Capítulo 7

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Julio había creído que había escuchado mal, que era otra de sus fantasías, pero la mirada de Ethan le hacía estar más seguro de que no estaba equivocado. El punto era cómo iba a hacer algo así. Tardaba en pensarlo, ¿Realmente tenía que obedecerle en algo así?

—¿Para qué?—se animó a preguntar después de un par de segundos

—Necesito ver tu cuerpo —contestó fríamente Ethan

Julio se había avergonzado al enrojecer, todo su entorno giraba dejándole ahí parado como un estúpido, exactamente se preguntaba que querían decir aquellas palabras,  quizá solamente era un juego que por ende, Julio no debía tomárselo en serio.

—No lo haré

Ethan se limitó a permanecer callado, y tomarle del antebrazo, una vez echo esto, lo condujo hasta su habitación dónde solamente fue capaz de arrinconarle en la pared.

—¿Qué...? — preguntó Julio, mientras intentaba safarse de la presión que Ethan hacía sobre él

—Te los quitas o te los quito yo —escupió Ethan mostrando su furia

Esta vez, Julio no podía darse el lujo de rechistar o algo así,  de echo si realmente quería permanecer con su cuerpo en un buen estado, debía obedecer,  por muy vergonzosa que fuese la situación tenía que hacerlo, pero el temor, ahora era, que no sabía cuál era el objetivo de quitarse los pantalones.

—Entonces lo hago yo —Ethan estiró los pantalones de Julio, los cuáles cayeron inmediatamente — ¿Ves no es tan difícil?

El rubor en las mejillas de Julio iba aumentando, hasta que su preocupación aumentó aún más,  al percatarse de qué Ethan observaba las cortadas que hasta hace una noche se había echo. Bajó la cabeza intentando olvidarse de aquellas cortadas, Ethan solamente tomó el bote de líquido que hasta hace un par de días le había puesto en las muñecas, pero esta vez sin piedad ni remordimientos, aventó demasiado líquido, tan fuerte fue el ardor que Julio cayó al suelo llorando de rodillas.

—Idiota, deja de hacerlo

—¡Y tu deja de meterte en mi vida! — gritó Julio sintiendo las lágrimas por todo su rostro

—Crío mal agradecido...

Ethan se agachó hacía el, tirandole del cabello mirándose directamente a los ojos ¿qué podía pasar exactamente en una situación así? El dolor en las piernas de Julio cada vez aumentaban más, quería morirse con un dolor como aquél. Cerró sus ojos fuertemente expulsando un par de lágrimas,

—Siempre me haces lo mismo—comentó Julio con su voz quebrantada —Te burlas de mí, me humillas, me torturas ¡solamente soy tu estúpido juguete!

—¿Y que querías que hicier contigo?

—Pensé que eras menos cruel...

—Ahora ves que te equivocaste.

—¡Eres un monstruo! Y aún así yo...

—¿Tú?

—Yo...te quiero.

—¡Vaya, pero si la princesita se puso romántica!

Las fuertes palabras de Ethan hacían que Julio se debilitara más, jamás se hubiese imaginado, estando enamorado de un hombre, y menos de alguien como Ethan. Se sentía un maldito idiota ¿Cómo era capaz de soportar tanto?

—¡Ya basta! —reclamó fuertemente —no puedo más...

Quiso continuar hablando pero no lo logró debido a que un fuerte mareo le invadió y además de esto, los suaves labios de Ethan le habían tocado, dejando intercambiar salivas. Una mano de Ethan se aproximó debajo de su camiseta hata llegar a un pezón y pellizcarlo varias veces, por otro lado, Julio había ahogado un gemido en la boca de el rubio, quién quitó la mano del pezón para meterla al boxer de Julio; sintiendo y apretando fuertemente en su mano el pene de éste.

Vagos recuerdos (yaoi/homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora