Acosado [Killugon]

08

Un nuevo día llegando, una tardía mañana, un platinado y un moreno peleando de forma amistosa mientras la comida se enfriaba. El moreno tirado de espaldas lanzando sus pies en un intento de levantarse mientras hacía un puchero, el otro solo tenía sus brazos cruzados viendo la "infantil" escena.

—Gon... ¡Deja de ser terco y permíteme levantarte!— Aguantó su risa lo más que pudo, al ser liberada recibió la pantufla del mayor en la cara. Toda esta situación inició cuando entró al cuarto para cargar a su amado e ir a desayunar, por alguna extraña razón éste se hallaba cercano a la puerta, lo que causó que al ser aventado con gran fuerza por ésta quedara atrapado en una gran caja de cartón que seguramente había sacado para revisar sin su permiso.

—¡No!, ¡Puedo hacerlo solo!— Puso todo su esfuerzo en ese último impulso de sus piernas logrando salir de ese lugar. Luego de mucho luchar por fin se puso de pie —¿Ves? no fue tan difícil.— Dijo orgulloso.

—Tienes razón, fue muy fácil.— El platinado caminó cerca de él, el de cabello en puntas no se movió, supuso que lo iba a llevar a la cocina, no esperó el beso en su frente. Por la sorpresa intentó alejarse sintiendo como iba a volver a sucumbir ante ese suelo o caja. —Te atrapé... ¡Así que déjame ayudarte, tonto!— Alargó la última o. El moreno no le dio importancia a la cercanía o a las manos en su cintura, ese chico no era un peligro.

—¡Hiciste trampa, Kill!—

—¿¡Qué harás al respecto, hermosura!?— Subió sus manos a sus axilas para hacerle cosquillas, la mejor definición del moreno en ese momento era que se veía como un lindo gusano retorciéndose.

—¡Te...! ¡Pff...! ¡Pateare!— Con sus manos intentó alejarlo empujando su pecho.

—Tú sabes cómo salir de esta.— Regresó sus manos a donde anteriormente las tenía y cerró los párpados a la par de sonreír. Gon regulaba su respiración mientras limpiaba las pequeñas lágrimas que sus ojos habían expulsado. Cuando notó la posición del terrorista su sonrisa disminuyó, llevó sus manos hasta ese blanco rostro.

—Sabes que no voy a hacerlo, no me gustas y amo a alguien más.— Por más que quisiera ser blando con el menor debía dejar las cosas claras. Tratarlo de otra forma además de amistosa podría confundir aún más su mente, y si él quería ayudarlo debía no hundirlo más en esa locura. Además estaba secuestrado, no podía simplemente excusar todas las acciones de ese hombre con su pasado y apariencia.

Kill aún así no se inmutó ni cambió de posición, solo dejó que las cálidas manos lo sostuvieran un rato. "Por ahora está bien." Y al tener suficiente cargó al mayor entre sus brazos para poder sentarlo detrás de esa redonda y pequeña mesa especial para dos.

—Hot cakes en forma de oso, con miel y fresas encima. Café cargado como te gusta, jugo de naranja y verduras salteadas con carne acompañada con arroz.— Decía mientras descubría los platos. Los ojos del moreno brillaron, el día anterior por pensar en otras cosas no le había prestado atención a sus alimentos por lo que la sensación de vacío en su estómago lo mataba.

—¡Esto es increíble!— Tomando los cubiertos empezó con esos tiernos osos. De momento su masticar se volvió lento. —Están muy dulces, aún así saben bien.— Dio un sorbo a su café.

—¿Están demasiado dulces?— El albino no comía, solo se dedicaba a ver a su chico frente a él, pero por el comentario tomó el postre cubierto de chocolate para meterlo en su boca. —A mí me parece que le falta más en realidad.— La risilla de Gon volvió a llamar su atención —¿Esto fue una rara broma? ¿De qué te ríes?—

—¡No! Realmente está demasiado dulce para mí. Me gusta el azúcar pero en estas cantidades es demasiada, aunque el probarlo me trajo recuerdos...— Sintió el calor en sus mejillas, cosa que no pasó desapercibida. —Te gustan las cosas dulces al igual que a Killua. "Si tiene azúcar siempre es mejor".— Repitió la frase que siempre le decía después de sus discusiones mensuales por la compra insoportable de caramelos. —Es algo tierno, él siempre finge ser un chico rudo y frío, pero es demasiado afable... Supongo que se parece a lo que consume.— Seguía devorando el postre con una gran sonrisa en la boca que a veces disminuía ante la situación en la que estaban. "Espero que esté bien."