-Su Majestad, el baño está listo, La Reina Consorte ha sido sumergida y pronto vertiremos la sangre recolectada en un baño diferente-uno de los integrantes del consejo de magia se acercó al Rey que observaba el lago como su menor solía hacerlo.
-Dejenlo limpio por favor, yo me haré cargo personalmente del hechizo y de lo demás.
-De acuerdo-hizo una ligera reverencia y se dispuso a partir-esta tarde volverá la expedición con las flores...y al respecto de su sangre Majestad...
-Yo me encargaré ya te lo he dicho...-soltó un suave suspiro-ponganle linda ropa cuando lo coloquen en la tina vacía.
Los vampiros no tienen sangre y eso lo sabían más que bien, pero debido a su linaje real puro el poseía algo parecido. No se trataba simplemente de sangre, sólo era llamado así pero en realidad era una especie de líquido púrpura. Era la base de su poder y de la eficacia de hechizos aún más poderosos. Era una sustancia bastante inestable por lo que también era muy peligrosa y se debía tener mucho cuidado al usarse.
YeSung fue al salón del consejo de magia y abrió una de las cajas que se mantenían guardadas casi al fondo del librero. Envuelta en terciopelo rojo se encontraba una exótica daga fabricada con diamante, era el único material capaz de cortar su piel y era bastante difícil conseguirlo por lo que se cuidaba desde generaciones.
Hizo un par de cortes en sus palmas y dejo caer el líquido dentro de una pequeña botella. La herida cerró casi inmediatamente y el mayor lo guardó en uno de sus bolsillos.
Para llevar a cabo el ritual era necesario esperar a que la luna estuviera completamente en su punto más alto. Por lo que mientras sucedía, YeSung se encargó de coordinar lo demás.
Fue a donde tenían a su pequeño y lo observó, habían maquillado perfectamente los golpes y llevaba un Hanbok blanco bastante elegante, incluso su cabello estaba bien peinado. Por un momento imaginó que sólo estaba dormido y que al despertar lo abrazaría como solía hacerlo. Deseaba no haber cometido ese horrible error. Se hincó a su altura y le acarició la mejilla con cariño.
-Vas a volver Wookie...y ésta vez no voy a obligarte a estar conmigo...-sus ojos se cristalizaron hasta el punto de derramar algunas lágrimas-vas a ser libre...vas a poder regresar a tu hogar y...estoy dispuesto a dejar que te lleves a la bebé...sabes, lo único que me interesa es que estés bien...
Después de un buen rato, damas entraron con tinas repletas de flores y otras tinas cubiertas, las cuales obviamente YeSung ya conocía el contenido.
-Todo esta listo Su Majestad...-uno de los ancianos entró y el mayor asintió.
-A partir de ahora seré solo yo, así que gracias...-hizo que todos se fueran, tomó el libro de hechizos del pedestal y comenzó a leerlo, si que era demasiado peligroso, pero haría todo con tal de verlo aunque fuera una vez más.
Dejó caer la sangre donde el menor se encontraba, todo su cuerpo quedó repleto pero sólo ese bello rostro sobresalía, después distribuyó perfectamente las flores y obvio también con demasiado cuidado de no hundirlas, al tenerlos en la posición deseada miró a su menor, su rostro se manchaba con la sangre y eso le devolvía un poco del color, sintió tantas ganas de llorar nuevamente pero se mantuvo firme y negó.
-"Los pétalos desaparecen con la llegada del invierno, la hierba que es arrancada consigue un brote nuevo y siempre hay luz después de la oscuridad, así como ellos regresan, exijo a los cielos y a todas las fuerzas, traigan de regreso a La Reina. Exijo regresen a la vida su cuerpo-tomó el frasco con su sangre y lo vació por completo, la mezcla comenzó a burbujear, las flores desaparecieron y ligeros destellos por toda la tina aparecieron-Exijo le brinden un buen camino de vuelta a la tierra. Lo exijo a los cielos, lo exijo a las flores, lo exijo a la sangre..."
Al acabar de hablar, los resplandores se unieron y entraron en el cuerpo de Wook, YeSung esperó a ver cualquier otra reacción pero no había nada. No se movió, no cambió de color, simplemente no había funcionado.
