Vade retro [+21] En Español

PUTASNE NESCIO QUID FECISTI?

Alerta de contenido +18.

Sí, de ese que están pensando pero no con... 

Ay, mejor léanlo y ya. 

VLADE

Era insoportable verla.

Me confundía a sobremanera.

No sé qué carajos me está pasando.

¿Estoy a ese nivel de desespero por no habérmela follado en días?

¿O por qué lucía extremadamente fuera de sí?

Parecía que de un momento a otro se volvió una maldita rata de laboratorio y apostaba lo que fuese a que su padre era el científico loco y malévolo.

Otra semana más que permanecía en sequía de ella. De ella, sí, porque chicas dispuestas a abrirse de piernas y algo más, es lo que hay a mi paso. No me han faltado las folladas pero ninguna ha sido con la apestosa de labios jugosos que tengo justo enfrente con su atuendo impoluto, jugando a ser la cerebrito de turno.

Con ninguna de esas cogidas fugaces había podido estrenar unos nuevos juguetitos que morían por ser usados hasta perder el juicio.

Mis ojos se concentran en su piel, imaginándola toda incandescente con cada embestida, con cada azote despiadado. Pero ella sigue en lo suyo, como si se hubiese olvidado de mí. Pienso en su coño apretado y húmedo, danzando impaciente por tener mis dedos y mi erección.

No sé cuánto tiempo pasa con ella hablando de sus planes para las olimpiadas matemáticas que pronto se acercaban, explicando mierdas de no sé qué derivadas de orden superior. Resta decir que no le estaba entendiendo un carajo.

Claro, si no has prestado ni puta atención.

Odio las matemáticas y todo lo que tenga que ver con ellas. Solo quiero terminar el maldito año escolar aunque claro, ahora mi prioridad era seguir explorando todas las dulces entradas que puede tener Agnes.

Hmmm.

Me pregunto si tendrá algún territorio inexplorado aún.

Quizás yo podría...

—Vade, ¿Me estás escuchando?

¿Ahora se digna a hablarme?

Perfecto, pues ahora quien no le habla soy yo.

Asiento con un gesto de que poco me importa lo que emana de su boca de genio de las matemáticas.

Maldita apestosa y malditas mis ganas de follarle la boca y después dejarla que me monte en una de estas sillas, no sé, quizás podríamos tener espectadores; no soy del tipo exhibicionista pero ciertamente estoy dispuesto a todo en el plano sexual. Cogida es cogida, con o sin público.