Capítulo 16

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Con un arma en la mano, cada chico supo a su manera como acabar con todos los hombres que estaban en la guerra recién iniciada. Por su parte Julio estaba cansado de querer atacar pero que en toda ocasión, Ethan le protegiera manteniéndose frente a él.

-Yo puedo hacerlo-le informó Julio

-Me preocupa que termines lastimado

¿Eso realmente era verdad, le preocupaba que fuese lastimado? Justamente en ese momento, Julio se quedó en shock. Escuchó aún más disparos cercas.

-¡Ey!-le gritó Ethan-No tenemos suficiente tiempo para detenernos, ¿o prefieres regresar?

-N-No...

Caminaron con el resto de los chicos, y se protegieron detrás de una camioneta, mientras que una que otra vez se asomaban para soltar un disparo. Varias veces intentó soltar uno en defensa de todos, pero Ethan le detenía, al parecer le agradaba más tenerlo con el arma sin ser usada.

Poco a poco terminaron con las personas que intentaban atacarlos. Conocían aquella ciudad. Y sabían que cada maldad que hacían era por simple antojo u ocurrencias, así que gracias a esta opción, no se detuvieron para destruirlos. Una vez que el lugar quedó vacío de ellos, entraron a aquél lugar.

Se encontraba pintado color amarillo, se notaba que la pintura tenía años, algunas paredes estaban rotas y rayadas, pero no había más. Nada de muebles o sillas o alguna decoración antigua, a excepción de una escaleras del lado derecho. Alam, hizo señas, indicando que el subiría primero, para confirmar que arriba había personas, detrás de él avanzaron Will y Livia.

Julio estaba en el lugar ante- penúltimo junto a Ethan. Bastó con avanzar un par de escaleras para que se escucharan los ruidos arriba. Solamente había dos hombres armados que bajaron hasta ellos, pero Livia pensó rápido y les disparó.

-Nunca vi actuar de esa manera a un chica...-rió Josh

-Es increíble como las cosas cambian-sorprendió Jared

Dieron dos pasos más para por fin subir y encontrarse con un grupo de chicos de rodillas, con la cabeza cubierta por una manta negra, vestidos de sargentos. Ethan no lo dudó y se acercó a ellos, fue quitándole a cada uno la manta, en busca de su persona. Había pasado cerca de diez chicos y aún seguía sin encontrarlo. Hasta que al chico número quince, efectivamente, era él.

Un jóven, muy, muy jóven, aparentaba la edad de 20 años, su piel blanca, a simple vista se notaba suave y sensible, sus ojos brillosos color miel derramaron un par de lágrimas, y su cabello estaba desgastado. Levantó la vista, y en el momento, en que vio a Ethan no dudó en ponerse de pie y darle un fuerte abrazo, dejando caer en su hombra millones de lágrimas. Por un par de minutos, toda la frialdad de Ethan se había ido, era como si ese chico fuese la persona a la que más quería. Julio no lo pudo evitar y cerró con fuerza su puño, tenía furia, ¿Quién era ese chico? ¿Y porqué nunca le quiso contar nada de él?

-Esto es realmente hermoso -comentó Livia

Al ver tal escena, y al caer en cuenta de que jamás se soltarian, Julio les dio la espalda y bajó las escaleras, hasta salir del edificio y sentarse en el suelo, dejando caer varias lágrimas. Odiaba haber ido, haber conocido a Ethan pero sobretodo, odiaba los sentimientos que sentía hacía él. Era inevitable no pensar en él, no estar con él pese a todos los insultos que le decía, ¿Cómo podía ser tan idiota para, a pesar de todo, estar ahí? Se preguntaba cómo era posible que soportara tanto, estar junto a él sin importar si le quería o no, se sentía un completo egoísta. Sintió en su hombro una mano cálida, alzó la vista y era Max.

-¿Te encuentras bien?

-Sí-contestó mientras se limpiaba las lágrimas y se ponía de pie

-¿Sabes? No deberías ponerte así por Ethan -él se había dado cuenta de sus sentimientos, ¿qué más daba?

-Dime, porfavor, ¿quién es ése chico?

-Creo que esa explicación no te la debo yo

-Lo dices como si Ethan fuese capaz de explicarme todo

-No todo pero, quizá algunas cosas si

-¡Ja! Creo que no lo conoces-río sarcasticamente

-Quién no lo conoce eres tú. No por nada te trajo con nosotros arriesgándose a él y a su vez a ti. Fue él quién aceptó que vinieras, quién aunque no necesitaba aun criado, te aceptó y te tiene aquí. Él tiene muchas maneras de demostrar amor y odio y, creemelo, yo no estoy tan seguro de lo que sienta por ti sea odio, en todo caso, si eso fuera, ya te hubiese matado, desaparecido e incluso torturado quitandote hueso por hueso

-Pero la manera en qué me trata es muy diferente a la de los demás

-Necesitas mejorar para entenderlo, y sobretodo hablar más, ahora en lo único que te puedo ayudar es dándote un abrazo y deseandote suerte con él

Sin dudarlo, Julio se echó a sus brazos. Max era realmente un chico genial, le comprendió como nunca alguien lo había echo, y él imaginándose lo peor. Sentía la calidez de sus manos. Vio al rubio con el resto de los chicos detrás de él y todos a excepción de Ethan sonrieron al ver tal escena.

-¡Vaya! -exclamó Livia-¿Qué has echo para que este crío por fin te quiera?

-Oh, pero no seas mal pensada

-Basta de juegos, tenemos que irnos-se notaba la dureza en la voz de Ethan-Alejandro -se dirigió al chico nuevo -te vas con ellos, Julio tú con nosotros

Todos obedecieron y se subieron a los automóviles, empezaron a conducir hasta el hotel, sin decir una palabra o almenos voltearse a ver entre ellos. Ya, en el hotel, se dieron la oportunidad de ducharse y cenar todos juntos, pero Ethan seguía igual de distante, por ello Julio regresó a su habitación, y buscó entretenerse viendo el paisaje del ventanal, pero fue interrumpido por Ethan ahí.

-¿Puedes acompañarme a un lugar?-le preguntó Ethan

-¿Vamos todos?-preguntó a diferencia Julio

-No, sólo tú y yo

Le entraron un montón de nervios, sus piernas temblaban, pero tampoco era para tanto, quizá ahora ya se había hartado de él y esta vez estaría dispuesto a matarle.

-De acuerdo...

Caminaron hasta el estacionamiento, dónde se enontraba el auto de Ethan subieron y conducieron pacientemente hasta que por decisión de Julio aquélla tranquilidad se esfumó.

-¿Quién es él chico, ése al que rescataron?-preguntó

-¿Desde cuando debo darte explicaciones?-preguntó sarcástico el rubio

-No es que me tengas que dar una explicación, sólo que me importas...

-¿Te importo? ¿Y sólo por eso debo decirte todo lo correspondiente a mi vida?

-No, claro que no. Pero, nose ...yo...te quie....

-Cállate -le cortó seco-Me molesta tu conducta.

Esas palabras crearon un enorme dolor en Julio. Había mucho tráfico, y le estresaba, en ese momento Ethan, se comportaba de la manera más horrible que podía imaginar. Giró su cabeza en vista de la ventana, la lluvia había empezado a resbalarse por los vidrios. Dejó caer una lágrima, la cuál estuvo a la vista de Ethan.

-Eres un crío -continuó Ethan-No sabes lo que quieres, y me molesta que digas cosas como "quererme" aún sin conocerme bien

-Yo realmente te quiero... -murmuró

Ethan había entrado en impotencia. Iban conduciendo por una calle llena de árboles. El rubio perdió el control del volante y lo giró bruscamente, ocasionando estrellarse con un árbol del lado de Julio, y de está manera tuvo la oportunidad de decir sus últimas2é palabras para finalmente quedar inconsciente.

-Solamente quería ser especial para ti, como tu lo eres para mí

Aquél dolor repentino, no lo había sentido. Sus ojos se empaparon de lágrimas y de oscuridad quedando inconsciente.
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Y después de tanto tiempo ahí esta el capítulo siguiente

Vagos recuerdos (yaoi/homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora