—No me importa que diablos tenga que hacerse...lo quiero de vuelta...—YeSung hablaba con todo el consejo de magia.
—Su Majestad es muy arriesgado. La Reina poseía un fuerte poder en su interior, si intentamos traerlo de vuelta podrían chocar las energías...puede que si se logra, no vuelva a ser el mismo que algún día conoció.
—Lo quiero de vuelta...—replicó una vez más —¿Cómo van los preparativos para el funeral?—esta vez se dirigió a uno de los eunucos que lo acompañaban.
—El cuerpo de reemplazo está listo para ser llevado en la caravana y el cuerpo de la Reina se encuentra en el salón de la corte de magia, no debe preocuparse por nada. Tenemos todo arreglado Su Majestad.
—Me alegro...—susurró saliendo del lugar, el sarcófago y las ofrendas se encontraban ya preparadas en el salón, la noticia de la muerte del menor se había esparcido rápidamente y sin embargo al pueblo no le sorprendía para nada pues conocían el comportamiento de su Rey.
Personas de todos lugares llegaban para dejar su ofrenda, todos lamentaban el terrible destino que ese chico había tenido, de rumorean que debían prepararse también para la muerte de la siguiente Reina. Si ya había sucedido dos veces la muerte de una monarca en el palacio, podía volver a pasar una vez más.
SungMin llevó al salón fúnebre una charola con postres y algo de té como ofrenda.
—Solíamos tomarlo juntos antes, ¿recuerdas?
Sirvió un par de tomas y colocó una frente al féretro ceremonial.
—Siento mucho lo que sucedió en serio...—susurró bajando la cabeza—nunca supiste como era que había quedado embarazado de YeSung y la verdad ya no puedo aguantarlo, a pesar de que ya no estás necesito sacarlo todo.
Colocó algunos pastelillos al lado del té y en seguida se sentó con más comodidad.
—Escucha amigo...mucho antes de eso e inclusive antes de que yo naciera, mi familia ya me había dado en matrimonio a Su Majestad...por supuesto yo no lo sabía y él no me tomó porque era un niño cuando me trajeron al palacio, obviamente no se casó conmigo hasta después de haberse casado contigo y fue algo secreto—dio un sorbo de su té—poco tiempo después de que te embarazaste me llamó a su habitación y me tomó a la fuerza, yo no tenía planeado lo del bebé pero al parecer él ya había llevado a cabo el hechizo desde que llegué aquí. En verdad me dio mucho miedo confesartelo y me sorprendió que no lo hubieras notado en todo ese tiempo. Siempre estuve enamorado de él y me dolía que sólo a tu embarazo le diera los cuidados necesarios mientras yo tenía que guardarme todo lo que sentía—sus ojos se llenaron de lágrimas —me siento muy culpable por haberme convertido en la segunda esposa de Su Majestad y ni siquiera fue mi culpa, yo no quería tener un hijo suyo...—talló sus ojos—RyeoWook por favor...no sé que voy a hacer sin ti en este palacio, no voy a sobrevivir, no soy tan fuerte como tu.
Lloró con fuerza de la nada y se hincó haciendo la reverencia más baja que pudo, se sentía atrapado, no podía callar todo lo que sentía.
—Espero sinceramente que allá donde tu y tu pequeño se encuentren, estén bien y tranquilos—sacó un pañuelo y se limpió —tu sufrimiento ya terminó pequeño, yo me voy a encargar de cuidar de tus hijos y de mantenerlos a salvo.
—¡SungMin!—YeSung entró gritando al salón, el menor dio un brinco, secó sus lágrimas e hizo una reverencia para recibirlo.
—¡Su Majestad!—su tono de voz subió debido a los nervios.
—Necesito que busques algunas ropas para Wook, ¡No!...contrata al mejor costurero o costurera que encuentres para que le confeccione un atuendo elegante, algo digno de una Reina ¿Entiendes?
—Su Majestad pero...Wook debe usar las ropas tradicionales de sepultura, es lo que marca el protocolo.
—Me importa poco el protocolo, RyeoWook merece tener la mejor ropa de este Reino inclusive en su funeral.
—Como usted ordene...—hizo una reverencia leve y salió del salón con la charola en las manos, tenía tantas ganas de llorar y seguir haciéndolo durante mucho tiempo.
YeSung se hincó en medio de la habitación y soltó un suspiró, debía pensar en la manera más factible de revivir a su amado RyeoWook. De ser necesario buscaría en lo más profundo de las bibliotecas esos libros secretos y los leería por completo.
Al pensar lo suficiente, pudo recordar uno de esos antiguos escritos, sería un poco arriesgado pero nada le importaba si podía traerlo de vuelta.
Corrió donde el consejo de magia y entró empujando todo a su paso.
—¡Xuè Huā!—gritó con desesperación y emoción juntas.
—Su Majestad...—el más anciano negó—es peligroso...La Reina...podría...
—Hagan el maldito ritual...—interrumpió rápidamente —ya le he dicho que no me importa que suceda.
—De acuerdo sólo...denos unos cuantos días para reunir lo necesario y lo llevaremos a cabo—bajó la cabeza pensativo—sabe que debemos conseguir la sangre de...
—Doncellas jóvenes y puras...lo sé...también sé que deben ser humanas...—sobó su sien—rompan el tratado, consigan tantas como sea necesario y matenlas...
Su expresión se volvió repentinamente fría, hablaba totalmente en serio cuando decía que nada le importaba.
El hechizo Xuè Huā (Flores de Sangre) era demasiado comprometedor pero efectivo, implicaba matar a tantas doncellas como fuera posible. Viajar en una expedición a las cavernas y así poder conseguir las "misteriosas", esas eran flores blancas que se deshacían al tocar la sangre pura. Juntas formaban una distancia capaz de dar vida a cualquier cuerpo que fuera sumergido en ella por tiempo prolongado. Cambiado con la sangre de YeSung, de un linaje puro también, lo volvería uno de ellos. Totalmente inmortal y así ambos estarían juntos por la eternidad.
Mientras tanto sabía que tenía que casarse oficialmente con SungMin a como fuera y así convertirlo en La Reina. Eran las leyes de su pueblo y de su Reino entero. Debía honrar la memoria de sus antepasados y cumplir sus tradiciones.
Después, cuando RyeoWook volviera, lo degradaría a concubina y a quien tanto esperó lo volvería a hacer Reina.
Eran asuntos tan complicados y sin embargo tan al alcance.
Al día siguiente los preparativos para la boda Real comenzaron, SungMin fue vestido con las finas y exclusivas ropas de la Realeza. Su cabello en un tocado deslumbrante y un maquillaje impecable. La envidia de todas las mujeres del Reino y era obvio, era incluso más hermoso que RyeoWook pero eso no podía hacer que YeSung lo amara.
Por sobre todo, consideraba a su menor como la más bella y delicada reliquia. Era lo único más hermoso en ese mundo además de sus hijos.Después de la boda, las damas prepararon a Min para su noche de bodas, lo vistieron con un fino manto blanco que transparentaba su cuerpo. Le arreglaron el cabello y lo llevaron con YeSung al caer la noche. Éste se encontraba bebiendo en su habitación, las puertas de abrieron y soltó un suspiro cansado.
—¿Qué estás haciendo aquí?—dejó a un lado su vaso.
—Es mi deber como Reina Consorte asistirlo en la noche de bodas. No es nada personal, es sólo mi compromiso.
—No te quiero aquí...—susurró pensando plenamente en Wook—ve a tu habitación...
—La corte va a matarme si no le doy un hijo después de la boda, sé como funciona esto.
—Ya me haz dado una hija antes...sólo...largate...
El mayor no estaba violento y Min supo que era mejor hacerle caso estando así, entonces sólo se fue en silencio.
✿✿
Como pudieron ver, cambié la portada, espero que les guste esta nueva 🙊💙. Gracias por leerme y esperarme todo este tiempo que me tardo 🥺
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•La Concubina del Vampiro Y Las Flores De Sangre•✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝
FanfictionJoseon año 1438, El Príncipe Heredero Kim Ryeowook que fue ocultado por su familia desde el día en que nació, repentinamente se vio tragado por una estúpida profecía de otro mundo de la que ni siquiera tenía conocimiento. En un abrir y cerrar de ojo...