VLADE

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No, no del que estás pensando.

:( 

Más gráfico y menos acción. 


VADE


Nuevamente transcurren varias semanas y la sensual rubia apestosa de labios indecentes y curvas atrevidas se pierde de algunas clases. A este paso se va a tirar el año escolar.

Bueno ¿y eso a mí que mierda me importa?

Ni que pensara en ella para algo más que para follármela como me plazca.

Sí, repítelo hasta que te lo creas.

Justo cuando el profesor Tate está pensando seriamente en relevarla de su puesto como líder de nuestro equipo, se aparece muy campante con sus aires de niña buena, inundando el salón con un extraño y penetrante perfume que no logro descifrar.

¿Desde cuándo reparas en esas idioteces cursis?

Me enderezo sobre el asiento y en principio evito mirarla de más. Luce tan inmaculada que cualquiera que la viese por primera vez, pensaría que es una chica virginal de marcados rasgos rusos y provocativa hasta la muerte.

He pasado todas estas malditas semanas pensando en lo que ocurrió en su habitación. Nunca imaginé en mi pequeño y jodido cerebro ver a su padre tratarla de semejante forma. Aunque era de esperarse, en el fondo luce como un tipo violento y explosivo que emana poder y que si no lo tiene, se lo toma por la fuerza. Bien que le había pegado en la cara aquella vez que cenaron en mi casa.

En su momento aquello me había desagradado por completo pero esto último que sucedió fue un detonante para mi perversión latente. Mi vena sádica se moría por salir en toda su extensión. Quería unirme a ellos y dejar que tomara mi virilidad en su boca mientras la azotaban.

Estoy muy mal, realmente mal.

Cada azote quedó intensamente marcado en mi mente, lo recuerdo como si fuese ayer. Y eso solo ha aumentado mis ganas de someterla a cuanto escenario pervertido se me ocurra.

Lleva puesto unos jeans semiajustados, una sudadera blanca, ancha y con mangas largas que ocultan sus tesoros más ardientes. Sería difícil adivinar sus atributos con ese atuendo, pero los conozco tan bien y los he reparado tanto que es sencillo tenerlos merodeando mi mente a la perfección.

Agnes me pasa por el lado sin dedicarme ni una miserable mirada. La observo mientras se ubica en su puesto en un sepulcral silencio. Está seria y en sus ojos no se ve el brillo blanquecino de siempre. Su azul profundo parece haberse apagado y casi juraría que ha pasado mucho tiempo llorando y luchando contra un insomnio insoportable. Con seguridad causado por su padre.

Vade retro [+21] En EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora