Capítulo 22

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Habían pasado ya tres días, en los que Julio había descansado. Ya había podido asistir a sus clases normales, a los entrenamientos y por supuesto ver a Henry, quién le apoyó en esos tres días.

Los recuerdos a medida que avanzaba el tiempo, avanzaban los síntomas, ya no sólo eran los mareos y las punzadas de cabeza, sino también las náuseas, la dificultad de vista e incluso el impulso de hacerse daño. Su madre lo sabía, y era una preocupación para ambos, pero lo que menos quería, era ir al médico para que le recetasen más calmantes o antidepresivos. Todo por culpa de unos estúpidos ojos. Jamás comprendió porque, o a quién demonios pertenecían, pero era consciente de que la persona dueña de los ojos le había y estaba haciendo daño.

Se terminó su desayuno junto a Henry, ya que habían quedado para irse a la preparatoria y antes de irse, se despidieron de Lesly.

-Julio, recuerda que debemos ir al médico por esos nuevos síntomas

-Bueno, eh... Lesly-llamó Henry-si no te molesta, me gustaría ir yo esta vez con Julio. No es nada personal, pero es un buen amigo para mí, y quiero que sienta mi apoyo

-Oh, no, no es necesario-apareció Julio

-Por mí bien

-Entonces iré yo, ¿oíste, Julio?

-Sí, vayamos a la preparatoria

Llegaron y como todos los días pasaron juntos cada clase incluso en su descanso. Al salir se dirigieron al médico. Henry me mostraban ansioso por ir, realmente le importaba el estado de Julio, en ese momento se preguntó si a parte de su madre y de él habría otra persona. Porque, si bien, era cierto que el doctor le dejó en claro o le dio a entender que lo que le estaba pasando era a causa de algo que aún no sabía, entonces, ¿su madre le había estado mintiendo? O era algo que simplemente los dos habían olvidado. Su corazón empezó a latir más. Habían tantas cosas que le dejaban muy confundido. El chico pelirrojo...era uno de ellos. Se detuvo bruscamente y soltó su maleta e inmediatamente se apretó la cabeza fuertemente.

-¿Estás bien?-preguntó Henry tomándole por la cintura con un brazo para que se detuviera

Asintió tomándose fuertemente, mientras escuchaba algunas palabras que no lograba comprender. Era la voz del pelirrojo pero, ¿que era lo que decía? Cerró sus ojos apretandolos con mucha fuerza y se concentró. "Vamos a Rusia" escuchó decir al pelirrojo. ¿Él iba a Rusia con el pelirrojo? ¿Porqué? ¿A qué?

-Julio-escuchó a Henry muy preocupado-¿Qué te pasa?

-¿Recuerdas al chico pelirrojo, él...el que te dije que me ayudó cuando me desmaye? -Henry asintió con la cabeza-Tuve un recuerdo de él. Sólo escuché que me dijo que iríamos a Rusia...

-Necesito que resistas, ¿de acuerdo? Estamos a unas calles para llegar

Las pocas calles que había mencionado Henry, para Julio habían sido las más largas de su vida, y que decir del ascensor, el tiempo que le tomó subir también fue largo. O el tiempo en que la secretaria pidió que esperasen a que el paciente que estaba en el consultorio saliera.

-¿Tienen algún parentesco?-preguntó el doctor al verlos juntos

-Sólo amigos

-¿Y porqué no vino Lesly?

-Decidió darle la oportunidad a Henry, para que también estuviera al tanto

-Es un tema del que también quiero hablar, pero, primero lo primero. Los síntomas nuevos son, náuseas, dificultad de vista y la necesidad de auto dañarte

-Si

-Las náuseas son porque quizá te pone nervioso el recuerdo o te incómoda, así que es algo normal. La dificultad de vista es por que puede que en el momento te debilites o te desmayes, también es normal. Pero, hacerte daño, no. Es algo psicológico. Y me gustaría que empezaras a ir a sesiones con el psicólogo

Vagos recuerdos (yaoi/homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora