Sus ojos se abrieron, y al instante miraba borroso, ¿qué había pasado? A su cabeza le daban constantemente punzadas que no creía que pudiese soportar. Cuando su vista por fin se aclaró, observó un techo completamente blanco y, al ladear su cabeza estaba un sofá. Hizo consciencia y, cayó a la cuenta de que estaba en una cama, conectado a una infinidad de máquinas tocó su cabeza y notó que está estaba envendada, además en sus brazos había unas agujas encajadas que supuso que eran las que le daban el suero, además notó las marcas de las navajas.
Pero, ¿que había pasado? Intentó recordar algo, pero como respuesta obtuvo un horrible dolor. >> Sea lo que sea, se han dado cuenta de mis cortadas << se dijo a si mismo. En ese momento no dejaba de preguntarse dónde estaba su madre y si ella estaría bien, eso le preocupaba más que nada. Intentó levantarse un par de veces, pero estaba demasiado débil, y había enflacado. Notó que llebava días ahí. No había rastro alguna de que una persona estuviera ahí y no sabía cómo debía tomárselo.
Después de varios minutos y plantearse como saldría de esa situación, la manejilla de la puerta se abrió lentamente dejando entrar a su madre junto al doctor.
-¡Has despertado!-exclamó su madre muy emocionada, pero él no fue capaz de entender a qué se refería. Sólo se tapó los brazos con las sábanas
-Julio-llamó el doctor-sé que esto es algo difícil pero debo decírtelo. Haz tenido un accidente con tu madre, y se estrellaron contra un árbol de tu lado, como puedes ver tu madre está bien, pero tú...-hizo una pausa-has perdido la memoria, te quedaste inconsciente durante tres días. Los pequeños detalles tu madre te los explicará. Hace un segundo la enfermera me llamó porque tú estabas murmurando un nombre..."Ethan", ¿te suena?
Esperó un poco antes de contestar. ¿Él había murmurado ése nombre? Si bien, aceptaba que era lindo, pero no conocía a un chico con aquél nombre, entonces no se explicaba como era que le había escuchado pronunciadolo. Las noticias de su pérdida de memoria le dejaron confundido y aún más ese nombre.
Notó como su corazón latía fuertemente al escuchar el nombre y por si fuera poco no era el único que lo sabía, ya que una de tantas máquinas que le hacía saber que tenía vida comenzó a escucharse más fuerte, delatandolo frente a su madre y el doctor.-No-susurró
-¿Qué es lo último que recuerdas?
Giró su mirada a su madre como si su último susceso haya sido con su ella, pensó qué era, y su cabeza daba vueltas. Cerró lentamente los ojos esperanzado a que todo tipo de dolor que en su momento sentía, desapareciera, pero en lugar de eso, obtuvo como respuesta, escenas borrosas en las que el y su madre caminaban por la ciudad viendo edificios. ¡Eso era! Lo recordó al fin. Lo último que había echo era buscarle un departamento.
-Creo...creo que lo último que recuerdo es que mi madre y yo estábamos buscando un departamento para mí.
-Señora-el doctor se dirigió a Lesly-¿Hace cuánto de ello?
-Cerca de tres meses...
-Bueno no es mucho, eso es una buena noticia. Julio-le volvió a llamar-también nos hemos percatado de tus cortadas y creo que eso es algo muy delicado, los dejaré a solas.
El doctor les dio las espalda, y Julio sólo fue capaz de bajar la cabeza muy avergonzado. En ese momento se arrepintió de todo el dolor que le había causado a su madre, pues era consciente de que ella no era culpable de nada. Su madre muy nerviosa dio pasos lentos, pero cuando llegó a él se apresuró a abrazarle fuertemente y dejó que sus lágrimas salieran de sus ojos. Por fin, tenía la oportunidad después de tres días, de abrazar a su hijo, todo el temor que había tenido a que no despertara o a que no le recordara se había esfumado. Ahora sólo le quedaba esperanza de que juntos podrían salir de esa.
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Vagos recuerdos (yaoi/homoerótica)
De Todo—Siempre me haces lo mismo—comentó Julio con su voz quebrantada—Te burlas de mí, me humillas, me torturas ¡solamente soy tu estúpido juguete! —¿Y que querías que hicier contigo? —Pensé que eras menos cruel... —Ahora ves que te equivocaste. —¡Eres...