eran bastante pesados para sus frágiles manitos, por lo que cuando intentaba agarrarlos, se les resbalaban y terminaban sobre sus piernas.

—Yunnie, bebé, no creo que Wooju esté cómodo con todos los autitos sobre él—dijo HyunJin entre risas mientras les sacaba una foto desde el asiento delantero—. ¿Por qué mejor no los guardas y se los mostrás bien cuando estemos en casa? Ya estamos en la puerta, de todas formas.

El menor asintió y comenzó a meter los juguetes que previamente había sacado, de vuelta en su mochila. 

Salieron del auto y Hwang se encargó de llevar al pequeño bebé entre sus brazos.

Changbin abrió la puerta y no resistió tomar a Yunho entre sus brazos para estrecharlo con todas sus fuerzas. Tomó con su mano libre la de HyunJin y entraron, como si nunca lo hubiesen hecho antes; porque esta vez era muy distinto.

—Seo Wooju. —susurró HyunJin. — Mirá tu nueva casa. —sin soltar la mano de su pareja, comenzó a recorrer el lugar. — Esta es la sala de estar, y ahí está la cocina. Acá vas a dormir, en esa cuna, que antes era de Yunho. Y nuestra habitación está al lado por si alguna vez tenés una pesadilla, o no extrañás.

—La primera vez que viniste. — dijo Changbin dirigiéndose a Yunho. — Jinnie lloró todo el tiempo que hizo este mismo recorrido, y no dejaba de repetir tu nombre.

—¡Es porque el nombre de mis hijos llevan tu apellido! Es hermoso, Changbin. Seo Yunho y Seo Wooju. 

El mayor de sus hijos se removió y bajó de los brazos de su padre, y le pidió a HyunJin que deje a su hermanito sobre la mantita del piso para poder jugar y eso hizo Hwang.

Sus dos hijos se quedaron jugando y ellos los dejaron ahí, para que se conociesen, jugasen; hasta durmiesen si podía ser.

—Gracias. — susurró HyunJin acurrucándose contra Seo en el sillón de la sala de estar.

—¿Gracias? ¿Por qué, bebé?

— Por ellos. — escondió su carita en el cuello del mayor, disfrutando el aroma de su piel como solía hacer cuando era más chico, como cuando recién se conocían. — Por todo.

—Lo hicimos juntos, Jinnie—su mano se posó en los cabellos, acariciándolos suavemente.

—Gracias por elegirme, entonces.

—Te elegiría una y mil veces más.

Dejó un beso en los abultados y bonitos labios del menor y lo miró fijamente. Cerraron los ojos acurrucados, hasta que el agudo llanto de Wooju y los gritos de Yunho los hicieron sobresaltar. Sus hijitos los necesitaban.