ADVERTENCIA DEL CAPÍTULO: Menciones de abuso infantil. Leer con precaución.
"Etimología de cicatriz"
A la mañana siguiente, Ana se despertó con las noticias de que Hagrid había vuelto de su misión secreta. A las apuradas, mientras se preparaban en el baño del dormitorio, Hermione le contó que lo habían ido a visitar durante la noche y les había afirmado que había ido a buscar y entablar conexión con los gigantes. Ana tuvo que contener su curiosidad acerca de los gigantes puesto que su amiga no estaba dispuesta a darle todos los detalles, al menos no de las criaturas.
Luego del desayuno, mientras que Hermione fue a buscar a Hagrid para ayudarlo a organizar sus clases y Harry y Ron se concentraron en terminar sus deberes, que habían acumulado altura, Ana ocupó su tiempo leyendo las cartas que le habían enviado su abuela, Dalia y Sirius. Normalmente, los domingos no se recibía correo, no obstante, el mundo mágico trabajaba muy diferentemente al mundo muggle.
Hilda Abaroa tenía las leves noticias acerca de Limonada, de cuánto extrañaba a Ana y que había hecho una amistad con la pequeña perrita salchicha que pertenecía a los carniceros a la vuelta de su casa. Por otro lado, Dalia le contó acerca de sus amigos Leah y Benjamin y de que irían el próximo sábado a ver una película en el teatro de cine. Se llamaba: "Annie: La Aventura Real". Ana había visto la primera película años atrás, le había gustado. Finalmente, la carta de Sirius le agradecía a Ana por su regalo de cumpleaños. Ana se había olvidado por completo del cumpleaños de Sirius por todos los hechos que había tomado lugar, y fue solo una semana después de su cumpleaños que lo recordó; y hacía tan solo unos días le había enviado su regalo: un colgante con una piedra que había encontrado durante una de las clases de Cuidado de las Criaturas Mágicas. Había tenido que improvisar terriblemente, pero al final del día la piedra había sido muy bonita, era de un color azabache casi negro, estaba un poco rota pero brillaba como un cielo estrellado bajo la luz correcta.
Pero las bonitas palabras de Sirius no fueron lo que llamaron la atención de Ana mientras leía su carta, fue sino una corta oración escrita por debajo de la letra elegante de Sirius: Ana, soy papá, cuando vengas en las vacaciones de invierno deberemos de hablar. Besos.
Un sonido estrangulado sonó en la garganta de Ana mientras cada evento de su vida pasaba por delante de sus ojos. ¿Qué había hecho para que su papá le dijera eso? ¿Estaba en problemas? Aquella oración nunca traía buenas noticias. No estaba preparada para enfrentarse a su papá, no sin saber qué exactamente había hecho. Las manos le comenzaron a transpirar.
«Deja de preocuparte. No puedes preocuparte de esto con todo lo demás que tienes por pensar»
Dejó salir un suspiro. Tenía razón. No podía volverse loca tratando de adivinar qué era lo que había hecho para recibir tal advertencia; no cuando tenía cosas más importantes a las que prestar atención.
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Hidden → Blaise Zabini
FanfictionAna vivió toda su vida bajo un gran secreto, escondida de lo desconocido e ignorando la verdad. ¿Qué hará cuando su realidad sea cambiada? El momento ha llegado y está preparada para encontrar la verdad, para hacer resurgir los secretos de la tumba...