Capítulo 6

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¿Cómo dos palabras que significaban mucho podían salir espontáneamente? Ni siquiera había sido capaz de pensarlo antes de decirlo, y tampoco se había planteado la situación. Ahora más que en cualquier otro momento, no encontraba forma de explicarle a Ethan que esas no eran exactamente la palabras que quiso decir.

—¿Esa es tu forma de disculpa o una declaración de amor? Claro, si es que así se le puede llamar

—No lo se

—Ya no sé que esperar de ti, niñato

—Lo siento...

—De verdad que eres un mediocre

—¡Deja de insultarme!

—Veo que aún no te quedan claras las cosas—Ethan se puso de pié frente a él, levantandole la cabeza con dos dedos, Julio al percibir esto estaba completamente sonrojado de sus mejillas, y no dejaba de verle directamente a los ojos—Tú solamente eres un sirviente para mí, estás pagando tú deuda

—Q-Quiero otra forma de pagar la deuda—contestó nervioso—algo que no sea tan humillante

—¿Otra? Dinero, no me hace falta, y no me sirves para obtener mi placer sexual, no hay nada bueno en tu cuerpo, de eso estoy seguro... Por lo tanto no hay otra manera de que me pagues. Claro, a menos de que quieras morir, si te mato, me sentiría más satisfecho.

—No... — murmuró Julio

—No te escucho

—No—dijo más fuerte Julio—Así estoy bien...

—Bien entonces no saques tus garras, gatita

¿De verdad podían existir personas como Ethan? Era un tipo insoportable y muy burlón, Julio había empezado a marearse, la sangre cada vez más se caía, hasta el punto de dejar un leve charco en el piso, se levantó y avanzó un par de pasos lejos de Ethan.

—Adiós—se despidió de Ethan dándole la espalda apretando fuertemente su mano dejando salir la sangre, quizá si era masoquista.

Había bastado con dar un par de pasos antes de que Ethan le tomara de la mano impidiéndole irse o dar un paso más. Julio volteó bruscamente hasta toparse con la fría y oscura mirada de Ethan, quién solamente se había limitado a ocultar su sonrisa y tomarle la barbilla con la mano hasta acercar ambos rostros demasiado unidos, a tal punto de que Julio sentía la agradable respiración de Ethan, éste se acercó lentamente a los labios de Julio, uniendolos levemente hasta sentir un sabor dulce, Julio había echó espacio en su boca, para que el rubio explorara con su lengua.

Julio sintió como se le erizaba la piel, y observaba los párpados que ocultaban las pupilas negras, había uno par de mechones que llegaron a rozar las mejillas de Julio. Prontamente se habían separado a falta de aire, Julio, simplemente había sido capaz de agachar la cabeza, evadiendo la mirada de Ethan.

—Nos vemos mañana—se despidió Ethan soltandole, y dándole la espalda para por fin subir al coche y encenderlo.

Por su parte; Julio sólo había sido capaz de tocar sus labios, sin siquiera dar un paso más, se había quedado de pié en ése lugar oscuro, sintiendo el aire frío recorrer por su cuerpo, le había dejado demasiado confuso ¿qué se suponía que significaba ése beso? Su mente era invadida por demasiados pensamientos, esperaba que en cualquier momento el cerebro le explotase, literalmente.

Después de un par de minutos, y de intentar pensar a qué se debía eso, comenzó a caminar hasta llegar a su departamento nuevo. El aura de aquél era demasiado oscura y solitaria, y ¿Cómo no? Si el era el único ahí, además no conocía a ningún vecino—ni tenía intenciones de hacerlo—quizá, y por un momento le había pasado por la mente la idea de al llegar a su departamento, empezar a hacerse nuevas cortadas en sus blancos brazos, pero todo había sido completamente distinto, había llegado tan agotado que solamente fue capaz de tomar una rápida y relajante ducha y se quedó dormido.

Vagos recuerdos (yaoi/homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora