Capítulo 5

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No imaginaba una persona incapaz de entender algo, y con mayor razón ahora que ambos chicos iban de camino a casa de Lesly, pero esta vez lo hacían sin siquiera llevar a Saúl y Alexy. Por la mente de Julio, cada segundo pasaba la pregunta de porqué le invitó y aún más ahora que ya habían llegado. Bajaron del automóvil, tocando el timbre de aquella casa, cuando la mujer les abrió, se pasmó al ver que su hijo llevaba consigo un chico, quizá su amigo.

—Buenas noches —saludó Ethan

—Buenas noches, soy Lesly

—Yo Ethan

—El primer amigo que trae Julio

—Espero que no te moleste, madre. Le invite a cenar

—En lo absoluto, hijo — abrió la puerta y seguido de esto hizo un ademán para invitarles a pasar — Ya estoy por servir.

Julio se quedó a cerrar la puerta acompañado de Ethan quién le miraba con su sonrisa, preparado para las ridiculeces que estaba seguro que haría Lesly.

—Si tan sólo tu madre supiera que nada de amigo, si no esclavo... — Murmuró Ethan

Julio no se habían molestado en responder, lo único que hizo fue dirigirlo hasta la cocina dónde su madre tenía preparada la cena. Se sentaron juntos y empezaron a comer.

—¿Y dime —comentó Lesly —Estudias con Julio? —preguntó dirigiéndose a Ethan

—No, tengo 25 años

—Comprendo, pero ¿entonces como se conocieron?

—Fue un día en la calle —interrumpió Julio

—¡Oh vaya! Imagino que Ethan fue el que te habló a ti

—Así es —contestó Ethan

—Es extraño imaginar que Julio socializó contigo, como verás es antisocial

—¡Ya basta madre!

—Vale entonces cambio de tema. ¿Terminaste tus estudios, Ethan?

—Sí. Obtuve mi título como Enfermero, pero jamás he trabajado en eso

—¿Porqué?

—Le parecerá absurdo —aseguró Ethan —Yo trabajo en otra ciudad, pero no como enfermero, jamás lo echo

Aquél tema, a Julio le interesaba, tanto que había empezado a comer lentamente con tal de oír las razones y la vida del chico rubio.

—De echo —continuó Ethan — trabajo en un corporativo de vinos, ése era mi destino,  y no lo pudo evadir

—Pero...

—Aunque también es agradable trabajar allá.

¿Dónde es "allá"? Si se puede saber

—En París. Al morir mi padre, yo tendría que hacerme cargo de el corporativo y ahora lo hago, fuera de eso no es feo, de echo es lindo

—Me gustaría probar ese vino tuyo

—En el siguiente viaje, prometo que le traeré

—Que lindo, gracias

Habían enmudecido, ya no se sabía de que hablar con aquella aura. Julio solo mantenía sus pensamientos en las conversaciones anteriores, su apetito había desaparecido, algo extraño. Quizá, y después de todo, la idea de invitar a Ethan a casa de su madre, había resultado buena. Prontamente acabaron de comer, y Ethan muy amablemente ayudó a recoger los platos, lo que a Julio le parecía extraño porque se mostraba diferente frente a su madre.

—Gracias por la comida señora

—Llámame solamente Lesly, ¡tampoco estoy tan anciana!

—Gracias por la comida Lesly —se corrigió Ethan

—Yo me voy —habló cabizbajo Julio —Mañana tengo clases...

—¿No te vas conmigo? — preguntó Ethan sin importarle que Lesly seguía ahí

—Mi casa esta muy retirada de la tuya —Julio se acercó a su madre a darle un beso en la mejilla a su madre de deapedida —Hasta luego...

Era una escena de reproche. Le molestaba que si hubiese llevado tan bien con su madre, habían hablado toda la noche ¡y jamás le invitaron a unirse! Estaba enojado, por todo, pero principalmente celoso, y esos estúpidos celos no los entendía ni un poco. Salió de su antigua casa caminando, sentía la frescura de la noche, avanzo hasta un pequeño parque dónde solía ir a esas horas en su casa mientras su madre salía, tomó asiento en un columpio sacando su navaja y haciéndose unas leves cortas en su brazo derecho. Sintió varios pasos cerca de él y esto seguía sin importarle, él solamente continuaba cortándose su brazo.

— Creí que te habías ido a casa —dio un pequeño brinco al escuchar la voz de Ethan frente a él, sin mostrar rastro alguno, ocultó su navaja entre su chaqueta y su brazo

—Yo creí que te habías quedado charlando con mi madre

—¿Celoso?

—No. Es sólo que le contaste cosas, que a mí no me has contado

—Jamás me has preguntado nada

—¡Pero yo te conté lo de mi padre! — replicó Julio

—Porque yo te lo pedí

—¡Además te hiciste pasar por un chico amable! Eres un mentiroso

—Prefiero eso a ser un maldito crío que se pasa la vida cortándose los brazos

Julio bajó la cabeza hasta ver su brazo como dejaba ir la sangre hasta recorrer por la palma de su mano, Ethan por su parte, al ver que Julio se petrificaba viendo agachó su cabeza y al notar la sangre no pudo evitar estallar de furia.

—¡Lo que faltaba! Que empieces a cortarte en un estúpido parque

—Es que...

—Dame la navaja

—No...

—Es una orden, Julio

—¡A la mierda con tus estúpidas ordenes! Estoy harto de esto

—¿De qué? Si estas aquí es tu culpa ¿Ahora debo recordarte las cosas?

—¡Recuerdo perfectamente ese día! — se defendió Julio —Ya te pedí disculpas

—No todo se soluciona con una disculpa, maldito crío

—Me gustas....

Vagos recuerdos (yaoi/homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora