PRIMUM CIRCUM

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AGNES

Primer día de clases del último año y ya me estoy tirando por la ventana, escapando de una detención en la oficina de disciplina, por lanzarle un lápiz al maestro de matemáticas.

Muy bien, Agneshka, eres el orgullo de los Maksimov.

Juro que no fue intencional. El lápiz iba en dirección de una tal Hannah que pretendía exponerme con el profesor y acusarme de estar copiando en el examen cuando no era así, y todo por soplarle una respuesta a una idiota llamada Jane. En fin, Hannah lo esquivó y el lápiz le dio justo en la frente al Profesor Tate.

Abro un poco más la ventana, miro hacia abajo pensando rápidamente en todas las posibilidades de quedar ilesa y...

Al carajo, alguien viene.

Tengo que salir de aquí.

No lo pienso más y me lanzo, caigo de inmediato sobre una pila de ¿Estiércol?

¿Quién demonios deja estiércol en las jardineras?

¡Ahhh!

Escucho una risa mientras me remuevo en la miseria y un chico rubio de ojos claros está matándose de la risa frente a mí. Aplaude lentamente mientras gesticula un Bravo.

Me hierve de inmediato la sangre pero entonces el encargado de disciplina se asoma por la ventana buscándome y yo me arrincono lo más que puedo a la pared bajo la ventana para que no me vea.

— ¿Has visto a alguien salir por aquí? —le pregunta al rubio.

Abro los ojos y niego con la cabeza, pidiéndole que no me delate.

—No, he estado aquí un buen rato y no he visto a nadie —asegura sin titubear.

Suelto un suspiro cuando escucho la ventana cerrarse. El rubio vuelve a reír, niega con la cabeza y yo ruedo los ojos.

—Me debes una —me dice.

— ¿Gracias? —Pongo los ojos en blanco.

Intento ponerme de pie ante la mirada del chico y veo el desastre que estoy hecha. Maldigo internamente mientras camino a otra jardinera donde hay un grifo. El problema es que está demasiado bajo y no puedo lavarme bien.

Juro que tenían una manguera por algún lado.

— ¿Buscas esto? —la voz del rubio me llega junto con el agua fría que echa sobre mí. Volteo con la boca abierta y está sosteniendo la manguera y me está mojando de pies a cabezas.

¡Ahhh!

Aprieto la mandíbula y cierro los ojos.

— ¿Qué te pasa? —le grito bastante irritada y colérica.

Vade retro [+21] En EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora