"El lenguaje del amor"
El regreso a Hogwarts tuvo lugar una semana después, y Ana viajó junto al grupo de Parvati y Lavender por segunda vez en el año en vez de su propio grupo, ya que no se encontraban viajando en el tren.
La última semana de vacaciones se había ido volando, y aunque la oportunidad de ganarse la aceptación de la madre de Dalia había sido un fracaso, Ana había pasado toda la semana junto a ella. Se había enterado que a su padre le había caído bien; escuchó todas las historias de Dalia acerca del largo viaje en busca de una cura; y finalmente, comprendió que todo cobraba sentido. El poema de Dupont había hecho un comentario acerca del verano siendo frío y débil, y ahora Ana sabía con certeza de porqué era eso: Dalia había nacido casi muerta, y tal vez por eso, el sol la había ayudado.
La última parte aún era una teoría.
El lunes a la mañana, mientras desayunaban aún un poco dormidos en el Gran Comedor, Harry le contó a Ana lo que se había perdido esa última semana. Al parecer, por orden de Dumbledore, Snape debía enseñarle a Harry el arte de la Oclumancia: La defensa mágica de la mente contra invasiones externas. Al parecer, durante todo el trimestre le estaría dando clases privadas una vez por semana.
—¿Y tu papá dijo algo? —preguntó Ana con su vaso de jugo en la mano—. Me refiero a que Snape te tenga que enseñar.
—Me dijo que es el indicado para hacerlo —suspiró Harry, empujando la comida de su plato con un tenedor—. Que sabe mucho acerca de ese tipo de magia... pero que si en cualquier momento Snape me hacía sentir irremediablemente incómodo, que le dijera a él para que me ayudara. Le tiene demasiada fe a Snape aunque no le caiga del todo bien...
«Y ¿a quién no?»
El día estuvo lleno de clases lentas, acompañadas de punzantes dolores de cabeza, tanto que Ana estuvo al borde de decirle a Umbridge que se metiera el libro por un lugar inapropiado. La mujer no hablaba mucho en la clase, más que para decirles que siguieran leyendo el libro y escribieran, pero cuando lo hacía, era una migraña más.
En la tarde, luego de la última hora de clase con Umbridge, Ana hizo lo que ya era una rutina para ella, y se escabulló hacia el pasillo donde Blaise la esperaba. O al menos, ella siempre tenía la certeza de ello aunque podría estar equivocada.
Pero como siempre en esos casos, no lo estaba.
Blaise la esperaba sentado en su asiento de siempre y con un libro en mano. El sol bajo que se podía ver detrás de las ventanas iluminaba su cuerpo desde atrás, dándole un aspecto más etéreo. Cuando la notó, levantó su cabeza y le dedicó una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.
—Abaroa.
—Hola, Blaise —sonrió ella antes de sentarse frente a él, y sacar los deberes que Umbridge les había enviado esa misma tarde—. Gracias por el libro de flores, es muy interesante. No sabía que había tantas formas de decir "te quiero"... o "eres repugnante". ¡Ah! Y Limonada adoró esa pelota que nunca deja de rebotar... pero nana no está muy contenta de tener que escuchar eso todo el tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Hidden → Blaise Zabini
FanfictionAna vivió toda su vida bajo un gran secreto, escondida de lo desconocido e ignorando la verdad. ¿Qué hará cuando su realidad sea cambiada? El momento ha llegado y está preparada para encontrar la verdad, para hacer resurgir los secretos de la tumba...