-¡Maldita sea!-gritó lanzando el libro, entró en desesperación al ver que no sirvió nada por lo que lucharon esos días.
YeSung entonces abrió los ojos a ese mundo verdadero. No todo estaba a su merced, no era el dueño absoluto de nada. Simplemente se trataba de un miserable ser más que existía en ese mundo. Alguien que tarde o temprano desaparecería.
Se dejó caer de rodillas al suelo y se cubrió el rostro, lloró como no había llorado hasta ahora y se sumió en una profunda tristeza. RyeoWook se había ido para siempre y todo era culpa suya. Si tan sólo hubiera hecho caso a ese consejo que lo incitaba a cambiar su forma de ser. Si tan sólo se hubiera comportado con los muchachos como era debido y con respeto.
-Perdoname...en serio lo lamento...soy un fracaso como Rey, un esposo despreciable y un padre deficiente...no te hice feliz en ningún momento y supongo que es por eso que los cielos me han negado el tenerte de vuelta-sus lágrimas caían directo a la tina y con ellas la mezcla volvía a burbujear pero YeSung no lo notaba-Wookie...ya no puedo hacer nada por ti ahora. Pero lo haré ahora por nuestra hija...voy a darle una vida feliz y voy a ser un buen esposo para SungMin...la nación y mi deber me obliga a permanecer con él-se levantó y le dio la espalda para caminar a la salida, no era capaz de mirarlo una vez más-pero mi corazon solo te pertenece a ti...así que aunque no vivas ya, vas a ser la única persona que realmente amare...incluso más que a mi primera esposa, mucho más...y en serio lamento no haber tenido la oportunidad de decirtelo.
Al salir de la habitación reunió al consejo, a las damas y a todo aquel que ayudaba en ese pequeño "Proyecto". De la nada había cambiado completamente su manera de ser y amablemente les había explicado que nada de lo intentado había funcionado, les agradeció y los dejó irse a descansar por ese dia y es que había estado lamentándose tanto tiempo que ya casi era la hora en que amanecía.
Fue a la habitación de su menor y sin hacer ruido tomó a su hija de la cuna, con la ayuda de su nana tomo también a la otra pequeña y el pequeño, llevando a todos al salon y los recostó frente suyo para mirarlos, aun hacia frio asi que estaban hechos bolita en mantas, eran demasiado tiernos desde esa perspectiva.
-Voy a entrenarlos a todos...-susurro con una suave sonrisa fingida. Ellos eran pequeños como para entender lo qué ocurría pero YeSung no deseaba para nada hacerlos sentir aunque fuera un poco de dolor-van a convertirse en vampiros fuertes y poderosos. Mujeres y hombres de honor, claro...en caso de que llegaran a tener algún hermanito...ustedes tomaran las riendas de su propia vida al crecer, justo como RyeoWook lo hubiera querido...nadie aquí va a tener otro matrimonio forzado, y SungMin...bueno...él podrá irse si lo desea, mientras ustedes vengan de vez en cuando seré feliz, y el decide permanecer aquí lo cuidaré...se los prometo con lo único que me queda.
Al salir por completo el sol, una brisa perfumada recorrió todo el palacio. En la habitación donde Wook se encontraba comenzó a aparecer un humo blanco combinado con rojo. Poco a poco su rostro recuperó un poco de color, sus manos se movieron involuntariamente entre la sangre, entonces su cuerpo respondió. Abrió los ojos, quedándose quieto, ya no era la misma persona que era antes. Había vuelto, sí, pero el hechizo y aquel poder escondido en su interior se habían cruzado.
RyeoWook a esas alturas ya no recordaba nada de su vida, a excepción de su profundo odio hacia YeSung, ni siquiera recordaba que era madre ahora.
Los ancianos se lo habían advertido y él no había querido escuchar. Ahora era demasiado tarde.
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•La Concubina del Vampiro Y Las Flores De Sangre•✿YeWook✿ ⁝⁞⁝⁞TERMINADA⁝⁞⁝⁝
Fiksi PenggemarJoseon año 1438, El Príncipe Heredero Kim Ryeowook que fue ocultado por su familia desde el día en que nació, repentinamente se vio tragado por una estúpida profecía de otro mundo de la que ni siquiera tenía conocimiento. En un abrir y cerrar de ojo...