𝐭𝐡𝐢𝐫𝐭𝐲 𝐟𝐢𝐯𝐞

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"Sentimientos encontrados"

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"Sentimientos encontrados"

Al anochecer de ese mismo día, antes de que la fiesta que Fred y George habían organizado para Ana y Harry comenzara, Ana juntó a Hermione, Lavender y Parvati en el dormitorio para discutir la cuestión pendiente. Debían organizar la lectura de las libretas de Faith, antes de que Ana se olvidara de hacerlo. Pero ni Parvati ni Lavender estaban con ganas de discutirlo en esos momentos.

—¿No podemos esperar hasta mañana? Nos perderemos la fiesta... —protestó Parvati, quien se había producido con su mejor sari color bordó. Había querido estrenarlo desde hacía mucho tiempo.

—Sí... Serena McAlister iba a leer mi fortuna. No puedo perderme la oportunidad de saber mi futuro romance... —rogó esta vez Lavender, pero antes de que Ana pudiese responder, Hermione resopló.

—Esto es más importante que la fiesta o tu fortuna, Lavender... —al ver el rostro de ambas, Hermione suspiró—, pero podrán ir abajo el momento que terminemos con esto. Será rápido.

Ana asintió frenéticamente.

—¡Así es! Lo único que haremos hoy es organizar todo, y establecer lo que debemos buscar en... bueno, todo esto. —Ana levantó la caja del suelo y la apoyó en su cama, haciendo sonar todas las libretas de Faith.

—Tú mamá era de Ravenclaw, ¿no? —inquirió Parvati mirando la caja.

—Sí... ¿cómo sabías?

—Eso creía. Están todos locos para ir andando por la vida escribiendo de esa forma... sin ofender, Hermione.

Hermione puso los ojos en blanco pero no dijo nada.

—Bueno, mamá escribía todo en estas páginas, así que...

El más horrible de los ruidos, una especie de lamento chirriante y estrepitoso, llegó a sus oídos haciendo que las cuatro se taparan para protegerse de ese espantoso sonido que les taladraba la cabeza.

—¿¡Qué es eso!?  —chilló Lavender asustada.

Pero como vino el sonido, se fue, dejando a todas en un estado de aturdimiento.

—Creo que abrieron el huevo de oro de Harry —masculló Hermione con una mueca y señalando el huevo que Ana había conseguido del cuidado del opaleye.

—Ese sonido me suena...

Ana murmuraba con el ceño fruncido, aún pensando en aquel sonido agobiante que había retumbado en toda la habitación.

—¿El grito que pega Hermione cuando dejo mis zapatos desordenados? —sugirió Parvati con una sonrisa.

 —¡Ey!

—¡Uh, uh! Tal vez tengas que enfrentarte a Hermione en la primera prueba, Ana...

—Suficiente. Ana no me tendrá que enfrentar, ¿podemos volver al tema principal?

Hidden → Blaise ZabiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora