•La Concubina del Vampiro Y Las Flores De Sangre•✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝

乂 여덟 -- 8 乂

—¡YESUNG!-RyeoWook llegó corriendo a donde el mayor se encontraba, las damas le advirtieron que no lo hiciera pues se encontraba en una asamblea con el magistrado pero simplemente no le importó.

—¿Qué crees que haces?...-la voz enfadada del contrario lo hizo querer llorar aun más, lo intimidaba.

—Es...es la princesa...—caminó hacia atrás pues el mayor empezaba a acercarse.

—¿Qué le sucede?, ¿Porqué te alteras tanto?

—Su cabello está volviéndose rojo...no sé que está sucediendo.

—¿Rojo?—YeSung sabía de que se trataba, y al igual que el magistrado, guardó un crudo silencio entre el asombro.

—Ha comenzado...—susurró el más anciano de los presentes.

—Comboca al consejo de magia y al general...necesitamos detener todo, no voy a permitir que se arruine.

—¿De qué están hablando?...¿Qué le sucede a mi hija?—se aferró al brazo de YeSung.

—Vuelve a tu habitación, más tarde enviare guardias, no salgas y no hables con nadie que no esté autorizado, solo se te permite ver a SungMin, a la niña y a tus damas...no pruebes alimento sin que alguien lo haya hecho antes.

—¿Porqué no me explicas primero?...¿Qué es lo que está sucediendo?

—Sólo necesito que te metas a tu habitaciones y no salgas—llamó a los guardias para que se lo llevaran, no podía arriesgarse a que cometiera alguna tontería.

El cabello de la pequeña seguía tornandose rojo, no mostraba signos de dolor, estaba tranquila, y por alguna razón eso lo preocupaba aún más.

—RyeoWook...—SungMin entró a la habitación con algo de té—yo mismo lo preparé, bebelo...me enteré de la situación.

—¿Porqué nadie me explica que es lo que está pasando?—bebió el líquido e intentó sentirse más calmado.

—¿YeSung no te dijo nada?...bueno, yo sé lo que pasa pero no sé si sea prudente contarte.

—Escucha Min...lo único que me importa es que mi niña esté sana y no sé si lo está, no hay manera para asegurarlo.

—Ella va a estar bien...es lo único que puedo decirte, nada malo le va a suceder...te quiero a ti...—su voz cambió drásticamente. Era otro.

—¿Qué?...¿Quién eres tu?—miró la taza entre sus manos y la soltó de inmediato. En tan sólo un parpadeo aquel ser cambió visiblemente de forma, sabía quien era...el hermano de YeSung. ¿y como saberlo?...pues era bastante claro que su esposo no tenía una enorme cicatriz a un costado del rostro. Al reconocerlo corrió donde su hija y la levantó—¡Alejate!...—eran como dos malditas gotas de agua, gemelos quizás.

—Eres tal y como el pergamino lo predice, vas a hacerme un hombre poderoso...

—YeSung estará aquí en cualquier momento...—su mirada comenzaba a nublarse—vete ahora...

—Pues claro que me iré...pero tu te vas conmigo...deja a la niña, no quiero lastimarla, más tarde voy a enviar por ella, también va a serme de ayuda.

—¡Claro que no!...¡Lárgate ahora!—cayó al suelo de rodillas, la primera advertencia de YeSung había sido no consumir nada sin ser probado antes y por no estar atento, todo se había ido al carajo—¡Ayuda!—gritó sin éxito.

Sus ojos se cerraron y cayó por completo, mientras se abrazaba la niña al pecho.

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